EL CLIMA

Mostrando entradas con la etiqueta ESTRELLAS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ESTRELLAS. Mostrar todas las entradas

viernes, 14 de agosto de 2015

¿Le pondriamos cervantes a una estrella?

http://absfreepic.com/


http://www.agenciasinc.es/

http://www.agenciasinc.es/Quienes-somos/Licencia-CC


La Unión Astronómica Internacional (IAU) ha puesto en marcha un proceso internacional para recibir propuestas y votar cómo nombrar 20 nuevos sistemas planetarios que se han descuierto en los últimos años.

La comunidad astronómica española se ha fijado en uno de ellos: la estrella μ (leído ‘mu’) Arae o Ara y los cuatro planetas que la orbitan. El objetivo es que la estrella sea bautizada como Cervantes y los planetas se llamen como cuatro de los personajes de su obra principal: Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea.


martes, 12 de agosto de 2014

¿Sabemos algo sobre perseidas?



http://es.wikipedia.org/

http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/

Las perseidas, popularmente conocidas como las lágrimas de San Lorenzo, son una lluvia de meteoros de actividad alta. No es la mayor lluvia de meteoros, pero sí la más popular y observada en el Hemisferio Norte debido a que transcurre en agosto, mes de buen tiempo y vacacional por excelencia.

Su período de actividad es largo y se extiende entre el 16 de julio y el 24 de agosto. Su máximo es el 11 de agosto con Tasa Horaria Zenital (THZ) 100, lo que le convierte en la tercera mayor lluvia del año.

Son meteoros de velocidad alta (59 km/s) que radian de la constelación de Perseo o Perseus. Por tanto su alta declinación (58°) no permite su observación en regiones australes, ya que desde el ecuador alcanza tan sólo los 32° de altura.


martes, 23 de agosto de 2011

FUGACES






ESTRELLAS FUGACES
Estrellas fugaces" es el nombre que la gente ha usado durante muchos siglos para referirse a los meteoros, intensos flashes de luces que se mueven producidos por pequeños trozos de rocas interplanetarias y escombros colisionando e incendiándose al entrar en las capas altas de la atmósfera terrestre. Viajando a miles de kilómetros por hora, estás fragmentos de rocas se queman rápidamente por fricción con la atmósfera a una altura entre 45 y 120 kilómetros de altura sobre el suelo. Casi todos se destruyen en este proceso, y los pocos que sobreviven y alcanzan el suelo se conocen como meteoritos.
Cuando un meteoro aparece en el cielo, parece que cruza una parte del cielo muy rápidamente, y su pequeño tamaño e intenso brillo hacen que la gente piense que son estrellas. Si tienes la suerte de ver un meteorito (un meteoro que llega a alcanzar el suelo), y ver donde cae, será facil que pienses que acabas de ver una estrella caer.
Meteoro, en su uso astronómico, es un concepto que se reserva para distinguir el fenómeno luminoso que se produce cuando un meteoroide atraviesa nuestra atmósfera. Es sinónimo de estrella fugaz, término impropio, ya que no se trata de estrellas que se desprendan de la bóveda celeste.
Según la terminología adoptada en nuestros días se tienen las siguientes definiciones básicas:
  • Meteoroide: son partículas de polvo y hielo o rocas de hasta decenas de metros que se encuentran en el espacio producto del paso de algún cometa o restos de la formación del Sistema Solar.
  • Meteoro: es un fenómeno luminoso producido en la alta atmósfera por la ionización del aire causada por los meteoroides interceptados por la Tierra en sus mutuas órbitas alrededor del Sol.
  • Meteorito: son los meteoroides que alcanzan la superficie de la Tierra debido a que no se desintegran por completo en la atmósfera.
La aparición de meteoros es un hecho muy frecuente y generalmente se ven a simple vista, con excepción de los llamados meteoros telescopicos que necesitan de al menos unos binoculares para su observación. En una noche oscura y despejada se pueden detectar sin ayuda de instrumentos hasta 10 meteoros por hora, pero a intervalos irregulares (pueden pasar diez o veinte minutos sin que observe ninguno); sin embargo, en las épocas denominadas de lluvia de estrellas se llegan a observar de 10 a 60 por hora (uno cada minuto). La contaminación lumínica hace que en las ciudades sea muy difícil disfrutar de este tipo de observaciones. También la presencia de la luna, sobre todo en su fase llena, impide la observación de los meteoros.
Más raro es un fenómeno más deslumbrante: el de un bólido (meteoros de magnitud inferior a -4, la magnitud de Venus). Atraviesan rápidamente el cielo, dejan tras sí una estela luminosa y a veces estallan con un ruido análogo al de un disparo de artillería.
No todas las noches del año son igual de intensas en cuanto a meteoros. Las fechas más notables tienen lugar aproximadamente el 12 de agosto (Perseidas) y el 13 de diciembre las Gemínidas. Cada cierto número de años se repiten lluvias excepcionales en tasa de meteoros visibles por hora, como las Leónidas de 1966 y 1999.
Cuando se trata de lluvias de meteoros, las trayectorias de las diferentes estrellas fugaces parecen provenir de un mismo lugar de la esfera celeste, punto al que se da el nombre de radiante. Es un efecto de perspectiva, pues todos van paralelos, pero igual que las vías del tren, parecen converger hacia el infinito. El radiante tiene relación directa con la órbita de los meteoroides que originan la lluvia de meteoros.


sábado, 27 de febrero de 2010

ESTRELLAS FUGACES


























ESTRELLAS FUGACES

Las estrellas fugaces

Todas las noches, si tenemos un poco de paciencia y nos quedamos mirando un rato el cielo, podemos ver varias estrellas fugaces, alrededor de una decena por hora.


Las «estrellas que se caen», son en realidad pequeños trozos de roca, algunos tan pequeños como granos de arena, que están diseminados por el espacio entre los planetas moviéndose a gran velocidad. Cuando esos granitos de polvo chocan contra la atmósfera terrestre, a unos 180.000 kilómetros por hora, el roce con el aire hace que se quemen emitiendo luz y provocando ese trazo luminoso característico que es tan hermoso ver pero que tan poco dura.

Los meteoritos que podemos ver a simple vista tienen una masa de una decenas de gramos; sin embargo, se estima que caen diariamente sobre la Tierra alrededor de miles de millones de meteoritos, aunque son tan pequeños que la masa total es de alrededor de una tonelada (1.000 kilogramos).

Hay épocas en el año en que el número de estrellas fugaces que podemos ver es mucho mayor, en algunos casos llega hasta unas cincuenta por hora. Esto se debe a que la Tierra se está moviendo en una región del espacio más densamente poblada por granos de polvo, produciéndose así una «lluvia de meteoritos». Esta mayor densidad de granos de polvo en una determinada región ha sido provocada por el paso o bien por la destrucción de algunos cometas.

A lo largo de los años, los cometas van llenando su órbita de polvo, y al final de sus vidas, debido a que fueron perdiendo la materia que los forma en cada una de sus órbitas, se rompen desparramando aún más la roca y el hielo que los formaba por el espacio. Cada tanto, la Tierra cruza la que fuera la órbita de algún cometa, chocando contra los restos del mismo y provocando entonces una excepcional lluvia de meteoritos.

Al mirar el cielo en una de esas noches, las estrellas fugaces parecen todas salir de un «punto radiante», ya que por perspectiva las trayectorias paralelas de los meteoritos parecen juntarse en un mismo punto del cielo; por esa razón, se bautiza a la lluvia de meteoritos con el nombre de la constelación en la que se ubica el punto radiante.