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Las mujeres en el sexo quieren que se centren en su placer. Eso es lo que buscan ellas.” La frase se escucha y se ha escuchado mucho. Pero, en verdad, ocurre todo lo contrario.
Las mujeres generalmente no quieren la atención genital de su pareja y, en muchas de sus fantasías, el hombre está cargado de ganas y deseo. Si una mujer observa que el único objetivo de su pareja es penetrarla y hacer que ella llegue al orgasmo, le produce mucha presión y ansiedad, lo cual puede hacer que se sienta cohibida e incómoda a la hora del sexo.
Esto no quiere decir que las mujeres no quieran disfrutar del sexo, sino que tienen que sentir que su pareja está disfrutando también de la relación, principalmente porque él la encuentra sexualmente atractiva y, por lo tanto, siente un deseo urgente por ella.
Las mujeres no responden bien a un hombre que intenta utilizar diferentes técnicas sexuales para convertirse en un mejor amante. Algo que ocurre habitualmente entre los llamados “machos”, pero no en los “Hombres”, así con mayúsculas.
Hay muy pocos hombres que se centran en el placer de una mujer. Quizá sea una exageración esta frase mía, pero prefiero exagerar para que la situación no pase inadvertida. Puede que desmontar este mito sexual sea mi “gran contribución a la humanidad”.
Si me dieran un peso cada vez que oigo a un hombre decirme que, “a diferencia de lo que les ocurre a la mayoría de hombres”, a él sí que le gusta practicarle sexo oral a una mujer, tendría suficiente dinero para construir una estatua a tamaño real de un hombre haciendo gozar a una mujer. Pero luego la subastaría en internet.
En definitiva, quiero que me escuchen los hombres: por mi experiencia clínica apuesto que alrededor del 80% de aquellos hombres de todas las estadísticas, sí les gusta practicarle sexo oral a sus compañeras y, además, que han “nacido para hacer gozar y disfrutar a las mujeres”.
DZ/rg
Fuente Redacción Z
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