EL CLIMA

sábado, 25 de abril de 2015

¿Sabemos algo sobre sinestesia?


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En neurofisiología, sinestesia (del griego συν- [syn-], ‘junto’, y αἰσθησία [aisthesía], ‘sensación’) es la asimilación conjunta o interferencia de varios tipos de sensaciones de diferentes sentidos en un mismo acto perceptivo. Un sinestésico puede, por ejemplo, oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. No es que lo asocie o tenga la sensación de sentirlo: lo siente realmente. La sinestesia es un efecto común de algunas drogas psicodélicas, como el LSD, la mescalina o los hongos psilocibios.




Los sinestésicos perciben con frecuencia correspondencias entre tonos de color, tonos de sonidos e intensidades de los sabores de forma involuntaria. Por ejemplo, tocar una superficie más suave les puede hacer sentir un sabor dulce. Estas experiencias no son meras asociaciones, sino percepciones, y la depresión tiende a aumentar su fuerza. Otro ejemplo, asociar el color amarillo al número 7. Algunos ven colores cuando escuchan música, otros pueden sentir el sabor de las palabras. Otras personas pueden percibir la letra A de color rojo, la S de color amarillo y la Z de color negro.

Científicos de la Universidad de California sostienen que sus descubrimientos apoyan la idea de que la sinestesia se debe a una activación cruzada de áreas adyacentes del cerebro que procesan diferentes informaciones sensoriales. Este cruce podría explicarse por un fallo en la conexión de los nervios entre las distintas áreas cuando el cerebro se desarrolla en el interior del útero.

La sinestesia puede ocurrir incluso cuando uno de los sentidos está dañado. Por ejemplo, una persona que puede ver colores cuando oye palabras puede seguir percibiendo estos colores aunque pierda la visión durante su vida. Este fenómeno recibe también el nombre de "colores marcianos", término que se originó tras un caso de un sinestético que nació parcialmente daltónico pero decía ver colores 'alienígenas', que era incapaz de ver en el sentido habitual del término y que en realidad percibía debido a su sinestesia.

La primera descripción de este fenómeno la realizó el doctor G.T.L Sachs en 1812. Se da con más frecuencia entre los autistas. Algunos tipos de epilepsia provocan también percepciones sinestésicas.

Como fenómeno subjetivo, y a vista de la comunidad científica, es necesaria una explicación científica y objetiva de la sinestesia. La estabilidad de asociaciones sinestésicas se mantiene aun cuando es evaluada tras lapsos de tiempo prolongados hasta un año.

Esto ha servido como apoyo para la investigación empírica. La mayor pregunta con respecto al estudio de la sinestesia es si este hecho se debe a una asociación temprana entre estímulos o es una asociación genuinamente sensorial. Los diseños iniciales se apoyaban en modificaciones de la tarea Stroop y consistían en presentar a un sinésteta grafema-color una cartulina con un carácter impreso en tinta de color congruente o incongruente con el fotismo, es decir con la sensación sensorial secundaria asociada.

Los estímulos consistían en un cuadrado de color o un número escrito en tinta congruente o incongruente con la sensación secundaria asociada; estos fueron presentados en orden aleatorio en la pantalla de un ordenador. La tarea del sujeto consistía en nombrar el color de la tinta lo más rápido posible y donde el tiempo de reacción del sujeto fue registrado.

Como era de esperar, el sujeto sinésteta tardó significativamente más en responder en los ensayos incongruentes (797 ms, 2,8 % de errores) con respecto de los congruentes (525 ms, 1,4 % de errores) y de la línea base (545 ms, 0,0 % de errores).

Estos estudios están basados en la automaticidad que representan los sinestésicos ante la presentación de un estímulo. El mayor problema con el que se encuentran los investigadores en este ámbito es el de comprobar que los sinéstetas normalmente no hablan de asociaciones imaginadas a los colores, sabores o notas musicales sino que realmente experimentan ese fenómeno.

En otro experimento, Ramachandran y Hubbard trabajaron con matrices de grafemas que contenían una figura geométrica (rectángulo, triángulo, paralelepípedo o cuadrado) formada por agrupación de caracteres idénticos, entremezclados con otros grafemas.


En la tarea Stroop los sujetos sinéstetas perciben la figura de la izquierda como la de la derecha, donde asocian los colores a diferentes caracteres, dando lugar a lo que se conoce como segregación sensorial, y en este caso son más rápidos en diferenciar la figura oculta.
La tarea consistía en discernir la figura oculta dentro de la matriz de números. Los controles sólo acertaron en un 59,4 % de los casos. Mientras tanto, los sinéstetas discernieron la figura geométrica correctamente en un 81,25 % de los ensayos. La explicación más parsimoniosa es que en los sinéstetas los fotismos inducidos por los grafemas llevan a un efecto de segregación sensorial (pop-out) de la forma que componen. Un resultado parecido se obtendría con normales expuestos a matrices con caracteres en color real.

Los experimentos llevados a cabo demuestran que las percepciones de los sinéstetas no se deben a un efecto de la memoria o un excesivo lenguaje metafórico sino a un genuino efecto sensorial. El sinestésico segrega la percepción de los diferentes números, debido a su asociación con diferentes colores.

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