NIÑOS CONFLICTIVOS
¿Por qué mi hijo es tan melindroso para comer?
Comer alimentos sólidos todavía es una experiencia nueva para tu hijito de un año. Podría necesitar tiempo para acostumbrarse a los diversos sabores, colores y texturas de los nuevos alimentos. Y, debido a que a los niños pequeños les gusta la constancia y la familiaridad (desde las rutinas para dormir hasta los refrigerios que comen en la tarde), la mayoría de ellos no querrá probar alimentos nuevos hasta que se los hayas servido varias veces.
Habiendo dicho esto, éste es un momento excelente para enseñarle a tu pequeño a probar cosas nuevas, antes de que se acostumbre demasiado a comer siempre lo mismo y antes de que empiece a rechazar alimentos nuevos para demostrarte su independencia (¡lo cual es muy posible que suceda al acercarse su segundo cumpleaños!). Ofrécele a menudo una amplia variedad de alimentos saludables, para que tenga la oportunidad de comérselos. Si no durante el almuerzo, tal vez a media tarde.
Habiendo dicho esto, éste es un momento excelente para enseñarle a tu pequeño a probar cosas nuevas, antes de que se acostumbre demasiado a comer siempre lo mismo y antes de que empiece a rechazar alimentos nuevos para demostrarte su independencia (¡lo cual es muy posible que suceda al acercarse su segundo cumpleaños!). Ofrécele a menudo una amplia variedad de alimentos saludables, para que tenga la oportunidad de comérselos. Si no durante el almuerzo, tal vez a media tarde.
Consejos para introducir alimentos nuevos a un niño melindroso para comer
Tu hijo tiene un sentido innato de cuánta comida necesita su cuerpo para crecer y estar sano, y de él depende decidir qué va a comer. Lo mejor que puedes hacer es ofrecerle una amplia variedad de alimentos saludables en un ambiente relajado y positivo, para que la hora de comer sea placentera para todos. Aquí tienes algunos consejos específicos sobre qué hacer con un niño que es melindroso para comer:
• Sírvele a tu pequeño varios alimentos saludables diferentes en cada comida. Cuando le ofrezcas algo nuevo para comer, simplemente ponlo en su charola sin hacer muchos aspavientos al respecto. Asegúrate de que los alimentos que elijas sean adecuados para su edad.
• Preséntale los alimentos nuevos de uno en uno y en cantidades pequeñas. Es decir, en lugar de ofrecerle varios alimentos nuevos al mismo tiempo, ofrécele unos cuantos a los que esté acostumbrado, o algunos de sus favoritos, junto con un alimento nuevo. Asegúrate de incluir siempre una cosa que sepas que le gusta, y trata de presentarle los alimentos nuevos cuando sepas que tiene hambre: por ejemplo, introduce trocitos de mango a media tarde, cuando por lo general le dan ganas de comer.
• Dale porciones adecuadas para un niño de un año. Una porción de pan para un niño de esta edad es solamente 1/4 de rebanada, y una porción de arroz, papas o pasta son sólo 2 cucharadas soperas, osea que son porciones mucho más pequeñas que las de los adultos.
• Comprende que los paladares de algunos niños son más sensibles que otros y simplemente no les gustará la textura, el color o el sabor de ciertos alimentos. Por eso un niño podría afirmar que no le gusta un alimento que nunca ha probado porque ne le gusta el color, por ejemplo. De igual manera, algunos pequeños podrían rechazar un alimento porque les recuerda una ocasión en la que estaban enfermos o tienen alguna otra asociación negativa relacionada con él.
• Busca formas de incrementar el valor nutritivo de los platillos que le gustan a tu hijo. Agrega germen de trigo o atún a sus macarrones o trocitos de fruta a su cereal favorito, por ejemplo.
• Evita el impulso de ofrecerle alimentos que contengan azúcar para tratar de hacer que coma más. Lo que quieres es desarrollar su sentido de aventura en el aspecto culinario, ¡no fomentar que le gusten los dulces!
• Minimiza las distracciones en la mesa. Si su hermano está correteando cerca o hay caricaturas en la tele, es probable que a tu pequeño le sea difícil mantener el interés en la comida que le estás sirviendo. Trata de hacer que la hora de comer sea tranquila y relajada.
• Sírvele a tu pequeño varios alimentos saludables diferentes en cada comida. Cuando le ofrezcas algo nuevo para comer, simplemente ponlo en su charola sin hacer muchos aspavientos al respecto. Asegúrate de que los alimentos que elijas sean adecuados para su edad.
• Preséntale los alimentos nuevos de uno en uno y en cantidades pequeñas. Es decir, en lugar de ofrecerle varios alimentos nuevos al mismo tiempo, ofrécele unos cuantos a los que esté acostumbrado, o algunos de sus favoritos, junto con un alimento nuevo. Asegúrate de incluir siempre una cosa que sepas que le gusta, y trata de presentarle los alimentos nuevos cuando sepas que tiene hambre: por ejemplo, introduce trocitos de mango a media tarde, cuando por lo general le dan ganas de comer.
• Dale porciones adecuadas para un niño de un año. Una porción de pan para un niño de esta edad es solamente 1/4 de rebanada, y una porción de arroz, papas o pasta son sólo 2 cucharadas soperas, osea que son porciones mucho más pequeñas que las de los adultos.
• Comprende que los paladares de algunos niños son más sensibles que otros y simplemente no les gustará la textura, el color o el sabor de ciertos alimentos. Por eso un niño podría afirmar que no le gusta un alimento que nunca ha probado porque ne le gusta el color, por ejemplo. De igual manera, algunos pequeños podrían rechazar un alimento porque les recuerda una ocasión en la que estaban enfermos o tienen alguna otra asociación negativa relacionada con él.
• Busca formas de incrementar el valor nutritivo de los platillos que le gustan a tu hijo. Agrega germen de trigo o atún a sus macarrones o trocitos de fruta a su cereal favorito, por ejemplo.
• Evita el impulso de ofrecerle alimentos que contengan azúcar para tratar de hacer que coma más. Lo que quieres es desarrollar su sentido de aventura en el aspecto culinario, ¡no fomentar que le gusten los dulces!
• Minimiza las distracciones en la mesa. Si su hermano está correteando cerca o hay caricaturas en la tele, es probable que a tu pequeño le sea difícil mantener el interés en la comida que le estás sirviendo. Trata de hacer que la hora de comer sea tranquila y relajada.
¿Cómo puedo lograr que mi hijo se acostumbre a comer una amplia variedad de alimentos entre el año y los 3 años?
No es realista esperar que a un niño entre el año y los tres años de edad le guste una gran cantidad de alimentos diferentes. A la larga, el ejemplo que das al servir y disfrutar todo tipo de alimentos saludables, en casa y fuera de ella, es una de las mejores formas de ayudar a tu hijo a aprender a comer bien. Pero por ahora, la decisión de tu nene de sólo comer algunas cosas es su decisión, y es importante aprender a dejarlo tomar sus propias decisiones respecto a la comida desde el principio.
"El niño necesita ejercer control sobre lo que come", dice la dietista diplomada Nancy Hudson de la Universidad de California, Berkeley. Eso se debe a que forzar a un niño a comer algo que no le gusta, o una cantidad de comida excesiva para él, podría ocasionarle problemas más adelante: los niños a quienes nunca se les permite tomar sus propias decisiones en cuanto a lo que comen (como decidir cuándo están llenos) corren un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimenticios o hacerse obesos cuando sean mayores. Además, tu estrategia casi siempre tendrá los resultados opuestos a lo que quieres, ya que forzar a tu hijo a probar alimentos nuevos sólo lo volverá más testarudo y menos dispuesto a probar cosas nuevas en el futuro.
Si tu niño de 1 a 3 años sólo parece comer queso y galletas saladas día tras día, no te preocupes. Empieza a anotar todo lo que come y probablemente te darás cuenta de que en el transcurso de una semana ingiere algo de los principales grupos alimenticios y está obteniendo los nutrientes necesarios. Hay estudios realizados por la Asociación Dietética Estadounidense que muestran que los niños, incluso aquellos a quienes sus padres consideran "melindrosos para comer", por lo general consumen una variedad de alimentos suficiente para satisfacer sus necesidades de nutrición. Si de veras no crees que tu pequeño de 1 a 3 años está comiendo bien, pregúntale a su pediatra si sería bueno darle multivitaminas diariamente.
"El niño necesita ejercer control sobre lo que come", dice la dietista diplomada Nancy Hudson de la Universidad de California, Berkeley. Eso se debe a que forzar a un niño a comer algo que no le gusta, o una cantidad de comida excesiva para él, podría ocasionarle problemas más adelante: los niños a quienes nunca se les permite tomar sus propias decisiones en cuanto a lo que comen (como decidir cuándo están llenos) corren un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimenticios o hacerse obesos cuando sean mayores. Además, tu estrategia casi siempre tendrá los resultados opuestos a lo que quieres, ya que forzar a tu hijo a probar alimentos nuevos sólo lo volverá más testarudo y menos dispuesto a probar cosas nuevas en el futuro.
Si tu niño de 1 a 3 años sólo parece comer queso y galletas saladas día tras día, no te preocupes. Empieza a anotar todo lo que come y probablemente te darás cuenta de que en el transcurso de una semana ingiere algo de los principales grupos alimenticios y está obteniendo los nutrientes necesarios. Hay estudios realizados por la Asociación Dietética Estadounidense que muestran que los niños, incluso aquellos a quienes sus padres consideran "melindrosos para comer", por lo general consumen una variedad de alimentos suficiente para satisfacer sus necesidades de nutrición. Si de veras no crees que tu pequeño de 1 a 3 años está comiendo bien, pregúntale a su pediatra si sería bueno darle multivitaminas diariamente.
¿Cómo sé si mi hijo está comiendo lo suficiente si no crece?
No te asustes si parece que tu hijito de 1 a 3 años no está creciendo lo suficientemente rápido. Los niños no siempre crecen a un ritmo regular, y habrá épocas en las que no parezcan estar creciendo en absoluto. A esta edad no crecerá tan rápido como lo hizo durante su primer año de vida. Mantente en contacto con el pediatra si te preocupa el aumento de peso de tu hijo, pero no dejes que el niño note que estás preocupada. Si siempre lo estás rondando mientras come y te la pasas contando calorías, o tratando de persuadirlo o engatusarlo para que coma más, es probable que se resista más a comer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario