MARTES 3 DE JULIO

Seguimos avanzando, seguimos creyendo seguimos en este camino fantastico de la vida en el cual siempre encontramos cosas nuevas 
EL EDITOR 



 
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¿Por qué los CDs tienen una capacidad de 74 minutos ?

Una de esas cosas en qué nunca reparas es el por qué de la duración de los CDs. ¿Por qué tienen una capacidad exacta de 74 minutos? ¿Por qué no 70 o 75?
La explicación la proporcionó el propio fabricante, Sony Corporation, de mano de su propio presidente Norio Ohga (大賀典雄), considerado como el padre del Compact Disc.

Según Ohga el tamaño del CD, 120 mm, el equivalente en tiempo musical a 74 minutos, se eligió para que cupiese la Novena Sinfonía de Beethoven (en la versión grabada en el Festival de Bayreuth, dirigida por Wilhelm Furtwängler), puesto que sería imperdonable cortar esa obra maestra. Algunas versiones de esta historia incluso creen que esta decisión se tomó tras ser aconsejado por el maestro Von Karajan.

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No se sabe a ciencia cierta en qué momento se originó la expresión quien roba a un ladron tiene cien años de perdon tal y como la conocemos hoy en día, aunque sí que hay constancia de que ésta fue evolucionando y cambiando a lo largo de los siglos.

Por ejemplo, una de las formas en que podemos encontrarlo es la de ‘Quien engaña al engañador cien años de perdón’ que aparece en parte (Quien engaña al engañador…) en la obra del siglo XV ‘Tragicomedia de Calisto y Melibea’ (popularmente conocida como ‘La Celestina’) de Fernando de Rojas. El famoso lexicógrafo español Sebastián de Covarrubias, en su libro sobre etimologías ‘Tesoro de la lengua castellana o español’ (1611) hace mención a esa misma forma de expresión.

Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana (sXV) la utilizó de este modo: ‘Quien burla al burlador cien días gana de perdón’.


A inicios del siglo XVII, en la novela ‘La pícara Justina’ (atribuida a Francisco López de Úbeda) aparece una variante de la expresión en la forma ‘Quien hurta alladró gana cien días de perdón’ que, según un gran número de etimólogos, podría ser el origen de la forma actual.

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El inventor de la licuadora, inicialmente conocida como vibradora, fue Stephen J. Poplawski, un norteamericano de origen polaco, radicado en el estado norteamericano de Wisconsin, que ya en su infancia mostró una obsesión por inventar dispositivos destinados a la mezcla de bebidas.

En el año 1922, después de 7 años de experimentación, Poplawski patentó una licuadora, y anotó que era el primer aparato mezclador que tenía un elemento agitador montado en el fondo de una taza, y que mezclaba bebidas malteadas cuando la taza se situaba en una cavidad en la base del aparato.

Poplawski, en el año 1953, durante un litigio de patentes, dijo que en el año 1922 no pensaba en la licuadora para la maceración de frutas y verduras, pero sí como triturador de alimentos.


En sus orígenes se empleaban principalmente en hospitales donde se precisaba de un medio para triturar y mezclar diferentes medicamentos y alimentos. Posteriormente con la masiva difusión de pastillas concentradas el uso médico se redujo y se difundió masivamente en los hogares.

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 Los sonidos por sobre los 130 decibeles pueden causar pérdida auditiva. Imagina que el sonido de despegue de un avión tiene 150 y el récor de de ruido en un estadio es de 142.

 El 85% de lo que aprendemos lo hacemos escuchando.

 El oído es el encargado de equilibrar nuestro cuerpo.

 El audífono es uno de los 5 inventos más importantes de la medicina.

 Las infecciones de los oídos son más frecuentes en niños, ya que sus sistemas inmunes aún están en desarrollo.

Más del 5% de la población sufre de pérdida auditiva que se pudo haber evitado con la prevención.


 Fumar perjudica la capacidad auditiva.