Hoy como siempre las islas malvinas SON ARGENTINAS
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La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino."CONSTITUCIÓN ARGENTINA, Primer disposición transitoriaEl aniversario de la Guerra del Atlántico Sur entre la Argentina y el Reino Unido por la posesión de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur está generando un debate sin precedentes en ambos países y en las mismas Islas Malvinas.
De este debate resulta cada vez más claro que los argentinos se han dado cuenta de que los isleños son actores necesarios en la discusiones, aunque no sean considerados como "partes" en un sentido jurídico estricto.
En el Reino Unido, el sector más interesado en los asuntos del Atlántico Sur advierte que, para que las relaciones bilaterales argentino-británicas mejoren sustancialmente, es necesario retomar las conversaciones sobre los aspectos prácticos vinculados con el área disputada.
La Argentina ya ha señalado la conveniencia de encarar las cuestiones medioambientales, actualizar el acuerdo sobre pesca y definitivamente evitar acciones unilaterales en materia de hidrocarburos. Los isleños, por su parte, saben que una asociación con la nación sudamericana es inevitable para que su economía resulte sustentable y se disipen las tensiones que hoy afectan a la región.
Lo expuesto, sumado a la normalización de las relaciones diplomáticas mediante el envío de embajadores a las respectivas capitales, indica que las condiciones están nuevamente dadas para retomar un diálogo que incluya todos los temas y a todos los actores interesados en el Atlántico Sur.
Las cuestiones coloniales que, además, incorporan problemas de soberanía no tienen soluciones inmediatas y absolutas. Requieren tiempos -no importa cuán prolongados estos puedan resultar- para cimentar la confianza, la dependencia mutua y el conocimiento recíproco. Si hemos comprendido todo esto, las Malvinas estarán mucho más cerca de nosotros y no más lejos.
De este debate resulta cada vez más claro que los argentinos se han dado cuenta de que los isleños son actores necesarios en la discusiones, aunque no sean considerados como "partes" en un sentido jurídico estricto.
En el Reino Unido, el sector más interesado en los asuntos del Atlántico Sur advierte que, para que las relaciones bilaterales argentino-británicas mejoren sustancialmente, es necesario retomar las conversaciones sobre los aspectos prácticos vinculados con el área disputada.
La Argentina ya ha señalado la conveniencia de encarar las cuestiones medioambientales, actualizar el acuerdo sobre pesca y definitivamente evitar acciones unilaterales en materia de hidrocarburos. Los isleños, por su parte, saben que una asociación con la nación sudamericana es inevitable para que su economía resulte sustentable y se disipen las tensiones que hoy afectan a la región.
Lo expuesto, sumado a la normalización de las relaciones diplomáticas mediante el envío de embajadores a las respectivas capitales, indica que las condiciones están nuevamente dadas para retomar un diálogo que incluya todos los temas y a todos los actores interesados en el Atlántico Sur.
Las cuestiones coloniales que, además, incorporan problemas de soberanía no tienen soluciones inmediatas y absolutas. Requieren tiempos -no importa cuán prolongados estos puedan resultar- para cimentar la confianza, la dependencia mutua y el conocimiento recíproco. Si hemos comprendido todo esto, las Malvinas estarán mucho más cerca de nosotros y no más lejos.
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