EL CLIMA

jueves, 25 de febrero de 2010

PENSANDO EN EL INVIERNO

























HOGARES Y SALAMANDRAS

A pesar de la multiplicidad de posibilidades que se incorporan al mercado, son muchas las casas que se construyen con un hogar a leña y, para asombro de algunos, hoy las salamandras están de moda.


El hogar a leña


No son sólo elementos decorativos. Bien realizados, logran ambientes realmente cálidos, si bien su fuente de calor es localizada.

Y aunque poco sea tan bello como las llamas que genera la leña al quemarse, en muchos casos se utilizan con gas, básicamente porque su combustión es más limpia. Además, la leña es cara y a veces origina suciedad, bichos y acarreo.

Otra de las desventajas que se menciona cuando de hogar se habla, es el poco aprovechamiento del calor, ya que sólo se explota un porcentaje de lo producido por la hoguera, al eliminar el resto por la ventilación. De allí que, en general, el hogar se utilice complementando otros sistemas más prácticos.

Con respecto a su diseño, debe adaptarse al estilo del ambiente, pudiendo ser de trazos limpios y bien geométricos, para ambientes minimalistas; con predominio de materiales naturales -piedra, ladrillo y madera- en espacios rústicos; con mármol para entornos clásicos; o de chapa y metal negro para ambientes estilo country. Pueden también construirse en acero.

Para determinar sus dimensiones es preciso partir de los metros cúbicos del ambiente a calentar. Recordemos que un hogar demasiado grande dará excesivo calor y gastará, innecesariamente, mucha leña. Si es chico, consumirá combustible sin dar el calor suficiente.

Sólo como referencia, un ambiente de 30 m2 por 2,60 m de altura se calentará debidamente con un hogar cuya boca sea de 80 cm de ancho. A partir de esta medida, surge el alto de la boca, la profundidad y las dimensiones del conducto de humo, componente que exige una resolución cuidada y correcta, al igual que su salida al exterior.


Introducción


La clave del buen funcionamiento de una chimenea reside en su tiraje, consistente en un fenómeno natural por el cual el aire caliente se eleva por el conducto hacia el exterior.

Con la sencillez de este funcionamiento conspiran: la temperatura exterior, el viento y la entrada de aire.

Desarrollaremos los aspectos fundamentales para un buen diseño y destacaremos las soluciones para sortear los inconvenientes mas importantes con los que nos toparemos durante el proceso de diseño y construcción.

Lo prioritario a tener en cuenta en el momento de definir que tipo de estufa a leña vamos a implementar, es evaluar que material utilizaremos y en que tipo de ambiente lo vamos a ubicar. El éxito del buen funcionamiento dependerá de ello.


Desarrollo


Acondicionar el ambiente donde se desarrollan actividades, ha sido la preocupación constante del hombre a través de la historia.

Las soluciones para hacerlos más cálidos parten desde el momento que el hombre conoce la energía provista por el fuego. Desde entonces se ha buscado aprovecharla y controlarla con el mayor rendimiento.

Los artefactos que se realizaban para ello tenían una ubicación privilegiada dentro de los ambientes donde se podían construir, tanto que la palabra hogar se hizo sinónimo de vivienda.

En los grandes ambientes, como sucedía en los Monasterios medievales, la dimensión era tan importante que podían entrar grandes trozos de troncos y en algunos el fuego era aprovechado para cocinar o asar las reses.

Aún hoy podemos encontrar, por ejemplo en los castillos al margen del río Loira, la riqueza de materiales y de diseño que tenían las chimeneas donde los tirajes tienen una dimensión excepcional.

En muchas casas tradicionales de ciertas regiones, como en el Friuli al norte de Italia, toman la forma de un mueble revestido de cerámica de grandes dimensiones donde no se puede ver la llama, pero provee un calor atemperado en todo el ambiente, y donde se apoyaban utensilios de cocina o hierros de planchar para mantenerlos calientes; un antecedente de las salamandras de hierro fundido. Estas últimas se difundieron notablemente al norte de Europa por la capacidad alcanzada por la fundición del hierro y por las aberturas cerradas con mica, que era el único material para poder ver las llamas sin que se quemara o quebrara.

A lo largo del tiempo los hogares fueron tomando distintos diseños más o menos sofisticados para adaptarse a las decoraciones de los ambientes, y actualmente podemos encontrar soluciones constructivas prefabricadas, sistemas de aprovechamiento del calor por conductos desde el exterior, hogares con frente de cristal que soportan el calor generado por el fuego de leña.


Inconvenientes


En los hogares no se resuelven fácilmente ciertos problemas:

  1. Gran pérdida de calor por el conducto de evacuación de humos.

  2. Reenvío de aire hacia el interior del conducto en tiempos ventosos.

  3. Al absorber aire para la combustión (6 m3 por minuto) generan una incómoda sensación de gran calor en el frente de los cuerpos y mucho frío en las espaldas.

Para cada uno de ellos se trata de encontrar soluciones sin perder el atractivo fundamental de las chimeneas que es la contemplación del juego de las llamas.

En el primer caso, debemos saber que el fuego brinda un alto calor por radiación directa a todo lo que está frente al mismo, y otra parte por convección, pero de este calor hasta el 80% se puede perder en el tiraje. La forma más elemental de aprovechar el calor del conducto de humo es no esconderlo en las paredes, sino dejarlo a la vista, ya que su caño de chapa gruesa es un poderoso generador de calor radiante. Otra forma de mantener el calor en el ambiente es cerrar la dimensión del conducto de evacuación mediante una pieza metálica giratoria igual a la sección del mismo, que permite un control estricto del tiraje.

También encontramos estufas que poseen dobles paredes metálicas por las cuales circula el aire ingresado desde el exterior y que genera una convección interna en el artefacto que retrasa la salida por el conducto vertical.

Esto se encuentra en ciertas salamandras noruegas realizadas en hierro, o en más sofisticados diseños donde el aire calentado entre las paredes puede ser enviado a los ambientes por la parte superior de la boca del hogar, o a los ambientes cercanos a través de conductos de chapa.

Para el segundo caso la solución más difundida es la de colocar en la parte inferior del conducto, una superficie deflectora que vuelve hacia arriba el aire ingresado al interior del conducto.

En otros casos observamos en ciertas regiones de Europa, un diseño de sombrerete en la parte superior que divide la evacuación del humo hacia los costados del conducto, permitiendo que el mismo tenga tapada su extremidad y por ende, no permitir la entrada ni de aire ni de lluvia desde el exterior.

El tercer inconveniente se soluciona con los mencionados modelos a doble pared que pueden enviar el aire caliente por la parte superior del ambiente y de ese modo recuperarlo por convección hacia la boca del hogar, o bien a través de muebles tapizados de gran espesor y alfombras de lana para evitar sentir las corrientes de aire frío por la espalda y a la altura de los pies.

Diseño


Proyectar una buena estufa a leña es casi tan difícil como una buena solución acústica, de todas maneras hay ciertas proporciones que se pueden tomar en los modelos tradicionales de una boca frontal única.

Pero qué hacer con los modelos centrales abiertos a todo el ambiente o los que sobresalen con tres lados abiertos. Es difícil hacer un balance térmico, pero con el fin de orientarnos, se puede estimar que por cada m3 de ambiente, la boca del hogar debe tener 50 cm2 de abertura.

Es importante el material y a las medidas que se van a dar a la estufa y al tipo de ambiente donde será instalada, ya que no es lo mismo un lugar revocado, otro con revestimientos aislantes en las paredes, con muros de mampostería a la vista o los que se han construido con piedra natural. Cada una de estas terminaciones pueden tener más o menos absorción de calor. La planta del hogar tradicional es un trapecio, con paredes laterales abiertas en un ángulo de 30º simétricamente para cada lado. La parte posterior llega a la mitad de la altura de la boca, y se quiebra en un ángulo de 30º, hasta alcanzar 10 a 20 cm por encima del dintel, revestido el interior de ladrillos refractarios.

Para determinar las distintas dimensiones, nos guiaremos por el siguiente esquema y la tabla que lo precede.

Las salamandras


Realizadas en hierros oscuros, las salamandras están de moda, especialmente en viviendas de estilo rústico o campestre.

Son más pequeñas que los hogares y su instalación es menos complicada. Cuentan con un conducto simple, de menores dimensiones que el de los hogares y requieren menos espacio para su ubicación. A diferencia de las chimeneas, en las salamandras el conducto también es un importante difusor del calor por lo que siempre es conveniente dejarlo a la vista, y mientras más prolongado sea su recorrido hasta el techo, mayor es el aprovechamiento del calor.

La cámara de combustión, donde arde el fuego, es enteramente de metal por lo que mantiene una temperatura constante. Esto determina que su rendimiento sea alto con relación al material de combustión que utilizan.

El calor irradiado ronda los 2.000 kcal y su consumo de leña se estima en 10 kilos cada ocho horas.

Al contar con una puerta, muchas veces con ventanitas de mica, no presenta usualmente problemas de tiraje. Incluso algunos modelos tienen una entrada independiente de oxígeno.

Las más antiguas ostentan elaborados diseños en bronce, en tanto que los diseños de las más actuales son sencillos y de líneas puras, más factibles a armonizar con todos los estilos. Las hay cuadradas, redondas o de estilo. Y los modelos esquineros permiten aprovechar mejor el espacio.

Además de las típicas estructuras de hierro fundido al descubierto, las hay esmaltadas en diferentes colores, con detalles decorativos en materiales resistentes a las altas temperaturas y con distintos accesorios. Siempre son ideales para un quincho cerrado o para jardines de invierno.

Los costos de las salamandras oscilan entre los $ 240, las más económicas, y $ 700, las más grandes con detalles en bronce. A su vez, el costo de las elaboradas artesanalmente es más alto.

Las estufas de hierro fundido, pueden ser para quemar leña, carbón de leña, o adaptarse para gas. Por ello y por su gran variedad de diseño que depende del fabricante, se deben recorrer los modelos existentes.

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