EL CLIMA

martes, 25 de agosto de 2015

CURIOSIDADES HISTORICAS


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ZERO COOL

La historia muestra que Cristóbal Colón partió del puerto de Palos, en España, el 3 de agosto de 1492, al mando de tres carabelas: La Pinta, La Niña y la Santa María, aunque se cree que en realidad esta última era una embarcacion más pequeña del tipo Nao, es un hecho que con esas embarcaciones meses más tarde, el 12 de octubre de 1492, arribaran a América.

De la Santa María, que era propiedad de Juan de la Cosa, se dice que era una nao construida en Galicia y conocida por La gallega antes de que Colón la rebautizara. Medía 78 pies de largo, 26 de ancho y tenía un calado de 7 pies, con un peso muerto de 225 toneladas.




La tripulación que llevó Colón consigo estaba formada por 30 marineros y 2 grumetes. Aunque la nao se perdió para siempre un 24 de diciembre, cuando se encalló y se hundió a la altura del actual cabo Haitien en La Española (hoy Haití). ¿Pero qué paso con las carabelas restantes?

Se dice que sólo nueve días después, el 4 de enero de 1493, Colón decidió regresar a España con las dos naves restantes, dejando en el fuerte 39 hombres armados a las órdenes de Diego de Arana. Tras dos meses de llegarón a Lisboa, Palos de la Frontera y en abril de 1493 llega a Barcelona, donde fue recibido por los Reyes Católicos.
Así en menos de cinco meses, el 25 de septiembre de 1493, sarparon en un Segundo Viaje a América, que esta vez iba con una flota con 1,500 hombres. Para que el 22 de noviembre Colón se hallará de vuelta en La Española, donde encontraría cadáveres de la mayoría de sus hombres, quienes se habían matado por problemas internos.
Así que deciden regresar a España, momento en el que La Niña fuera capturada por corsarios berberiscos. La reacción de la tripulación permitió liberar la embarcación, para llegar a España, lugar donde según historiadores terminaron convirtiendo a las dos embarcaciones en nuevos tipos de naves.
  De la publicación “Construcción de la carabela ‘La Niña’”, de la Universidad Politécnica de Cartagena, extraigo esta interesante información:
            “Una carabela es una embarcación a vela, ahora en desuso, ligera, alta y larga -hasta 30 metros-, estrecha, de aparejo redondo o latino y contaba con tres mástiles, sobre una sola cubierta y elevado castillo de popa; navegaba a 5,83 nudos (unos 10 kms. por hora). Gracias a estas características pudo afrontar con éxito los viajes a través del océano. Fue inventada por portugueses pero también fue utilizada por los españoles en sus propios viajes de exploración durante el siglo XV.
            Con este tipo de velamen, velas latinas, el pilotaje de una carabela requería mucha más destreza y conocimiento que con las embarcaciones más comunes de finales de la Edad Media y principios del Renacimiento, de las cuales la principal era la carraca o nao. Ello conllevaba una mejora significativa de la maniobrabilidad con cualquier tipo de viento; sin embargo, este tipo de vela no permite aprovechar al máximo el viento de popa como lo hacen las velas rectangulares.
            Es muy probable que las carabelas hayan evolucionado de los dhows, de las bagras o bájalas árabes, buques de tres palos con vela triangular, (trina), de cuyo nombre “la trina”, derivó el nombre de “latina”, cuando éstos se introdujeron en la Península Ibérica durante la ocupación musulmana.
            En un principio las carabelas se utilizaron como embarcaciones pesqueras. […] En los años posteriores al descubrimiento y la conquista y colonización de América, las carabelas fueron cayendo en desuso en la medida que aparecieron nuevos tipos de embarcaciones, especialmente los galeones, los cuales tenían como precedente a las naos y carracas, pero con enormes mejoras en sus prestaciones, especialmente en cuanto a capacidad de carga, resistencia y maniobrabilidad”

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