EL CLIMA

martes, 18 de septiembre de 2012

HEROES DEL JUDAISMO




Golda Meir (Meyerson) (en hebreo: גולדה מאיר‎), nacida Golda Mabovitch (Kiev, Ucrania, 3 de mayo de 1898 – Jerusalén, 8 de diciembre de 1978), fue una política, diplomática y, como estadista, la cuarta Primer Ministro de Israel.1 Fue la primera mujer en Israel 2 y tercera en el mundo en asumir tan alto cargo. Su política intransigente y su estilo de liderazgo le valió el apodo de "Dama de Hierro".1 3
Antes de ser jefa de estado fue embajadora del Estado de Israel en la Unión Soviética, Ministro de Trabajo y Ministro de Relaciones Exteriores. 4 5
Fue elegida secretaria general de Mapai en 1966 y se convirtió en líder de la oposición, así como la primera mujer en dirigir un partido político importante en Israel.6 Tras la repentina muerte de Levi Eshkol, el partido eligió a Meir como su sucesora,2 1 asumiendo el cargo el 17 de marzo de 1969.
Su mandato estuvo marcado por las luchas internas dentro del gabinete de coalición, con serios desacuerdos y conflictos. Finalmente Golda dimitió en 1974, dejando la dirección a su sucesor, Isaac Rabin.Golda fue la séptima de los ocho hijos de los Mabovitch, una familia judía tradicionalista —aunque no religiosa— y de condición muy humilde,5 radicada en Kiev, actual capital de Ucrania y por aquel entonces parte del Imperio ruso. Su niñez supo de penurias y sufrimiento: cinco de sus hermanos mayores murieron de pequeños a causa de la pobreza y las enfermedades.7 Su familia vivió en carne propia los pogromos antisemitas que asolaron a los judíos europeos a principios del siglo XX.7 En tanto su padre Moshé, un modesto carpintero, en 1903 decidió emigrar a los Estados Unidos en busca de sustento, dejando atrás a la pequeña Golda de 5 años y sus hermanas, junto a su madre autoritaria, y a sus hermanas: la pequeña Zipke, y su hermana mayor, Sheyna.8 Golda admiraba a esta última, que se había afiliado a círculos sionistas socialistas clandestinos, castigados duramente por las autoridades del Zar. Fue en ese mismo año que pogromos especialmente violentos provocaron las protestas de la comunidad judía en Rusia. La pequeña Golda, que contaba con sólo cinco años, quiso participar en las protestas, pero la familia no lo permitió.7
Con el padre lejos y sumidas en la miseria, las cuatro mujeres se marcharon a Pinsk —hoy Bielorrusia— a la casa de su familia materna en busca de mejor suerte.7 El hambre era a veces tal, que las pocas migajas alcanzaban a alimentar sólo a Tsipke. Golda Meir diría años más tarde: «Siempre sentía demasiado frío por fuera, y demasiado vacío por dentro». Cuando a todo ello se sumó el peligro de que las actividades prohibidas de Sheine amenazaran a la integridad de la familia, decidió la madre, en 1906, reunirse con el padre, y la familia emigró a Milwaukee, Wisconsin.7
Aquellos duros primeros años, fraguaron el carácter de quien recibiera mucho más tarde el apodo de «la mujer de hierro».1 3 «Llevo conmigo el complejo de los pogromos, lo reconozco» —dijo— «mi recuerdo más remoto es ver a mi padre tapando con tablas las entradas de la casa, ante la inminencia de las hordas enardecidas». Según la propia Meir, «si cabe una explicación al rumbo que tomó mi vida, es seguramente mi deseo y determinación que nunca más tuviera un niño judío que vivir semejante experiencia».
Durante el tiempo que Moshé estuvo en los Estados Unidos pudo ahorrar el dinero suficiente para reunir a toda su familia.8 Blume, la madre de Golda, abrió una tienda de comestibles en el sector norte de Milwaukee, donde la pequeña Golda quedaba al frente con tan solo ocho años cuando su madre salia al mercado a comprar provisionesDesde 1906 hasta 1912 Golda asistió a la escuela "Fourth Street School" que, en 1979, fue renombrada en su honor como "Golda Meir School ".7 A los catorce años empezó a estudiar en la escuela secundaria "North Division High School" y por las tardes ayudaba a su madre a atender la tienda. Blume, sin embargo, era de la opinión de que su hija ya tenia suficiente educación y, por lo tanto, debía dejar la escuela para casarse con un hombre mayor.8 Golda no estaba de acuerdo y después de que su madre empezara a buscarle esposo, escapó de su hogar a los 14 años. Compró un billete de tren para Denver, Colorado, y se fue a vivir con su hermana, casada con Shamai Korngold.7
Los Korngold llevaban a cabo en su casa tertulias nocturnas, donde Golda asistía a intensos debates sobre sionismo, literatura, sufragio femenino, sindicalismo y otros temas. Golda Meir escribiría en su autobiografía: «Denver fue un verdadero punto de inflexión, porque ahí es donde comenzó mi verdadera educación. En Denver, mi vida se abría ante él de verdad.»9 Fue en esas noches intelectuales que conoció a Morris Meyerson, un pintor con quien se casaría en 1917.8
En Denver, donde vivió menos de un año, estudió y realizó algunos trabajos, pero finalmente regresó a Milwaukee después de haber recibido una carta de su padre, solicitádole que vuelva al hogar.8 Regresó a los estudios en el "North Division High School", donde se graduó en 1915. Una vez allí, se convirtió en un miembro activo de la juventud de Poalei Zion, que más tarde se convertiría en Habonim, el movimiento juvenil sionista laorista. Asistió en 1916 y parte de 1917 a la Escuela normal de Wisconsin State College of Milwaukee, actualmente Universidad de Wisconsin-Milwaukee,10 y tras su graduación dictó clases en las escuelas públicas de Milwaukee.

Ya de vuelta en Milwaukee, Golda encontró a sus padres más holgados económicamente y viviendo en una casa amplia; más compenetrados con la vida comunitaria judía, y habiendo adquirido cierta posición social. Ciertamente, los años consiguieron abrir a los Mabovitch a nuevas ideas: ya no objetaron que su hija estudiara y enseñara. La joven Golda, por primera vez sin necesidades básicas que la agobiaran, pudo abocarse de lleno a lo que le apasionó desde siempre: la docencia y la actividad sionista.
Dentro de este último marco, en 1915 se afilió al movimiento juvenil sionista «Po'alei Zion» (del hebreo, "obreros sionistas"); asistió a encuentros con prominentes dirigentes sionistas, como David Ben-Gurión e Yitzjak Ben-Zvi; organizó una manifestación en Milwaukee, como acto de repudio a los pogromos antisemitas de la época en Ucrania y Polonia, en la que fue principal oradora; y fue elegida representante de su ciudad ante el Congreso Judío Estadounidense. En 1917 Golda respondió a una campaña de reclutamiento de la Legión Judía en los Estados Unidos. Grande fue su decepción cuando fue rechazada porque las jóvenes no eran aceptadas.11
Con Morris habian planeado la fecha para la boda, pero la idea original de solo una ceremonia civil, tuvo que hacer frente a la madre de Golda, que decididamente exigió una ceremonia religiosa. La boda tuvo lugar finalmente el 24 de diciembre 19177 y establecerse en Eretz Israel fue la condición que impuso Golda para realizar el matrimonio.12 Golda había planeado hacer aliyá inmediatamente después de la boda, pero sus planes fueron interrumpidos debido a que todos los servicios de viajes transatlánticos para pasajeros habían sido cancelados debido al estallido de la Primera Guerra Mundial. Fue entonces que dedicó todas sus energías a las actividades del movimiento Poalei Zion13
Poco después de su boda, comenzó una campaña de recaudación de fondos para este movimiento, durante la cual viajó por todo los Estados Unidos.12 La pareja se trasladó a Eretz Israel en 1921, ya en poder británico, junto con su hermana Sheyna y su familia.14 Finalmente sus padres les siguieron los pasos en 1926).El gran cambio en la vida de Golda Meyerson, llegaría durante 1928, cuando le fue ofrecido ocupar el cargo de directora de Moetzet HaPoalot (Concejo de mujeres trabajadoras), la rama femenina de la Histadrut. Al aceptar el puesto, que supondría numerosos viajes, Golda reconocía también la irreversibilidad de la ruptura conyugal. Se trasladó con sus hijos a un pequeño apartamento en Tel Aviv, en el que la madre durmió por largo tiempo en el sofá de la sala de estar, en tanto el padre, que quedó en Jerusalén, venía de visita los fines de semana. Poco a poco Morris y Golda se fueron distanciando, pero nunca se divorciaron formalmente;12 él moriría en 1951 de un ataque al corazón.
Entre 1932 y 1934, Meyerson fue enviada a los Estados Unidos para recaudar fondos para la causa sionista,15 estancia que aprovechó para tratar a su hija Sara de la grave insuficiencia renal que sufría. A su regreso al país se unió al Comité Ejecutivo del poderoso e influyente gremio sindical Histadrut, cargo que ocupó ininterrumpidamente hasta la creación del Estado de Israel en 1948, junto a figuras de la talla de David Ben-Gurión, Moshé Sharet y Berl Katzenelson, siendo elegida posteriormente delegada del Partido Laborista. Esta designación fue importante para la formación de su futuro rol en el liderazgo de la política israelí.16
Su historia personal, marcada a menudo por la zozobra y la precariedad, motivó que su quehacer público hiciese hincapié en dos cuestiones principales: los derechos del trabajador —y más aún, de la trabajadora—, y el auxilio a los refugiados. En 1938, como «observadora judía de Palestina» asistió a la Conferencia de Evian, convocada por el presidente de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt y llevada a cabo en Francia, que buscaba ayudar a los refugiados judíos que eran víctimas de las políticas discriminatorias antisemitas del régimen nazi en Alemania y Austria, y que eclosionó en la Noche de los cristales rotos. Golda se enfureció con la hipocresía de los 32 países occidentales invitados, que llenaron sus bocas de simpatía por los perseguidos, al tiempo que se excusaban de porqué sus países no podrían ofrecerles refugio. La única excepción fue la República Dominicana, que se comprometió a aceptar 100.000 refugiados con generosas condiciones.17 De modo similar y por motivos humanitarios, condujo la lucha en contra de las fuertes restricciones a la inmigración judía, impuestas por el Mandato inglés mediante el Libro Blanco de 1939, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial. Golda quedó muy decepcionada por el resultado de la conferencia y comentó a la prensa, "Sólo hay una cosa que espero ver antes de morir, y es que mi pueblo no necesite de manifestaciones de compasión nunca más."7
Acerca de Ernest Bevin, a la sazón ministro británico de Exteriores y acérrimo opositor a la apertura de las puertas del Mandato a los refugiados de Europa, y de su gobierno, dijo Golda Meir al cabo de los años: «No sé si este hombre era demente, o sólo antisemita, o ambos. Los responsables de la política inglesa nunca podrán perdonarnos el habernos convertido en nación sin su expreso consentimiento. No entendieron que el problema de los judíos de Europa no fue creado con el único propósito de hacer quedar mal al gobierno británico». Cuando, al concluir la guerra, se declaró en huelga de hambre para protestar contra los centros de detención británicos destinados a los sobrevivientes del Holocausto, sintetizó así su pensamiento: «El sionismo no tiene sentido, sino para rescatar a los judíos». Y agregó: «Tenemos la barriga llena contra los ingleses. Pero nuestra principal acusación, es que su Libro Blanco nos convirtió en impotentes, mientras podríamos haber salvado cientos de miles; o aunque más no fuera, decenas de miles; o incluso, ¡un solo judío!»Acabada la Segunda Guerra Mundial se agudizó la tensión entre el movimiento sionista, que exigía la independencia, y las autoridades británicas, a las que la situación en Palestina se les iba de las manos. Intentando dominar la situación, los ingleses llevaron a cabo el sábado 29 de junio de 1946, una vasta operación de allanamientos y arrestos, que incluyó a buena parte de la cúpula judía del Yishuv (conocida como el «Sábado Negro»). Ante el repentino vacío de poder, Golda Meyerson se convirtió, entre gallos y medianoche, en jefa del Departamento de Estado del comité central de la Agencia Judía, la Sojnut; o lo que es lo mismo: en la mano derecha de David Ben-Gurión —que se libró de la cárcel por encontrarse en Europa—, y virtual canciller del «Estado en camino», en lugar de Moshé Sharet, preso en los calabozos ingleses. Aun luego de la liberación de este último, Meyerson conservaría el lugar de influencia que ganó en dicha coyuntura.
En breve, se le encargó —merced a su inglés casi de cuna, cuyo inconfundible acento no perdería hasta su último día— ser principal negociadora con las autoridades inglesas, acerca del Plan de partición de Palestina. Paralelamente, se mantuvo en estrecho contacto con los principales grupos de resistencia judía armada (la «Haganá» y el «Étzel»). Luego de la histórica decisión de las Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947, por la que se creaba un estado judío y otro árabe, y frente al rechazo total de los países árabes al plan, la cúpula sionista comprendió que la guerra era inevitable, y enviaron a Meyerson a recaudar donaciones de la comunidad judía norteamericana, para financiar la compra de armamento.
En enero de 1948, el tesorero de la Agencia Judía estaba convencido de que Israel no sería capaz de recaudar más de 7-8 millones de dólares de la comunidad judía estadounidense.12 Golda, a secas, como ya se le conocía, volvió con un monto de 50 millones de dólares en su bolsillo, los que serían utilizado para comprar armas en Europa para el naciente Estado.12 Ben-Gurion describió el papel de Meir como "la mujer judía que consiguió el dinero que hizo posible la creación del Estado" que pasaría un día a los libros de historia".12
Cuatro días antes de la creación oficial del Estado, partió en delicadísima misión: de incógnito y disfrazada de mujer árabe, cruzó las líneas enemigas, para entrevistarse en Ammán, el 12 de mayo de 1948, con el rey Abdullah I de Transjordania, para instarle se abstenga de intervenir en la inminente contienda. El rey se mostró evasivo, y Golda Meyerson comprendió que la suerte ya estaba echada. Abdullah le pidió que tuviera paciencia, y que no se apresuraran a declarar la independencia. A lo que Golda le respondió: «Su Eminencia, nuestro pueblo ha estado esperando por 2000 años. ¿Podría usted llamar a eso 'prisa'?»Finalmente, y dos días más tarde, el 14 de mayo de 1948, (el día 5 de Iyar de 5708), leyó David Ben-Gurión en Tel Aviv el acta de Declaración de independencia del Estado de Israel; en tanto Golda Meyerson fue una de sus 25 firmantes, con lágrimas en sus ojos. Más tarde recordaría: «Después de firmar, lloré. Cuando yo estudiaba la historia de los Estados Unidos y leía sobre los que firmaron la Declaración de la Independencia, no podía imaginar que se trataba de gente real haciendo algo real. Y allí estaba yo, sentada y firmando de una declaración de independencia.»
Israel fue atacado al día siguiente por una coalición de ejércitos: Egipto, Siria, Líbano, Transjordania e Irak, juntamente con las fuerzas expedicionarias de otros países árabes y los movimientos guerrilleros árabes, lo que desembocaría en la Guerra de independencia de Israel. Durante la contienda, Israel detuvo la agresión coordinada árabe, lanzando luego una serie de ofensivas militares, ampliando sus posesiones territoriales.

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