ABRAZOTERAPIA

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Cada 21 de enero, se celebra el #NationalHugDay o Día Nacional de los Abrazos, para destacar la importancia de abrazar y ser abrazado.

Los abrazos son gestos de amor, de cariño, de afecto o agradecimiento, pero más allá de la sensación de bienestar que genera tanto darlos, como recibirlos, la ciencia les ha atribuido beneficios físicos. Una investigación de la Universidad de Duke en Estados Unidos, incluso destacó que para los bebés son indispensables hasta para la vida. La ausencia de contacto físico en los bebés puede incluso contribuir a muerte de neuronas y a la disminución de la hormona de crecimiento. 

Pero los adultos también los necesitamos y nos podemos beneficiar de este acto. Aquí le resumimos algunos beneficios:




Sensación de bienestar: Cuando abrazamos, liberamos oxitocina, una hormona del "cariño" que te hace sentir bien. La misma sensación es manifestada por quien los recibe. También, otras sustancias asociadas con la armonía y plenitud intervienen en el momento del abrazo, tales como serotonina y dopamina. La serotonina, a su vez, te ayuda a combatir el insomnio y la depresión. 

Reducción de la presión arterial: Un abrazo fuerte y sentido, hace que en la piel se activen  los receptores de presión llamados corpúsculos de Pacini, que luego envían señales al nervio vago, un área del cerebro que te ayuda a disminuir la tensión. ¡No es magia,es ciencia!.

Control de las pulsaciones: Aquellas personas que reciben pocos abrazos o no son tocadas nunca, tienden a desarrollar un ritmo cardiaco con más pulsaciones por minuto que las que experimentan esta sensación con frecuencia, así que se puede decir que los abrazos te ayudan a prevenir las taquicardias. 

Desbloqueo emocional: La "abrazoterapia" es usada en aquellas personas que tienen problemas para relacionarse o con el contacto físico, ya que la generación de confort ayuda a que sean más solícitas y se abran a las manifestaciones de afecto. Muchos son ya los experimentos que confirman que los abrazos ayudan a mejorar la autoestima y las relaciones interpersonales, fortaleciendo los lazos de amistad y amorosos, además de sentirse valorado.
Retrasa el envejecimiento: Abrazar ayuda a disminuir las posibilidades de que se presenten síntomas de senilidad en personas mayores de 70 años. También retrasa el envejecimiento, te mantiene más joven y vital en tus actividades.