EL CLIMA

sábado, 10 de noviembre de 2012

LIMBO





















La palabra limbo (latín: limbus )? tiene numerosas acepciones, más o menos relacionadas con su significado primario, que es borde de un vestido.
Limbo, mundo entre los vivos y los muertos. En el vocabulario de la escatología cristiana, el limbo se refiere a dos «infiernos», en el sentido de regiones periféricas del infierno:
el lugar, llamado limbo de los patriarcas, donde habrían residido las almas de los justos anteriores a la redención en la cruz hasta que fueron rescatados por Jesús tras su muerte;
un estado, después de la muerte, o un lugar, en los bordes del infierno, a donde irían los que, no habiendo cometido ningún pecado por sí mismos, cargan con la culpa del pecado original. Se llama tradicionalmente limbo de los niños.

En anatomía humana animal y vegetal:
el limbo alveolar, borde del alvéolo;
el limbo palpebral, borde anterior y posterior del reborde palpebral;
el limbo ungueal, borde de la uña enclavada en el surco epidérmico;
el limbo foliar, parte plana y visible de la hoja; generalmente ancha, recorrida por los nervios y sostenida por el pecíolo.

En astrofísica:
el limbo estelar es la región del borde en la imagen de una estrella, menos brillante que su parte central. El concepto se aplica, con el mismo significado, a cualquier astro cuya imagen se aprecia como un disco, en lugar de un simple punto. Puede hablarse, por ejemplo, del limbo lunar;
el limbo, como parte del Sextante, que indica la inclinacion respecto del horizonte;
el limbo científico.
  

En la tradición católica, el limbo es el estado o el lugar temporal de las almas de los buenos creyentes que han muerto antes de la resurrección de Jesús (limbo de los patriarcas), y el estado o lugar permanente de los no bautizados que mueren a corta edad sin haber cometido ningún pecado personal, pero sin haberse visto librados del pecado original mediante el bautismo (limbo de los niños). Teóricamente, al menos según algunas interpretaciones, y a pesar de su nombre, también irían a éste aquellos adultos que, no habiendo cometido pecado personal alguno, no hubieran tenido la oportunidad de conocer la doctrina cristiana ni ser bautizados; aunque el estado de concupiscencia provocado por el pecado original haría muy remota la posibilidad de que un caso así haya llegado a darse.
El significado de «limbo» es ‘borde’ u ‘orla’, y penetró en el lenguaje cuando se quiso indicar que los niños muertos sin pecados personales van a residir en la región fronteriza del infierno, en una especie de nivel superior, adonde no les alcanzaría el fuego. Aunque popularmente se entiende como un sitio «al que las almas van», desde el punto de vista teológico el concepto nunca estuvo completamente definido; era lo que en teología se conoce como teologúmeno. En realidad, el limbo nunca fue declarado dogma por la Iglesia (como sí lo fue el Purgatorio) si bien esta creencia fue ampliamente difundida en el mundo católico. Sí fue declarado dogmáticamente que el pecado original merece las penas del infierno, y que sólo a través del bautismo, en cualquiera de sus formas, puede ser perdonada la culpa que lo acompaña.

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