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El travieso can se escapó de su casa en una noche de lluvia, a finales de enero de 2016. En su peligrosa aventura, cayó en un hoyo profundo y quedó sepultado durante tres días.
Su propietaria, Lisa Van Valkenburgh, emprendió enseguida su búsqueda, pero al pasar los días y no tener noticias sobre su mascota, pensó que se había ahogado en un lago cercano.
Pero al tercer día, tal y como la historia de Jesucristo, la señora caminaba por su vecindario cuando escuchó un tenue aullido salía debajo de la tierra. Desesperada, intuyó que se trataba de Maverick y avisó a las autoridades de rescate, quienes finalmente lograron sacar al animal del profundo hoyo.
Maverick estaba severamente deshidratado, había perdido unos dientes en la caída y tenía su piel con varias laceraciones. Fue llevado a un hospital veterinario, donde lo atendieron para sacarlo del crítico cuadro.
Después de varios días de tratamiento, pudo regresar a su hogar a reunirse con los otros tres perros de la familia y un gato. Este sobreviviente tiene varias historias de lucha: antes de ser adoptado por Van Valkenburgh, había sido atropellado por un carro y sobrevivió al ataque de un mapache.
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