Un equipo de investigadores dirigidos por la profesora Lyn Wadley, presentó este viernes en la Universidad de Witwatersrand de Johannesburgo, el mismo día en que el estudio fue publicado en la revista Science, los resultados de las búsquedas en la cueva de Sibudu, en la provincia de Kwazulu-Natal (este).
Allí el equipo encontró los rastros conocidos más antiguos de una estera vegetal y la utilización de plantas medicinales.
Los científicos descubrieron y estudiaron literas fosilizadas, la más antigua fechada hace 77.000 años. Preservada bastante bien, está compuesta de una capa de tallos de junco y de carex (una planta de la misma familia), recubierta por una finísima capa de hojas de la planta "Cryptocarya woodii".
Son las hojas de este arbusto que contienen productos químicos con virtudes insecticidas y larvicidas y que, una vez aplastadas, tienen la propiedad de repeler los mosquitos.
"La elección de esas hojas para la construcción de las literas sugiere que los primeros ocupantes de Sibudu tenían un conocimiento preciso de las plantas de los alrededores, y que conocían sus virtudes medicinales", aseguró Lyn Wadley.
"Podría decir incluso que se trata del primer sistema de cuidados de higiene y de salud", agregó con una sonrisa la científica, subrayando que la lucha contra los mosquitos es un desafío vital en esta zona en donde el paludismo debió ser un peligro mortal durante miles de años.
Las osamentas de animales y las herramientas halladas mezcladas con juncos y hojas demuestran por otra parte que estas esteras vegetales no sólo servían como lecho sino también como espacio de vida, de trabajo y de comida lo que permitía pasar horas y criar a los niños fuera del alcance de los mosquitos y los parásitos.
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