EL CLIMA

lunes, 4 de marzo de 2013

A ver con las primerizas, maaamita...


























Una de las cuestiones que genera más preocupación en las madres primerizas suele ser el llanto de su bebé. Este puede producirse por muchas causas distintas, entre las que se encuentran la sensación de hambre, las molestias provocadas por los gases o algún otro malestar, aunque también conviene no olvidar que es la manera que tienen los bebés de demostrar sus emociones o que se sienten incómodos o inseguros.

Cada madre aprenderá pronto a distinguir por qué se produce el llanto de su bebé, ya que éste les parecerá distinto en cada ocasión. Aunque siempre nos esforcemos en tenerlos bien atendidos, los recién nacidos también pueden sentirse molestos al sentir frío o calor, o que están mojados. Ten en cuenta que los bebés perciben nuestro estado de ánimo, y que esto sin duda llega a afectarles.


El llanto derivado de una enfermedad te llamará especialmente la atención, porque suele ser más persistente de lo habitual y además está acompañado de gestos muy forzados con los que el bebé demuestra que hay algo que no está bien en su interior. Ante estos casos, lo mejor es hacer una visita al pediatra para que le haga una revisión y poder salir de dudas, también si observamos que está mucho menos activo de lo habitual.

Hay ocasiones en las que el llanto del bebé  parece producirse de una manera injustificada; esto puede llegar a desesperar a los padres y las madres, especialmente cuando les priva de dormir bien por las noches. Lo más aconsejable es hacer sentir seguro a nuestro bebé, y hacer turnos con nuestra pareja para atenderlo con la finalidad de poder descansar y no caer en una crisis de agotamiento.

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