EL CLIMA

lunes, 13 de diciembre de 2010

UN CUENTO









SILENCIO HOSPITAL.

(Cuento para leer sin apuro, en forma superlenta)

!

Tilencio Hospital. Olor a Hospital. Olor a vida. Olor a

muerte. Mole inmensa. Te ponen inyecciones. Duele. Pincha.

Viejo edificio. Paredes grandes. Cierro los ojos y lo veo...

Silencio Hospital. Me da miedo. Cuando murió mi abuela. Mi

abuelo. Mejor no pienso. Lleno de enfermos, de dolores, de

cáncer. Te operan. Hay un olor a hospital, que me da nauseas.

En la entrada. Fila de pacientes. De gordas. De flacos. De altos

y de bajos. ¿Habrá que pagar? ¿Será esta la cola que tendré que hacer? La vieja de adelante

me dijo que sí, pero ¿sabrá?... Tengo el 53 y van por el 17.

Una secretaria de azul. Gorda fofa de culo cúbico. Te arrea y te grita, como haciéndote un

favor. Ganas de mandarla a la... Pero me duele cada tanto el pecho y no me deja vivir. Me

muerdo el labio y me aguanto. Lo único que le entendí, fue que vaya para la derecha... Un

empleado de limpieza. Me trata bien y me explica que debo ir a la Guardia. ¡Por fin, uno

que es un ser humano!

Enfermeros. Enfermeras. Ocupados y atareados. Se apuran. Algunos te escuchan. Algunos

no te escuchan. Mal pagados pero dignos... Empujan a un viejo postrado en una camilla

¿Seré yo?

Fulano de tal... Soy yo ¡Soy yo! ¡¡Soy yo!! Una "maquina" que habla y esta vestida de

médico. ¿Como le va...? ¿Qué tal...? ¿Cuantos años tiene...? ¿Qué le pasa...? Ni me mira. Ni

le importo... No sé, ni que fue lo que le conté... Me pidió un Electrocardiograma y un

análisis. Firma con un sello: Médico Oftalmólogo ¿Médico Oftalmólogo? Escasez de

médicos en la guardia, me explica el empleado de limpieza... ¡Por fin, uno que es un ser

humano! El empleado de limpieza, no el médico.

Pasillos de Hospital. Puertas y puertas que ocultan a médicos, enfermeros, familias y

pacientes. Una historia de angustia detrás de cada puerta. Balanzas. Tubos de oxigeno. Me

duele el pecho... ¿Y si me peso? Total es gratis. ¿Será por acá? ¿Y esta escalera? Mujeres y

hombres parados. Unos pocos, sentados. No señor, usted esta perdido... vaya hasta la

segunda puerta de la escalera de Nuclear... para arriba de Resonancia... baja del pasillo

Central... y doble a la izquierda. Dije gracias, a no sé quien era... pero ¿habré nacido

estúpido..., pues no le entendí nada?

Laboratorio. ¡Por fin!. ¡Cuanta gente! Me duele mucho el pecho... La cara de limón detrás

del mostrador, nos llama por un número. ¿Cuál número, señorita? Sáquelo en aquella

ventanilla, después de pagar el bono voluntario en aquella otra. Y si no tiene plata, vaya a

Asistencia Social y llene el formulario de cinco hojas... Treinta y cinco minutos y ahora,

tengo mi número. ¡Soy alguien...!

Dolor del pinchazo. No doble el brazo. Doble el brazo. ¿Toda esa sangre me sacaron? Me

duele el pecho... Cuénteselo a su médico. Ya se lo dije. Los médicos son todos iguales. Si,

pero algunos son peores... Tengo hambre. A lo mejor si desayuno, se me va el dolor...

Vengo para un electrocardiograma. ¿Y usted, donde estaba? A usted ya se lo llamó y no

respondió, no estaba. Pero fui a laboratorio. Ahora, queda para el final. Pero me duele el

pecho. Son las normas. Y me falta el aire. Son las normas. Son las normas. Son las normas.

Si quiere, quéjese en Dirección. Las normas, son las normas.

Entre al hospital a las seis de la mañana. Me llaman, a la una menos veinte de la tarde. En

la última media hora, me ha dolido el pecho como nunca. Si hubiese estado tirado en la

calle, seguro que me atendían enseguida... ¿Seguro? Me pusieron los cables y a los veinte

segundos, la enfermera rubia salió corriendo. No importa. Ya no me duele. O si me duele,

ya no me importa...

¿Será el aparato de electrocardiogramas el que me hace bien? Que grande que es este

hospital. Una antena satelital en el techo. Me parece que si no lo arreglan bien, por esa

fisura en el techo, van a tener goteras. ¿Quién es el que esta en esa camilla? ¡Que parecido a

mí! ¿Para qué lo aprietan en el pecho? ¿Para qué corren todos, ahora... recién ahora? ¡Que

bueno, puedo traspasar paredes!... Ese cardiólogo sabe mucho... ¡pero dice que estoy

muerto! ¡Que consulté demasiado tarde!...

Silencio Hospital. Olor a Hospital. Olor a vida. Olor a muerte.

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