EL CLIMA

sábado, 22 de septiembre de 2012

PLINIO EL VIEJO



























Gayo Plinio Cecilio Segundo, conocido como Plinio el Viejo, fue un escritor latino, científico, naturalista y militar romano. Nació en Comum (la actual Como, en Italia) en el año 23 y murió en Estabia (hoy Castellammare di Stabia) el 25 de agosto del año 79.
Tras estudiar en Roma, a los veintitrés años inició su carrera militar en Germania, con una duración de doce años. Llegó a ser comandante de caballería antes de regresar a Roma, en el año 57, donde se dedicó al estudio y cultivo de las letras. A partir del año 69 desempeñó varios cargos oficiales al servicio del emperador Vespasiano. Agudo observador, fue autor de algunos tratados de caballería, una historia de Roma y varias crónicas históricas, hoy perdidas. Perteneció al orden ecuestre. Desarrolló su carrera militar en Germania, y como procurador romano en Galia e Hispania alrededor del 73.
Gayo Plinio Segundo fue miembro de la clase social de los caballeros romanos (eques), ya que su padre pertenecía al orden ecuestre, y su madre era hija del senador Cayo Cecilio de Novo Como. Su padre lo envió a Roma y confió su educación a uno de sus amigos, el poeta y general Publio Pomponio Segundo. De él adquirió Plinio el deseo por aprender, que conservó durante toda su vida. Dos siglos después de la muerte de los Gracos, pudo admirar algunos de sus manuscritos autógrafos en la biblioteca de su preceptor, de quien redactó más tarde una biografía. Plinio nombra en su Naturalis Historia (XIV, 4; XXXIII, 152) a los gramáticos y retóricos Remio Palemón y Aurelio Fusco, de los que fue alumno. En Roma, Plinio estudió botánica en el jardín de Antonio Castor y conoció los antiguos árboles-lotos en los terrenos que habían pertenecido en su día a Craso. Asimismo, pudo contemplar la vasta estructura edificada por Calígula (XXXVI. III) y probablemente asistió al triunfo de Claudio en Britania. Bajo la influencia de Séneca, llegó a ser un estudiante apasionado de la filosofía y la retórica y comenzó a ejercer la profesión de abogado.
En el año 47 participó, a las órdenes de Corbulón, en la campaña militar contra los germanos, donde tomó parte en la construcción de un canal entre el Rin y el Mosa. Como joven comandante de caballería (praefectus atae), redactó un ensayo (perdido) sobre las técnicas de combate a caballo (De iaculatione equestri).
En Galia y en Hispania, aprendió el significado de un buen número de palabras célticas. Observó los lugares relacionados con la invasión romana en Germania; las causas de las victorias de Druso y soñó que el vencedor le conminaba a transmitir sus hazañas a la posteridad (Plin. Epp. iii. 5, 4). Su sueño le incita a relatar la historia de todas las guerras entre romanos y germanos.
Durante el mandato de Nerón vivió principalmente en Roma, donde asistió a la construcción de la Domus Aurea de Néron después del gran incendio del año 64 (XXXVI. 111).
Entre tanto, completa los veinte libros de su Historia de las guerras germánicas, única obra de referencia citada en los seis primeros libros de los Anales de Tácito (1. 69).
Dedicó mucho de su tiempo a temas como la gramática y la retórica. Studiosus, es un trabajo detallado sobre la retórica que fue seguido por los ocho libros de De Dubii sermonis (67).
Bajo el principado de su amigo Vespasiano, se reincorporó al servicio del estado como procurador en la Galia Narbonense (70) y en la Hispania Tarraconense (73). Visitó también la Galia bélgica (74). Durante su estancia en Hispania, se familiarizó con la agricultura y las minas del país. Luego visitó África (VII. 37). A su regreso a Italia, aceptó un cargo de Vespasiano, quien le consultaba antes de dedicarse a sus ocupaciones oficiales. Al final de su mandato, se consagró esencialmente a sus estudios (Pun. Epp. III. 5, 9).
Completó una Historia de su tiempo en 31 libros, que tratando desde el reinado de Nerón hasta el de Vespasiano, no quiso que se publicara hasta después de su muerte (N. H., Praef. 20). Esta obra es citada por Tácito (Ann. XIII. 20, XV. 53; Hist. III. 29) y tuvo influencia sobre Suetonio y Plutarco.
Casi llegó a terminar su gran obra Naturalis Historia, una enciclopedia en la que Plinio reúne una gran parte del saber de su época. Este trabajo había sido planificado bajo la dirección de Nerón. Las informaciones que recoge llegan a ocupar no menos de 160 volúmenes, cuando Larcio Licino, el legado pretor de la Hispania Tarraconense, intenta en vano comprarlos por el equivalente a más de 200 000 £ (valor estimado en 2002). Dedicó esta obra a Tito Flavio Vespasiano en el año 77.
Poco después es nombrado por Vespasiano prefecto de la flota romana en Misenum (Miseno).
El 24 de agosto de 79, cuando se produce la erupción del Vesubio que sepultó a Pompeya y Herculano, se encontraba en Miseno. Queriendo observar el fenómeno más de cerca y deseando socorrer a algunos de sus amigos que se encontraban en dificultades sobre las playas de la bahía de Nápoles, atravesó con sus galeras la bahía llegando hasta Stabies (hoy Castellamare di Stabia), donde murió, posiblemente asfixiado, a la edad de 56 años.

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