EL CLIMA

miércoles, 16 de mayo de 2012

CUERO MANUFACTURAS





La manufactura del cuero tradicionalmente conocida como soguería, tuvo su origen en el río de la plata hace aproximadamente cuatro siglos. El gaucho y el indio en su necesidad primordial de dominar y adornar el caballo, compañero inseparable para ellos, son considerados los primeros artesanos del cuero crudo.

Las distintas combinaciones de dibujos y trenzas fueron copiadas de los ornamentos de las rejas de casa coloniales. Con el tiempo estas combinaciones se hicieron cada vez más resistentes y complicadas, al adecuarlas a la inmensa variedad de usos que se le daba al cuero en la colonia. Su utilización llegó a ser tan importante, especialmente en la pampa húmeda, que se puede hablar de un complejo artesanal y cultural del cuero durante prácticamente todo el siglo XIX.

Con la aparición de de la maquina cae drásticamente la utilización del caballo y el cuero, hasta por el 1940, gracias a la vocación tradicionalista de ciertos estudiosos de las artesanías en cuero, se rescatan técnicas de la soguería. Estos métodos transmitidos en forma oral por los paisanos, han mantenido toda la tradición tanto en la manufactura como en la preparación del material.

El cuero crudo en su estado natural, totalmente ecológico, sin componentes químicos que alteren su naturaleza, es un error creer que el cuero crudo es de color blanco. El cuero crudo blanco es aquel que ha perdido su capa epidérmica en el proceso del curtido.

El cuero crudo tiene el color natural del animal, con todas las características de su piel, y su color varia de acuerdo con la edad, su estado sanitario, su raza. Se logran así colores caprichosos con los cueros overos y las manchas o pecas que tuviera el vacuno.

Su proceso es tan lento y trabajoso, se retira el cuero del animal, se desgrasa, se lava del lado del pelo, se tiende sobre un caballete, se pela a cuchillo, se estaquea y se deja secar al sol para enderezar las fibras y estirar el cuero, y luego se soba, es decir que se lo hace pasar por una consistencia dura y acartonada a un estado sumamente maleable, separando sus fibras colágenas sin elementos químicos.

Los finísimos tientos con que se cose y adorna el cuero crudo son tientos de potro.

Tienen por lo general un ancho de ½ milímetro y tres décimas de espesor, medidas que varían según el trabajo que quiera realizarse. La habilidad del soguero para hacer los tientos lo mas parejo posible, es otro de lo increíbles trabajos que se necesitan para lograr una pieza de calidad.

Esta industria Rioplatense, tradicional y exclusiva, se denomina “soguearía”. Y los maestros artesanos argentinos se encargan de reivindicarlo en cada una de las piezas que sale de sus manos.

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