ARMONIA

ARMONIA

Hola amigos, generalmente no cuesta mucho trabajo identificar a las personas que realmente tienen paz interior y viven en armonía con su Ser Interno y con el Universo.

Su manera de ser, su sonrisa, su expresión, el tono de su voz, el lenguaje extraverbal con sus manos, su cuerpo, su mirada, su actuación... nos indican enseguida que estamos frente a una persona sencilla, que no aspira a la adulación, que vive en paz.

Y generalmente ¿cómo es la vida cotidiana de alguien así?

Al despertar, lo hace alegremente, con una sonrisa, con un buen deseo para todos, se mira en el espejo, se lava y sonríe, luego trasmite esa alegría a todos en el hogar, independientemente de lo que esté sucediendo, haya o no haya dinero o problemas porque SABE que los problemas NO se van a ir quejandose, lamentandose y con una cara agria ¡al contrario se hacen mayores!

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Al cruzarte con la gente en la calle no ve ningún enemigo frente a si y a todos les muestra su mejor rostro, no mira a nadie de forma arrogante o altanera, de manera superior o prepotente, les considera hermanos, seres humanos que respiramos el mismo aire y en su mente no hay una sola idea negativa contra nadie.

Eso da mucha paz... ¡¡¡no en vano se ha dicho de los pacificadores lo mejor!!!

Una actitud que signifique querer incondicionalmente, totalmente y sin reserva alguna, el bien ilimitado de todos, desde las fuentes más profundas y más íntimas del Ser.

Esa actitud positiva significa también llamar la felicidad para que venga.

Sonreir y no albergar ningun pensamiento negativo contra nada ni contra nadie es activar la ley universal de la atracción que desde el fondo del Universo, traerá a la vida exactamente lo que se necesita, en el momento presente para crecer, avanzar y llenar la vida de alegría, paz, y sano buen humor, contagioso, armónico, deseando siempre el bien ajeno, que todos participen de ese espacio.

Cuando marchamos por la vida sin rencores, sin susceptibilidades, olvidando cualquier cosa que pudo haber sido considerado como una ofensa en el pasado, pero que no tiene por qué ocupar nuestro espacio mental, nuestra energía, nuestra vida, estamos en el camino de compartir nuestra paz interior.

No es difícil amigos.