IDISHE MAME

¿Escuchó alguna vez la expresión “Idishe Mame”?

Le explico de qué se trata: “Idishe Mame” se traduce como “la madre judía” (exagerada y obsesionada) y simboliza lo que era la mamá “de antes” (y que en muchos casos existe hasta el día de hoy, es que aún la sociedad no inventó un modelo mejor de mamá…).

Entre otras virtudes y bondades que se le atribuyen, la Idishe mame opinaba que siempre era mejor “que sobre y no que falte”. Es decir, que si - por ejemplo - el hijo se iba de campamento, entonces la mamá le mandaría cinco pullóveres - por si acaso (uno se puede ensuciar, uno se puede perder, uno se lo puede haber prestado a un amigo, y uno... por si acaso que haya mucho frío y tenga que vestirse dos). Dentro de todo, este fue - o es - un buen sistema, que al menos funciona (en todo lo relacionado a pullóveres, aunque se queje el hijo).

El problema comienza cuando se quiere utilizar el sistema en todos los demás órdenes de la vida. “Mejor que sobre y no que falte...”

¿Cuál será el limite en la aplicación de esta fórmula? Aquel que, a D”s gracias le va bien, que trabaja y vive de su trabajo, paga las cuentas, atiende bien a su familia, ahorra para cualquier contingencia de la vida... ¿debe, en algún momento, decir “basta”? ¿cuándo y con cuánto? ¿Existe algún límite al momento de amasar fortunas?

(Si Ud. lee esto y piensa que, como está lejos de llegar al punto en el que “sobre”, el tema no le incumbe, léalo igual, pues uno nunca sabe y, en una de esas las cosas se dan vuelta, empiezan a ir bien y, como dicen: “más vale prevenir que curar”). No obstante, lo más factible es que si verdaderamente le vaya bien algún día, a Ud. ni le parezca que realmente es así, porque en aquel momento va a observar a otros - a quienes “les va mejor” - y se siga sintiendo un pobre hombre...

Cuando leemos Parshat Ekev, encontramos que tantas veces se menciona el tema de la Brajá (bendición) de D”s para aquel que obedece Su palabra. ¿Qué significa Brajá? ¿Es sinónimo con abundancia (como se suele interpretar popularmente?

Si así fuera, tengamos cuidado porque en muchos aspectos la abundancia no es muy positiva. La grasa acumulada en nuestro cuerpo es el resultado de comer en abundancia, una reserva que guarda nuestro cuerpo por cualquier contingencia de escasez, pero esos kilitos no son de nuestro agrado, ni nos hacen bien...

Cuando colocamos las maletas sobre la balanza del aeropuerto, y tienen sobrepeso - debemos abonar un recargo.

Si el médico recetó un medicamento para el niño y debe tomar una cierta dosis por día, no podemos intentar apresurar su curación dándole un exceso del medicamento.

El Midrash cuenta que dos ovejas querían cruzar el río. A una la habían esquilado y a la otra no. La corriente del río era muy fuerte y, como resultado, una oveja pudo cruzar pero a la otra se la llevó la corriente...

¿Quién dijo que siempre “más, es mejor”?

Una persona tuvo un lamentable accidente y no pudo caminar bien como lo hacía antes. Primero necesitó de la ayuda de un bastón, luego comenzó a usar un trípode. Mas tarde consiguió un andador y después cambió por una silla de ruedas. Al final tuvo “suerte” y le obsequiaron una silla de ruedas electrónica muy cara en dinero y de último modelo “exclusiva” (con solo pensarlo, la silla se movía como él quería). ¡Que sentido tendría coquetear por las calles con su nuevo chiche, si lo que más hubiera deseado este buen hombre es caminar, correr y saltar como lo hacía antes del accidente!

¿Quién dijo que más es mejor?

Aun cuando intelectualmente comprendemos este concepto, en la práctica no estamos convencidos, pues ya estamos condicionados a pensar de cierto modo y una actitud de austeridad económica y parquedad en lo material, se opone a lo que estamos acostumbrados a pensar y “uno no vive en una isla”...

Es verdad, no va a ser fácil cambiar un estilo de vida de manera tan espontánea y radical, ni de un día para el otro. Tampoco debemos pretenderlo, pero sí, por el momento, detengámonos a reflexionar un poco sobre lo paradójico y contradictorio de las cosas que decimos y hacemos - y si tenemos constancia en nuestro trabajo interno, lograremos mejorar este aspecto íntimo tan crítico.