EL CLIMA
martes, 12 de agosto de 2014
¿Sabemos algo sobre perseidas?
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Las perseidas, popularmente conocidas como las lágrimas de San Lorenzo, son una lluvia de meteoros de actividad alta. No es la mayor lluvia de meteoros, pero sí la más popular y observada en el Hemisferio Norte debido a que transcurre en agosto, mes de buen tiempo y vacacional por excelencia.
Su período de actividad es largo y se extiende entre el 16 de julio y el 24 de agosto. Su máximo es el 11 de agosto con Tasa Horaria Zenital (THZ) 100, lo que le convierte en la tercera mayor lluvia del año.
Son meteoros de velocidad alta (59 km/s) que radian de la constelación de Perseo o Perseus. Por tanto su alta declinación (58°) no permite su observación en regiones australes, ya que desde el ecuador alcanza tan sólo los 32° de altura.
Las perseidas son también conocidas con el nombre de lágrimas de San Lorenzo, porque el 10 de agosto es el día de este santo. En la Edad Media y el Renacimiento las perseidas tenían lugar la noche en que se le recordaba, de tal manera que se asociaron con las lágrimas que vertió San Lorenzo al ser quemado en la hoguera.
El registro más antiguo que se tiene de la actividad de las perseidas es del año 36 d. C., de los anales históricos chinos donde se cita un pico de meteoros en esas fechas. Pero no fue hasta 1835 cuando el astrónomo belga Adolphe Quetelet muestra que se produce una lluvia de meteoros, de forma cíclica en agosto, con su radiante en Perseo.
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La brillante superluna llena de este año no permitirá disfrutar de la lluvia de las Perseidas como en otras ocasiones, y solo las estrellas fugaces más potentes serán visibles en el cielo nocturno. Aun así, la noche del 12 al 13 de agosto es la más propicia para observarlas, ya que tendrán su máxima actividad aproximadamente entre las 02:00 y 05:00 de la madrugada.
¿Son realmente estrellas?
Las conocidas como ‘lágrimas de San Lorenzo’, por aparecer en torno a esa festividad –el 10 de agosto–, son en realidad pequeñas partículas de polvo de tamaños variados, aunque por lo general más pequeñas que un grano de arena, que va dejando por su órbita el cometa Swift-Tuttle. Este tiene un período de 133 años y la última vez que pasó cerca del Sol fue en 1992. Está previsto que se aproxime a la Tierra en el año 2126.
Cuando un cometa viaja por las regiones interiores del sistema solar, su núcleo, formado por hielo y rocas, se sublima por la acción de la radiación solar y se genera la característica cola de polvo y gas. El chorro de partículas resultante se dispersa y van quedando atrás por su órbita.
En el caso de Swift-Tuttle, sus restos se encuentran cada año por estas fechas con nuestro planeta. Las partículas de polvo, al contacto con la atmósfera terrestre, se desintegran a gran velocidad, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre de ‘meteoros’. Aunque esta noche es cuando más se producen, el fenómeno se puede apreciar desde la segunda mitad de julio hasta finales de agosto, pero en menor intensidad.
¿Por qué se llaman ‘Perseidas’?
La lluvia de Perseidas parece provenir del nordeste, concretamente de la constelación de Perseo, de ahí su nombre. La zona del cielo de donde aparentan venir todos los meteoros de una determinada lluvia de estrellas recibe el nombre de radiante. Aquí es Perseo, en el caso de las Oriónidas es la constelación de Orión, en las Leónidas es la de Leo y así sucesivamente.
Existen más de treinta lluvias de estrellas al año. Por su número de meteoros a la hora destacan las Cuadrántidas (3 enero) y las Gemínidas (14 de diciembre), que ofrecen cada una cerca de 120 estrellas fugaces por hora durante las frías noches de invierno.
¿Desde dónde se ven mejor?
En el caso de las Perseidas son alrededor de un centenar, pero como se pueden observar en verano el tiempo es más propicio para disfrutar de ellas y, como hacen muchos aficionados, formular deseos al paso de la estrella fugaz. La única recomendación es alejarse de la contaminación lumínica de pueblos y ciudades y, este año, evitar la superluna y los cielos nublados del norte de la penísula ibérica y Canarias.
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