EL CLIMA

domingo, 20 de marzo de 2011

SIMBIOSIS




El término simbiosis (del griego: σύν syn "con"; y βίωσις biosis "vivir") hace referencia a la relación estrecha y persistente entre organismos de distintas especies. A los organismos involucrados se les denomina simbiontes.
El botánico alemán
Anton de Bary en 1873 (o 1879, según autores) acuñó el término “simbiosis” para describir la estrecha relación de organismos de diferente tipo. Concretamente la definió como «la vida en conjunción de dos organismos disimilares, normalmente en íntima asociación, y por lo general con efectos benéficos para al menos uno de ellos».[1] La definición de simbiosis se encuentra sometida a debate, y el término ha sido aplicado a un amplio rango de interacciones biológicas. Otras fuentes la definen de forma más estrecha, como aquellas relaciones persistentes en las cuales ambos organismos obtienen beneficios, en cuyo caso sería sinónimo de mutualismo.[2]
La simbiosis suele identificarse con las relaciones simbióticas mutualistas (aquellas en las que todos los simbiontes salen beneficiados) y por extensión, en sociología, puede referirse a sociedades y colectivos basados en la colectividad y la solidaridad.
La simbiosis puede clasificarse atendiendo a la relación física entre los organismos participantes:
ectosimbiosis y endosimbiosis. En la ectosimbiosis, el simbionte vive sobre el cuerpo –en el exterior- del organismo anfitrión, incluido el interior de la superficie del recorrido digestivo o el conducto de las glándulas exocrinas. En la endosimbiosis, el simbionte vive o bien en el interior de las células del anfitrión, o bien en el espacio entre éstas.
Otros contrastes extremos en simbiosis son la diferenciación entre simbiosis facultativas u obligatorias y la de simbiosis permanentes o temporales.
[3]
En cuanto a la transmisión de la simbiosis se puede distinguir entre la transmisión vertical, que es en la que existe una transferencia directa de la infección desde los organismos anfitriones a su progenie,[4] y la transmisión horizontal, en la que el simbionte es adquirido del medio ambiente en cada generación.[5]
Desde una perspectiva de los costes y los beneficios que obtienen cada uno de los participantes, las relaciones simbióticas en la naturaleza pueden clasificarse entre las de mutualismo, comensalismo y parasitismo. En el mutualismo ambas especies se benefician, en el comensalismo la relación es beneficiosa para una de ellas e indiferente para la otra, y en el parasitismo la relación es positiva para una aunque perjudicial para la otra.

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