EL CLIMA

lunes, 10 de agosto de 2015

¿Sabemos algo sobre los condes?


http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/


CONDES 


Conde (o, antiguamente, cómite o cuende) es uno de los títulos europeos con los que los monarcas muestran su gratitud a ciertas personas.


Corona condal.

Este reconocimiento suele llevar parejo un determinado tratamiento asociado al mismo pero actualmente no concede ningún tipo de privilegio, como antaño que recibían tierras o exenciones de impuestos, entre otras gracias.

Su origen está en los comités ("acompañantes del emperador") del Bajo Imperio Romano. Tenían un cargo político-administrativo con funciones militares, sobre todo en la defensa de las fronteras.

La esposa del conde o que ostenta el título es conocida como condesa.


Conde viene de la palabra latina comes que significa compañero. Entre los romanos se usó este título para designar a los que estaban al lado del emperador y le acompañaban en sus viajes y aún algunos pretenden que era ya conocido en tiempo de la república y que se daba a los tribunos, prefectos y otros que acompañaban a los procónsules y demás oficiales superiores en las provincias de sus departamentos. Mas no se ha considerado como dignidad hasta el imperio de Constantino, quien nombró condes para el servicio de tierra y de mar, para los asuntos de paz y guerra y para los de religión, entre otros. [cita requerida]

En España existieron los títulos de condes en tiempo de los godos y en los primeros siglos de la monarquía legionense fueron títulos de oficio y no de honor como actualmente. Había condes palatinos y condes de provincias. [cita requerida]

Los condes palatinos ponían el cuidado y manejo de los oficios que había en la corte y de los concernientes a la servidumbre del rey en su palacio: [cita requerida]
conde cubiculario era el camarero mayor
conde de la pincerna el Mayordomo Mayor
conde de la copa el que tenía a su cargo la despensa, mesa real y lo anejo a ella.
fuera de palacio se conocían otros, como el conde de los notarios, o chanciller mayor, y el conde de los patrimonios, o tesorero general de rentas reales.
Los condes de provincias solían reunir la jurisdicción civil, política y militar de los distritos cuyo gobierno se les confiaba y que tomaban el nombre de condados; pero estos empleos no fueron vitalicios ni hereditarios, sino temporales y al arbitrio del monarca y aún había en ellos graduación y alternativa, y como cierta escala para pasar de unos a otros, según los servicios y méritos de estos magistrados o gobernadores.
Para elegir o trasladar a los condes consultaban los reyes no solamente el mérito personal, sino también el de sus antepasados, premiándolo en sus hijos si eran capaces de desempeñar tan grave y delicado encargo. Enorgullecidos con su poder, los condes de Castilla, cuya historia es la más rica en patrañas y fábulas, fueron rebeldes en varias ocasiones y faltaron al respeto y obediencia debida a sus reyes y si no lograron sacudir el yugo de sus legítimos soberanos, les dieron mil disgustos y consiguieron - por un tácito consentimiento de ellos - hacer hereditarios sus condados: novedad política quo duró poco tiempo, pues cesó en la época de Fernando el Magno.

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