EL CLIMA

martes, 11 de junio de 2019

MARTES 11


Cuando se vive con paz en el corazon se vive mejor
EL EDITOR



La manifestación más importante de la demonología cristiana occidental es el Malleusmaleficarum (1486) (del latín: Martillo de las Brujas), de los dominicos inquisidores Jakob Sprenger y Heinrich Kramer, que demuestran de manera muy singular la existencia y el poder de la brujería como parte integral de la fe católica romana y de un peligro real para los fieles, aparte de ofrecer en su tratado toda clase de formas de reconocer y procesar una bruja, convirtiéndose así durante dos siglos en el manual para procesos de brujería.

En otro sentido, la demonología confecciona listados que intentan nombrar y establecer una jerarquía de espíritus maléficos. 

En una época todos los griegos tuvieron que aceptar una religión común basada en doce dioses principales que vivían en el monte Olimpo, la montaña más grande de Grecia.

Pero lo más curioso de todo es que muchos de los dioses que conocemos, presentan historias totalmente llamativas y desconocidas.

Por ejemplo, Hera que a pesar de que Zeus era un mal esposo, la actitud de Hera tampoco era genial. Siempre estaba convirtiendo en monstruos a las mujeres que se acostaran con Zeus. Los hijos que tenían corrían la misma suerte, como por ejemplo cuando intentó a su propio hijo Hefesto por no ser lo suficientemente atractivo.

Atenea también formó parte de estas maldades. Cuando Paris le otorgó el reconocimiento a Afrodita como la más bella, se enfado tanto que causó la guerra de Troya o cuando Medusa fue violada por Poseidón, también se enfadó con ella y le puso serpientes en la cabeza.

En sus comienzos, el Opus Dei fue criticado y suscitó fuerte oposición por parte de otros eclesiásticos (por ejemplo, algunos jesuitas), que consideraban un error que se les propusiese a los laicos la búsqueda de la santidad. Durante el franquismo también tuvo la oposición de algunas organizaciones políticas en España, como la Falange Española (partido político que apoyó a Franco en la Guerra civil española y que tuvo mucha influencia en la posguerra).

Estas críticas aumentaron cuando miembros del Opus Dei, fueron nombrados como ministros y otros altos cargos dentro del régimen franquista, a partir de 1957. Siendo el punto de mayor presencia en 1969. Ello ha favorecido la idea de que el Opus Dei habría prosperado gracias al apoyo de dicho régimen y a las influencias de sus miembros que se dedicaron en esa época a la política.

Después del Concilio Vaticano II, recibió las críticas de grupos católicos y teólogos progresistas (por ejemplo, los vinculados a la Teología de la Liberación).


La diadema de estilo neoclásico y línea helenica, confeccionada en Berlín por el joyero Koch, en platino y diamantes, consiste en dos bandas: la superior con hojas de laurel y la inferior con la greca griega de la larga vida, y ambas separadas por una hilera de barras cuajadas de brillantes, en el centro cuelga un diamante en forma de lágrima que oscila con el movimiento.
Fue un regalo del Káiser Guillermo II y de la Emperatriz Victoria Augusta a su unica hija, la Princesa Victoria Luisa de Prusia, con motivo de su boda con el Príncipe Ernesto de Hannover en mayo de 1913.
          La Princesa Victoria Luisa, entregaría la diadema también a su única hija, la Princesa Federica de Hannover, que en 1938, casaría con el futuro Rey Pablo I de Grecia.

Yakisoba (焼きそば?), literalmente "tallarines fritos", son originarios de China (allí se conoce con el nombre chow mein) pero hoy en día están integrados enteramente en la cocina japonesa, tal como ocurre con el ramen.​ Aunque el término soba forma parte de la palabra el yakisoba estos fideos no se elaboran con harina de trigo sarraceno, sino que son muy similares a los ramen que son producidos a partir de harina de trigo.
 El Yakisoba se sirve muy familiarmente como un plato de acompañamiento a otros o como un plato principal.​ Otra manera popular de prepararse el yakisoba del servicio en Japón es apilar los fideos en un bollo y rebanarlo por el centro al estilo de un perro caliente, y lo adornan con mayonesa y pedazos de jengibre en vinagre


La primera fotografía con color permanente fue tomada en 1861 por el físico escocés James Clerk Maxwell. Presentó su método aditivo de fotografía en color en Londres, con la intención de demostrar que cualquier color podía obtenerse mezclando luces de los tres colores primarios (rojo, amarillo y azul) en diferentes proporciones.

El inicio de la fotografía forense

Allan Pinkerton, tras mudarse a Estados Unidos se convirtió en el primer detective de Chicago, puso en práctica la fotografía criminal para reconocer a los delincuentes, disciplina que posteriormente sería llamada fotografía judicial y a la que hoy se conoce como fotografía forense.

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