EL CLIMA
jueves, 11 de marzo de 2010
MADRES SOLTERAS
Con alguna frecuencia he escuchado a mujeres solteras manifiestar tranquila y abiertamente que están considerando la posibilidad de tener un hijo. Las justificaciones son diversas : "quiero tener alguien por quién luchar y por quién vivir", "no quiero quedarme sola en la vida", "no quiero terminar mis días en un ancianato". La fecundación artificial que ya es práctica de rutina, abre plenamente las puertas a ésta pretensión.
No es pertinente entrar a juzgar una decisión tal, pero la verdad es que la sociedad debería tener un mejor conocimiento acerca de las necesidades de un niño para lograr un desarrollo psicológico adecuado; si éste conocimiento se diera, muy probablemente la alternativa de madre-solterismo ni siquiera se contemplaría.
Cuando una mujer soltera decide embarazarse, lo hace motivada por la necesidad de tener una compañía que alivie su soledad futura; para "realizarse" como mujer o como madre y para tener en quien volcar o de quien recibir un buen cúmulo de afecto. Pero a pesar de que estos planteamientos parecen razonables, es indispensable dejar de lado las propias
necesidades y anteponer las de ese hijo que se propone engendrar ; tener un padre es indispensable para el buen desarrollo de todo niño, y privarlo deliberadamente de él, sería colocarlo en situación desventajosa y perjudicial.
La naturaleza es sabia, si ella exige la participación de un hombre y una mujer para engendrar un hijo, es por que éste necesita de una papá tanto como de una mamá; si la sola madre fuera suficiente, con certeza habría sido dotada de algun mecanismo de autofecundación.
Numerosas investigaciones han comprobado que la falta de padre afecta negativamente el desarrollo psicosexual de los niños y más seriamente cuando lo pierden prematuramente o nunca lo tienen.
En la mujer, el amor por el hombre se aprende desde la niñez con el padre, si ésta interacción no se da, suelen presentarse dificultades en la vida adulta, por ejemplo, una exagerada conducta de seducción buscando el amor de todo hombre con quien se relaciona, o lo contrario, un rechazo al sexo masculino con la generalización conceptual de que "los hombres no sirven para nada".
Los hijos varones, sin un modelo paterno, podrían tener dificultades en la identidad psicosexual o problemas para aceptar las normas, con los consecuentes conflictos hacia las figuras de autoridad.
De otro lado, aun cuando los tiempos han cambiado, todavía persiste un cierto estigma social respecto a las madres solteras y por ende con respecto a su hijo, el cual será visto además con sentimientos de pesar "por no tener papá". Finalmente, es muy probable que el hijo de la madre soltera no tenga hermanos, y por razones de tipo económico ella deberá trabajar para atender sus necesidades , con la grave consecuencia de que será muy poco el tiempo que podrán compartir.
Si la motivación básica de la mujer soltera que decide tener un hijo es solucionar su problema de soledad... vale la pena que considere cuánto mayor será la soledad de esa criatura que engendrará.
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