- Cubrirse en lo posible con el fin de evitar la exposición de la piel al sol (en particular, la cabeza, la nuca y los brazos). Esto permite conservar la transpiración. En efecto, los trajes absorben el sudor, conservándolo en la piel, lo que da un efecto de frescor a la menor brisa.
- Evitar hablar y mantener la boca cerrada, respirando por la nariz. Esto permite reducir considerablemente las necesidades de agua.
- Evitar todo contacto directo con superficies calientes: es mejor sentarse sobre la mochila por ejemplo.
- Si el agua escasea, se debe evitar comer: la digestión consume agua.
En entornos extremadamente secos, es necesario cuidar en extremo la pérdida de agua para evitar la deshidratación:
- Respirar por la nariz previene que el vapor de agua escape por la boca.
- No fumar.
- Permanecer en la sombra y evitar los trabajos extenuantes durantes los días calurosos y soleados.
- No comer demasiado (el cuerpo humano usa una gran cantidad de agua en la digestión, especialmente para grasas y proteínas).
- No beber alcohol, ya que ayuda a la deshidratación.
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