El Art déco fue un movimiento de diseño popular a partir de 1920 hasta 1939 (cuya influencia se extiende hasta la década de 1950 en algunos países), influenciando a las artes decorativas tales como arquitectura, diseño interior, y diseño gráfico e industrial, también a las artes visuales tales como la moda, pintura, grabado, escultura, y cinematografía.
Después de la Exposición Universal de 1900 de París, varios artistas franceses (como Hector Guimard, Eugène Grasset, Raoul Lachenal, Paul Follot, Maurice Dufrene, y Emile Decour) formaron un colectivo formal dedicado a las artes decorativas de vanguardia. En 1925 organizan la 'Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes' en París, estos artistas se llamaron a sí mismos los modernos; en realidad, el término Art Decó fue acuñado en la retrospectiva titulada "Les Annés 25" llevada a cabo en París en el Musée des Arts Décoratifs del 3 de marzo al 16 de mayo de 1966[1], en francés el término se escribe Art Déco y en inglés Deco.
Este movimiento es, en un sentido, una amalgama de muchos estilos y movimientos diversos del temprano siglo XX, y a diferencia del Art Nouveau se inspira en las Primeras Vanguardias. Las influencias provienen del Constructivismo, Cubismo, Futurismo, del propio Art Nouveau del que evoluciona, y también del estilo racionalista de la escuela Bauhaus. Los progresivos descubrimientos arqueológicos en el Antiguo Egipto marcaron asimismo su impronta en ciertas líneas duras y la solidez de las formas del Art Decó, afín, a la monumentalidad y elementos de fuerte presencia en sus composiciones.
Como estilo de la edad de la máquina utilizó las innovaciones de los tiempos para sus formas: las líneas aerodinámicas producto de la aviación moderna, iluminación eléctrica, la radio, el revestimiento marino y los rascacielos. Estas influencias del diseño fueron expresadas en formas fraccionadas, cristalinas, con presencia de bloques cubistas o rectángulos y el uso de la simetría. El color se nutre de las experiencias del Fauvismo. Trapezoides, facetamientos, zigzags; y una importante geometrización de las formas son comunes al Decó.
Correspondiendo a sus influencias maquinistas, el Decó se caracteriza también por los materiales que prefiere y utiliza, tales como aluminio, acero inoxidable, laca, madera embutida, piel de tiburón (shagreen), y piel de cebra. El uso de tipografía en negrilla, sans-serif o palo seco, el facetado y la línea recta o quebrada o greca (opuesto a las curvas sinuosas y naturalistas del Art Nouveau), los patrones del galón (chevrón), y el adorno en forma de sunburst son típicos del Art Decó. Ciertos patrones de ornamento se han visto en aplicaciones bien disímiles desde diseño de zapatos para señoras, a parrillas de radiadores, diseño de interiores para teatros, y rascacielos como el Chrysler Building.
Sociología
El Decó alcanzó su apogeo en los años 1920. Aunque muchos movimientos del diseño tienen raíces o intenciones políticas o filosóficas, el Art Decó era casi puramente decorativo, por lo que se considera un estilo burgués. A pesar del eclecticismo de sus influencias formales y estilísticas, el Decó es sólido y posee una clara identidad propia. No se trata de un historicismo ni de un anacronismo; es fiel a su época y deja entrever la noción futurista de la Revolución industrial. Su significación gira en torno al progreso, el ordenamiento, la ciudad y lo urbano, la maquinaria. Elegante, funcional, y modernista, el Art Decó fue un avance frente al Art Noveau, esta vez, exitoso en generar un nuevo repertorio de formas acordes a la problemática e imaginería de su tiempo.
El Art Decó era un estilo opulento, y su exageración se atribuye a una reacción contra la austeridad forzada producto de la Primera Guerra Mundial. En simultáneo a una creciente depresión económica y al fantasma del acercamiento de la Segunda Guerra había un deseo intenso por el escapismo. La gente gozó de los placeres de la vida y del Art Decó durante la 'edad del jazz'.
Decadencia
El movimiento pierde patrocinio en las metrópolis europeas y americanas mucho después de haber alcanzado una introducción masiva; al punto de ser empleado para representar falsas pretensiones de lujo. Finalmente, el estilo cae en decadencia dadas las austeridades impuestas por la Segunda Guerra Mundial.
En países coloniales o periféricos tales como India, Nueva Zelanda, Cuba, Colombia, Argentina, México, Ecuador y las Filipinas, se convirtió en una puerta de entrada al Modernismo y continuó siendo utilizado bien hasta los años 1950. En América Latina se pueden encontrar durante este periodo varios exponentes del art decó como José Fioravanti en Argentina.
Un resurgimiento del interés en el Decó vino desde exploraciones del diseño gráfico en los años 1980. Su asociación con el "film noir" en cinematografía y el encanto del glamour de los años 1930 propició su reempleo a finales de la década de 1980 en piezas publicitarias para joyería y el mundo de la moda y en la decoración de hoteles como el Hotel Fairmont y El Palacio de Bellas Artes en Ciudad de México.
Ejemplos sobrevivientes
Miami Beach (Estados Unidos), tiene una vasta colección de edificio Art Decó, con alrededor de treinta manzanas de hoteles y edificios residenciales de los años '20 a los '40. En 1979, el Distrito Histórico Art Decó de Miami Beach fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Casi todos los edificios fueron restaurados y pintados nuevamente en sus tonos pastel originales.[1]
Los Ángeles tiene también una abundante arquitectura Art Decó, especialmente sobre el Wilshire Boulevard, una arteria de importancia que sufrió un auge de la construcción durante los años '20. Algunos ejemplos notables son el Bullocks Wilshire y el Pellissier Building y Wiltern Theatre, contruidos respectivamente en 1929 y 1931. Ambos edificios han sido restaurados recientemente.[2] [3]
Algunos de los mejores ejemplos sobrevivientes del arte y la arquitectura Art Decó se encuentran en La Habana (Cuba). El Edificio Bacardí se destaca por su estilo particular,[4] que refleja los temas clásicos del Art Decó. El estilo se aplicó a las residencias, edificios de oficinas, hoteles y muchas otras clases de arte decorativo, mueblería y utensilios en edificios públicos, así como en viviendas privadas.[5]
Otro país con muchos ejemplos de una rica arquitectura Art Decó es Brasil, especialmente en Goiânia y en ciudades como Cipó (Bahia), Iraí (Rio Grande do Sul) y Río de Janeiro, especialmente en Copacabana. También en el nordeste brasileño — notablemente en pueblos pequeños como Campina Grande del estado de Paraiba — hay una cantidad notable de edificios Art Decó, un conjunto que ha sido llamado "Sertanejo Art Deco" por sus características arquitectónicas particulares.[6] El motivo por el cual este estilo tuvo tanta difusión en Brasil es que coincidió con el rápido crecimiento y los cambios económicos radicales que sufrió el país en la década de 1930. Los edificio Art Decó también abundan en Montevideo (Uruguay), con un caso notable como es el icónico Palacio Salvo, edificio más alto de Sudamérica a fines de los años '20.
En la Argentina también el Art Decó tuvo su período de auge, en la segunda mitad de los años '20. Sin embargo en las provincias, el estilo llegó más tarde y también se prolongó durante más años, llegando a fines de los años '30. El arquitecto Alejandro Virasoro fue quizás el pionero que trajo el Art Decó al país, y sus obras más recordadas con La Equitativa del Plata y la Casa del Teatro, en Buenos Aires. Pero el estilo se aplicó también a todo tipo de construcciones: edificios residenciales, de oficinas, viviendas, escuelas, cines y locales comerciales. Quizás no exista un caso verdaderamente paradigmático del Art Decó en Buenos Aires, pero es un estilo que se difundió ampliamente. En las ciudades de la Provincia de Buenos Aires, el arquitecto Francisco Salamone realizó una amplia variedad de edificios de un estilo muy particular, combinando el Decó con el futurismo, que son tomadas como un caso único.
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