EL CLIMA

viernes, 1 de julio de 2011

PRIMO DE RIVERA

PRIMO DE RIVERA
José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, III Marqués de Estella (Madrid, 24 de abril de 1903Alicante, 20 de noviembre de 1936) fue un abogado y político español, hijo primogénito del dictador Miguel Primo de Rivera y fundador y líder del partido Falange Española. Fue condenado y ejecutado por conspiración y rebelión militar contra el gobierno de la II República durante los primeros meses de la Guerra Civil Española. Su imagen fue honrada durante la guerra civil española y la dictadura franquista como icono y mártir al servicio de la propaganda del instaurado "Movimiento Nacional." Su muerte fue silenciada en el bando nacional durante dos años, recibiendo el apelativo de El Ausente. Terminada la guerra su nombre encabezó todas las listas de fallecidos de dicho bando, llegándose a poner la inscripción "José Antonio ¡Presente!" en la gran mayoría de las iglesias españolas. Es el único líder político de su período al que se conoce exclusivamente por su nombre de pila.
Hijo primogénito del que había sido presidente del Directorio entre 1923 y 1930, el general Miguel Primo de Rivera. Huérfano de madre a los 5 años, fue educado, junto a sus cuatro hermanos por una tía paterna. En su crianza se le infundieron las tendencias militarescas de su padre y las católicas de su madre y tías. Cursó bachillerato desde su casa, sin asistir a clases, instruido por profesores particulares que también le enseñaron francés y algo de inglés. Desanimado por su padre en cuanto a seguir la carrera militar, decidió estudiar Derecho en Madrid, siguiendo algunos antecedentes familiares (uno de sus abuelos fue magistrado) e influido por el hijo mayor del médico de los Primo de Rivera, Raimundo Fernández-Cuesta, que acababa de licenciarse en Derecho.
El primer año de universidad lo cursó, al igual que el bachillerato, desde su propia casa asistido por profesores particulares. El segundo año se incorpora a la vida de la universidad, donde trabó amistad con Ramón Serrano Súñer. Éste y Raimundo Fernández Cuesta se convertirían en sus albaceas testamentarios.
Tras el decreto de autonomía universitaria de 1919, que permitía las asociaciones de estudiantes, forma parte de la dirección de la recién creada Asociación de Estudiantes de Derecho, dirigida por su amigo Serrano Súñer, antagónica de la Asociación de Estudiantes Católicos, dirigida por José María Gil-Robles.[1] [2]
En 1922 termina la licenciatura brillantemente.[3] Posteriormente realiza el servicio militar en los Dragones de Santiago. En junio de 1925 se cruzó de santiaguista, cumpliendo con empeño todos los deberes de la orden religiosa y militar.[4] Siendo universitario escoge la modalidad de "voluntario de un año",[5] y termina el servicio con el grado de alférez de complemento. José Antonio Primo de Rivera vive muy de cerca el golpe de Estado que colocó a su padre al frente del gobierno. Terminado el servicio militar aún pasará varios meses ampliando sus estudios de derecho y, en abril de 1925, se da de alta en el Colegio de Abogados de Madrid y abre su propio bufete.

La dictadura y su vocación política

En 1930 participó en el proyecto político de la Unión Monárquica Nacional. El 2 de mayo de ese año aceptó el cargo de vicesecretario general del partido, con el propósito de reivindicar la memoria de su padre, atacada tanto a la caída de su Dictadura, al final de la monarquía, como durante la Segunda República (1931). En este periodo, colabora en el periódico La Nación (copropietario del mismo por herencia familiar) con artículos de carácter político, principalmente reivindicando la dictadura de su padre. En diciembre de 1931, en el prólogo del libro La Dictadura de Primo de Rivera juzgada en el extranjero, lleva a cabo un duro ataque contra los intelectuales, a los que tacha de estar bajo"el predominio de la masa", considerándolos "pseudointelectuales incalificados, incalificables y descalificados").
Primo de Rivera fracasó en su intento de obtener un escaño de diputado por Madrid en las elecciones de 1931, siendo derrotado por Bartolomé Cossío. Fue detenido en 1932 bajo la sospecha de haber colaborado con la sublevación organizada por el general Sanjurjo, hecho que él siempre negó, saliendo finalmente de la cárcel sin cargos. En 1933, en pleno auge de los movimientos fascista en Italia y nazi en Alemania, colabora en la salida de la revista El Fascio publicando un artículo titulado «Orientaciones hacia un nuevo Estado», un ataque al liberalismo político que comienza: "El Estado liberal no cree en nada, ni siquiera en sí mismo. El Estado liberal permite que todo se ponga en duda, incluso la conveniencia de que él mismo exista"; y en el que también se puede leer: "La libertad no puede vivir sin el amparo de un principio fuerte, permanente. Cuando los principios cambian con los vaivenes de la opinión, sólo hay libertad para los acordes con la mayoría. Las minorías están llamadas a sufrir y callar."[6]
Podríamos decir que nuestro personaje inició su vida política en las filas de la derecha monárquica reaccionaria y contrarrevolucionaria –en la Unión Monárquica Nacional- que agrupaba a muchos de los hombres de la que había sido el régimen de su padre, la dictadura de Primo de Rivera. Una derecha reaccionaria y contrarrevolucionaria que en términos generales le acompañaría y arroparía en su proceso de fascistización hasta la fundación misma de Falange Española en octubre de 1933 y los primeros pasos de la formación.

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