LA HISTORIA DE LA PASTA DENTAL
Desde la antigüedad, todos los pueblos alrededor del mundo se han preocupado por el aspecto de su dentadura. La pasta de dientes tiene una historia que se remonta casi 4000 años.
La primera referencia conocida una pasta de dientes se encuentra en un manuscrito de Egipto en el Siglo IV A.C. que establece una mezcla de polvo de sal, pimienta, hojas de menta, iris y flores, era llamada clister. Para fabricarla se mezclaba además, piedra pómez pulverizada, sal pimienta agua, uñas de buey, cáscara de huevo y mirra. En Grecia y Roma, las pastas de dientes estaban basada en orina humana, porque se consideraba que ésta contenía elementos blanqueadores. El médico latino Escribonius Largus inventó la pasta de dientes con ese fin, hace ya dos mil años. Su fórmula magistral era una mezcla de vinagre, miel, sal y cristal muy machacado.
Los huesos de pescado fueron utilizados por los chinos. En la Edad Media, los árabes utilizaban arena fina y piedra pómez como ingredientes en las fórmulas utilizadas para la limpieza de los dientes, sin embargo descubrieron que el uso de estos duros abrasivos perjudicaba el esmalte dental.
En 1842, un dentista llamado Peabody fue el primero en agregar jabón a la pasta de dientes. El primer dentífrico comercializado apareció en Gran Bretaña a finales del Siglo XVIII, en presentación de polvo o pasta envasado en cerámica.
Los Mayas empleaban sustancias de origen vegetal y animal, como las raíces de la especie denominada chacmun (Rauwolfia heterophyla Willad), que aplicaban contra los dientes para tratar las caries, las molestias dentales y halitosis, según lo manifiesta Fray Bernardino de Sahagun en 1557. Con el mismo fin usaban otros analgésicos dentales como las cenizas de iguana quemada viva, el hollín pulverizado envuelto en algodón en rama, el diente de una serpiente de cascabel puesto en vinagre o la hiel de ciertas ranas. Otro medio de higiene fue el chicle, originario en las selvas del sureste mexicano, en el Gran Peten, el nombre con que los mayas conocían esta goma fue “sicte”, que significa sangre o fluido vital y los Aztecas con el nombre de “tzictli”.
En 1850, el doctor Washington Sheffield Wentworth, un cirujano dental y farmacéutico, inventó la primera pasta de dientes. El Dr. Sheffield había estado utilizando su invención, que él llamó Creme Dentifrice, en su práctica privacidad.
Lucius S. hijo del doctor Sheffield-observó los tubos metálicos utilizados para las pinturas y colocó la pasta en este tipo de envases.
Tras la Segunda Guerra Mundial, aparecieron detergentes sintéticos que sustituyeron el jabón usado en las pastas dentales, tales como Lauril sulfato de sodio y sulfato de sodio.
La pasta dental como agente anticariogénico.
La investigación del flúor en odontología tuvo su inicio en 1901, el dentista Frederick McKay, en Colorado, inició la investigación al observar que numerosos residentes presentaban manchas de aspecto desagradable y color café en sus dientes, el cual llegó a conocerse como Mancha Café de Colorado. En 1909 el renombrado Dr. G.V. Black, accedió ir a colorado Springs y colaborar con él en la búsqueda de la causa de la misteriosa enfermedad.
La pasta dental fluorada aparece en 1914 y es introducida a los países industrializados a finales de los años 60.
En 1955, las pastas dentales Crest fueron líderes en el mercado debido al reconocimiento realizado por la American Dental Association (ADA), asociación científica altamente prestigiada.
Muchas de las innovaciones en la pasta de dientes fueron después del avance del fluoruro, a partir de 1980 la atención se centró en otras dos problemáticas, el sarro y la hipersensibilidad dental. Así, alrededor de 1990 aparecen las pastas dentales dirigidas a eliminar el sarro y promover encías saludables al introducir el bicarbonato de sodio y otros ingredientes.
La pasta dental en la actualidad.
La evidente evolución científica y tecnológica de las pastas dentales nos lleva a la actualidad a observar en el mercado una amplia gama de opciones. El color, el sabor, la textura, la presentación y el precio son algunos de los parámetros en la selección de la pasta dental. Dado el gran número ingredientes utilizados para la elaboración de pastas dentales actuales, éstos se han clasificado en general de la siguiente forma.
Agentes limpiadores. Generalmente todos los productos incluyen compuestos detergentes que penetran y alojan los depósitos de la superficie del diente, favoreciendo su eliminación; el más común es el lauril sulfato de sodio.
Agentes que previenen la caries. La odontología preventiva considerada esencial la utilización del flúor debido a que ha demostrado proteger contra la caries, además de “remineralizar” las lesiones una vez que dicho mal ha aparecido. La mayoría de las pastas dentales lo incluyen. Dado que el flúor debe ser administrado en cantidades limitadas para evitar efectos negativos, como la fluorosis dental; la norma actual exige que la concentración de Luxor en una pasta dental no exceda del 0.2 por ciento. Hay estudios que sugieren limitar el contenido de flúor en productos para niños menores de seis años aún máximo de 0.05 por ciento, o bien, señalan que las pastas con mayor contenido de flúor deben emplearse en cantidades pequeñas (del tamaño de una gota) y bajo la supervisión de un adulto. Es muy importante que la pasta dental no se utilice como dulce, ya que su ingesta puede causar problemas estomacales.
Agentes que previenen el sarro. Los más comúnmente empelados son los pirofosfatos, que interfieren químicamente contra la formación del sarro, ya que bloquean los sitos receptores de las sales, responsables de ese proceso. Sin embargo, cabe mencionar que los agentes antisarro no eliminan los depósitos endurecidos, los cuales deben ser removidos mediante una limpieza profesional.
Agentes antiplaca bacteriana. La placa dentobacteriana es una película incolora y pegajosa que se forma constantemente sobre los dientes y es la causa principal de enfermedades de las encías, que puede ocasionar incluso la pérdida de los dientes. Por ello es de suma importancia la remoción constante de esta película. Entre los agentes químicos comerciales antiplaca está el Triclosan, efectivo contra una gran variedad de bacterias.
Agentes desensibilizante. La hipersensibilidad puede presentarse en sitios únicos o múltiples. Se relaciona con problemas como alguna fractura dental, nuevas caries, recurrencias de las mismas o migración de la encía que deja al descubierto zonas sensibles. Para tratar la hipersensibilidad, los dentífricos pueden incluir nitrato de potasio, citrato de sodio y/o cloruro de estroncio. Para el uso prolongado de estos productos es aconsejable la supervisión de un dentista.
Agentes pulidores o blanqueadores. Se utilizan para eliminar manchas, siendo las más frecuentemente usados la sílice, oxico de aluminio, carbonato de calcio y fosfatos de calcio, entre otros. Útiles para dentaduras muy pigmentadas y no deben emplearse cuando hay zonas sensibles expuestas. El bicarbonato de sodio también puede actuar como un abrasivo leve si se le utiliza en suficiente concentración.
Otros ingredientes. Se incluyen agentes saborizantes como la menta, la hierbabuena y otros edulcorantes artificiales; también existen humectantes que previenen la pérdida de agua en la pasta y oros que le dan cuerpo al producto, evitando la separación de sus componentes.
No deje todo su tratamiento a su pasta dental, es muy importante la valoración profesional, para indicarle cuál es el requerimiento personal de acuerdo a su salud o enfermedades dentales.
Desde la antigüedad, todos los pueblos alrededor del mundo se han preocupado por el aspecto de su dentadura. La pasta de dientes tiene una historia que se remonta casi 4000 años.
La primera referencia conocida una pasta de dientes se encuentra en un manuscrito de Egipto en el Siglo IV A.C. que establece una mezcla de polvo de sal, pimienta, hojas de menta, iris y flores, era llamada clister. Para fabricarla se mezclaba además, piedra pómez pulverizada, sal pimienta agua, uñas de buey, cáscara de huevo y mirra. En Grecia y Roma, las pastas de dientes estaban basada en orina humana, porque se consideraba que ésta contenía elementos blanqueadores. El médico latino Escribonius Largus inventó la pasta de dientes con ese fin, hace ya dos mil años. Su fórmula magistral era una mezcla de vinagre, miel, sal y cristal muy machacado.
Los huesos de pescado fueron utilizados por los chinos. En la Edad Media, los árabes utilizaban arena fina y piedra pómez como ingredientes en las fórmulas utilizadas para la limpieza de los dientes, sin embargo descubrieron que el uso de estos duros abrasivos perjudicaba el esmalte dental.
En 1842, un dentista llamado Peabody fue el primero en agregar jabón a la pasta de dientes. El primer dentífrico comercializado apareció en Gran Bretaña a finales del Siglo XVIII, en presentación de polvo o pasta envasado en cerámica.
Los Mayas empleaban sustancias de origen vegetal y animal, como las raíces de la especie denominada chacmun (Rauwolfia heterophyla Willad), que aplicaban contra los dientes para tratar las caries, las molestias dentales y halitosis, según lo manifiesta Fray Bernardino de Sahagun en 1557. Con el mismo fin usaban otros analgésicos dentales como las cenizas de iguana quemada viva, el hollín pulverizado envuelto en algodón en rama, el diente de una serpiente de cascabel puesto en vinagre o la hiel de ciertas ranas. Otro medio de higiene fue el chicle, originario en las selvas del sureste mexicano, en el Gran Peten, el nombre con que los mayas conocían esta goma fue “sicte”, que significa sangre o fluido vital y los Aztecas con el nombre de “tzictli”.
En 1850, el doctor Washington Sheffield Wentworth, un cirujano dental y farmacéutico, inventó la primera pasta de dientes. El Dr. Sheffield había estado utilizando su invención, que él llamó Creme Dentifrice, en su práctica privacidad.
Lucius S. hijo del doctor Sheffield-observó los tubos metálicos utilizados para las pinturas y colocó la pasta en este tipo de envases.
Tras la Segunda Guerra Mundial, aparecieron detergentes sintéticos que sustituyeron el jabón usado en las pastas dentales, tales como Lauril sulfato de sodio y sulfato de sodio.
La pasta dental como agente anticariogénico.
La investigación del flúor en odontología tuvo su inicio en 1901, el dentista Frederick McKay, en Colorado, inició la investigación al observar que numerosos residentes presentaban manchas de aspecto desagradable y color café en sus dientes, el cual llegó a conocerse como Mancha Café de Colorado. En 1909 el renombrado Dr. G.V. Black, accedió ir a colorado Springs y colaborar con él en la búsqueda de la causa de la misteriosa enfermedad.
La pasta dental fluorada aparece en 1914 y es introducida a los países industrializados a finales de los años 60.
En 1955, las pastas dentales Crest fueron líderes en el mercado debido al reconocimiento realizado por la American Dental Association (ADA), asociación científica altamente prestigiada.
Muchas de las innovaciones en la pasta de dientes fueron después del avance del fluoruro, a partir de 1980 la atención se centró en otras dos problemáticas, el sarro y la hipersensibilidad dental. Así, alrededor de 1990 aparecen las pastas dentales dirigidas a eliminar el sarro y promover encías saludables al introducir el bicarbonato de sodio y otros ingredientes.
La pasta dental en la actualidad.
La evidente evolución científica y tecnológica de las pastas dentales nos lleva a la actualidad a observar en el mercado una amplia gama de opciones. El color, el sabor, la textura, la presentación y el precio son algunos de los parámetros en la selección de la pasta dental. Dado el gran número ingredientes utilizados para la elaboración de pastas dentales actuales, éstos se han clasificado en general de la siguiente forma.
Agentes limpiadores. Generalmente todos los productos incluyen compuestos detergentes que penetran y alojan los depósitos de la superficie del diente, favoreciendo su eliminación; el más común es el lauril sulfato de sodio.
Agentes que previenen la caries. La odontología preventiva considerada esencial la utilización del flúor debido a que ha demostrado proteger contra la caries, además de “remineralizar” las lesiones una vez que dicho mal ha aparecido. La mayoría de las pastas dentales lo incluyen. Dado que el flúor debe ser administrado en cantidades limitadas para evitar efectos negativos, como la fluorosis dental; la norma actual exige que la concentración de Luxor en una pasta dental no exceda del 0.2 por ciento. Hay estudios que sugieren limitar el contenido de flúor en productos para niños menores de seis años aún máximo de 0.05 por ciento, o bien, señalan que las pastas con mayor contenido de flúor deben emplearse en cantidades pequeñas (del tamaño de una gota) y bajo la supervisión de un adulto. Es muy importante que la pasta dental no se utilice como dulce, ya que su ingesta puede causar problemas estomacales.
Agentes que previenen el sarro. Los más comúnmente empelados son los pirofosfatos, que interfieren químicamente contra la formación del sarro, ya que bloquean los sitos receptores de las sales, responsables de ese proceso. Sin embargo, cabe mencionar que los agentes antisarro no eliminan los depósitos endurecidos, los cuales deben ser removidos mediante una limpieza profesional.
Agentes antiplaca bacteriana. La placa dentobacteriana es una película incolora y pegajosa que se forma constantemente sobre los dientes y es la causa principal de enfermedades de las encías, que puede ocasionar incluso la pérdida de los dientes. Por ello es de suma importancia la remoción constante de esta película. Entre los agentes químicos comerciales antiplaca está el Triclosan, efectivo contra una gran variedad de bacterias.
Agentes desensibilizante. La hipersensibilidad puede presentarse en sitios únicos o múltiples. Se relaciona con problemas como alguna fractura dental, nuevas caries, recurrencias de las mismas o migración de la encía que deja al descubierto zonas sensibles. Para tratar la hipersensibilidad, los dentífricos pueden incluir nitrato de potasio, citrato de sodio y/o cloruro de estroncio. Para el uso prolongado de estos productos es aconsejable la supervisión de un dentista.
Agentes pulidores o blanqueadores. Se utilizan para eliminar manchas, siendo las más frecuentemente usados la sílice, oxico de aluminio, carbonato de calcio y fosfatos de calcio, entre otros. Útiles para dentaduras muy pigmentadas y no deben emplearse cuando hay zonas sensibles expuestas. El bicarbonato de sodio también puede actuar como un abrasivo leve si se le utiliza en suficiente concentración.
Otros ingredientes. Se incluyen agentes saborizantes como la menta, la hierbabuena y otros edulcorantes artificiales; también existen humectantes que previenen la pérdida de agua en la pasta y oros que le dan cuerpo al producto, evitando la separación de sus componentes.
No deje todo su tratamiento a su pasta dental, es muy importante la valoración profesional, para indicarle cuál es el requerimiento personal de acuerdo a su salud o enfermedades dentales.
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