PACTO DE AMOR ROBERTO S.
Amada mia, con las manos vacíasy los pies descalzos nació nuestroamor. Hemos sido artesanos denuestro propio andar, creamos uncamino donde se respira aroma sin espinas y donde podemos de nuestro amor disfrutar. Transformamos undébil río en un torrente que ningúnobstáculo podrá parar
Sí, mi amado, vengo a ti y te entregomi alma sin ningún rubor, hagamosde este amor nuestra casa donde los dos podamos disfrutar, que el cielosea nuestra cobija y la tierra nuestra morada de amor.
Sin haber mezclado nuestra sangrey sin anillos en nuestros dedossellamos nuestro pacto de amor.Nuestros cuerpos serán la morada donde reine la paz. No le pondremos condiciones ni cadenas a estepalpitar y con los ojos limpios podremos al cielo mirar, porquesi Dios permitió que nuestras sendas se unieran, es porque Él también amó.
Sí, desde el cielo, Él bendice nuestra unión y nos señala el camino que debemos seguir, ycuando juntos estemos amándonoscon pasión, enviará la luna para queselle esa unión y una vez másconfirmemos este hermoso pacto de amor.
Ambos, prometimos amarnos con elcorazón puro, diáfano y completo, ysiendo cómplices en este pacto deamor, llevaremos esa promesa que corre por nuestras venas hasta llegaral altar. Toma, toma mis manos para que caminemos juntos hacia el final.
Sí, amor mio, llévame de tus manospara que ellas sepan guiarme anuestro nido que algún día frutos dará.
Ven, que en mis manos tengo unapaloma de blancas plumas y ellaserá la fiel mensajera de nuestropacto de amor.
Llévame a volar contigo, alládonde las almas sólo saben amar.Y en esa libertad comprobar que yo nací para adorarte.
Amada mia, con las manos vacíasy los pies descalzos nació nuestroamor. Hemos sido artesanos denuestro propio andar, creamos uncamino donde se respira aroma sin espinas y donde podemos de nuestro amor disfrutar. Transformamos undébil río en un torrente que ningúnobstáculo podrá parar
Sí, mi amado, vengo a ti y te entregomi alma sin ningún rubor, hagamosde este amor nuestra casa donde los dos podamos disfrutar, que el cielosea nuestra cobija y la tierra nuestra morada de amor.
Sin haber mezclado nuestra sangrey sin anillos en nuestros dedossellamos nuestro pacto de amor.Nuestros cuerpos serán la morada donde reine la paz. No le pondremos condiciones ni cadenas a estepalpitar y con los ojos limpios podremos al cielo mirar, porquesi Dios permitió que nuestras sendas se unieran, es porque Él también amó.
Sí, desde el cielo, Él bendice nuestra unión y nos señala el camino que debemos seguir, ycuando juntos estemos amándonoscon pasión, enviará la luna para queselle esa unión y una vez másconfirmemos este hermoso pacto de amor.
Ambos, prometimos amarnos con elcorazón puro, diáfano y completo, ysiendo cómplices en este pacto deamor, llevaremos esa promesa que corre por nuestras venas hasta llegaral altar. Toma, toma mis manos para que caminemos juntos hacia el final.
Sí, amor mio, llévame de tus manospara que ellas sepan guiarme anuestro nido que algún día frutos dará.
Ven, que en mis manos tengo unapaloma de blancas plumas y ellaserá la fiel mensajera de nuestropacto de amor.
Llévame a volar contigo, alládonde las almas sólo saben amar.Y en esa libertad comprobar que yo nací para adorarte.
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