EL CLIMA

lunes, 21 de marzo de 2016

Si tenemos gato y aparece enfurecido, aqui algunos consejos


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Identificar el motivo de su enojo

El motivo más recurrente para que un gato pierda el control es el miedo. Si se siente amenazado intentará escapar y de no poder, a atacar. Si vez a tu gato engrifado probablemente está alerta a una posible amenaza -o a algo que él lo considere como tal-. Las personas extrañas o los ambientes desconocidos pueden gatillar el estrés del felino y devolverle todo el instinto salvaje que perdió con la domesticación.

Reconocer la disposición corporal antes del ataque

Los gatos comeinzan a realizar ciertos movimientos cuando tienen miedo que tú puedes identificar. De acuerdo con el portal Wikihow, los signos kinéticos de un gato en disposiciónde ataque son:




Piloerección (pelo que se eriza)
Pupilas dilatadas
Mirada fija hacia ti (ocurre antes del ataque)
Desviar la mirada (miedo)
Bigotes rígidos y hacia atrás
Orejas aplanadas contra la cabeza
Postura corporal encorvada
Gruñidos
Retraer los labios y sisear


Aléjate


Todos necesitamos un poco de espacio cuando nos sentimos enojados y los gatos no son distintos. Si identificas un probable ataque de tu gato, sal de la habitación. Si el problema es otro animal, sácalo y deja al felino unos 10 a 20 minutos solo para que se calme. Luego trata de acercarte pero no te "agrandes" frente a él. Trata de disminuir la altura tuya respecto a tu mascota. Si no puedes salir de la habitación, recuéstate en el piso para quedar a su nivel.

Ignóralo

Es importante que el gato analice tu comportamiento luego de sufrir un ataque de cólera. Si dejas de prestarle atención y sigues con lo que estabas haciendo, el animal comprenderá que no eres una amenaza. No hagas gestos bruscos ni hables muy fuerte. Deja que después él se acerque a ti. Permite que te huela. Si puedes, déjale un poco de comida y abundante agua en sus platos. Luego de un episodio de estrés, algunos animales quedan muy sedientos.

Y sobre todo, no lo castigues

El miedo nace de la agresión. Por ningún motivo castigues a tu gato, o el episodio de furia se hará más recurrente. Ten paciencia. A algunos gatos les cuesta más acostumbrarse a los extraños.

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