EL CLIMA

viernes, 18 de diciembre de 2009

RECETITA








Llegan las fiestas navideñas y con ellas las copiosas comidas con familia y amigos. Este año, tres chefs de prestigio nos proponen innovar en los menús y dejar de lado los platos típicos para sorprender a los comensales.

¿Qué te parecen unas tórtolas guisadas con cebolla o un morrillo de atún rojo con nueces? Atrévete a introducir la novedad en su cocina y no dudes en congelar tus obras gastronómicas para poder compartir el máximo tiempo posible con tu familia.

Lomo de ciervo con salsa de turrón, galaxia de morrillo de atún rojo sobres círculos cósmicos de nueces, o tórtolas muy guisaditas con cebolla, son algunos de las sugerentes propuestas que recomiendan los chefs Mario Sandoval, Andoni Luis Aduriz y Jorge González.

Aduriz considera que, en estos tiempos en los que "la gente no tiene dinero", es "algo feo", "casi una obscenidad", hacer una ostentación con la comida.

Para el cocinero español comer bien no es un privilegio de ricos, sino de gente sensible que sepa elegir bien los alimentos y ponga cariño en su elaboración.

Para picar siempre tiene éxito un buen jamón español, el embutido de cerdo y un paté. Aduriz recuerda que el esfuerzo del cocinero debe empezar a la hora de seleccionar los productos que se compran.

Los platos fuertes de su propuesta son sushi de cecina de vaca con tomate, besugo asado sobre crema ligera de albahaca y finas hierbas crocantes, falso risotto de bogavante y lomo de ciervo con salsa de turrón y, para acabar, espuma de champán, corazón de cítricos y sorbete de mandarina.

Por su parte el chef Jorge González ha dado "rienda suelta a la imaginación" para la noche más larga del año, donde priman "la fiesta, el alboroto y la algarabía". El experto asegura que los comensales quedarán boquiabiertos con una esfera de hígado de pato rellena de higos secos, con infusión de rioja especiada, un fuagrás que "explota en la boca".

La propuesta de Mario Sandoval consiste en empezar con un sol de "foie" dorado sobre elipse crujiente, con corazón líquido de almendras y una constelación de mar, con navajas, percebes y berberechos.

Le seguirán un quásar de huevo incandescente con polvo de jamón ibérico y setas, una galaxia de morrillo de atún rojo sobre círculos cósmicos de nueces y una corteza planetaria de cordero lechal sobre tecla de uvas y migas crujientes de piñones.

Para terminar, algo dulce, claro: esponjoso esférico de luna plateada con aromas de flores y núcleo de chocolate con especias.

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