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El Sistema Test Hematográfico que he desarrollado a lo largo de tres décadas de trabajo es un método de investigación que nos ayuda conocer y entender las diversas formas en las que se manifiestan las enfermedades. Es como un libro abierto cuyo texto nos desvela las múltiples circunstancias que nos pueden llevar a enfermar y perder la salud.
El método consiste en dejar coagular una gota de sangre en un cristal porta y observar a través del microscopio las diversas gamas de color y formas que adopta la sangre según sean las patologías o estados de salud del individuo.
Estas diversas formas que adopta la sangre al ser observada se denominan “terreno” y múltiples enfermedades dependen de este terreno. Una misma enfermedad puede estar ubicada en uno o diversos terrenos. Una vez conocido este o estos se puede entender la enfermedad y proceder al tratamiento, que siempre dependerá de dichos terrenos.
A continuación vamos a ver las posibilidades de este sistema en relación con los problemas de tiroides.
Funcionamiento de la tiroides
La tiroides es una glándula neuroendocrina, situada justo debajo de la nuez de Adán. Pesa entre 15 y 30 gramos en el adulto y está formada por dos lóbulos en forma de mariposa a ambos lados de la tráquea.
La glándula tiroides regula el metabolismo del cuerpo, es productora de proteínas y regula la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas. A su vez participa en la producción de hormonas, especialmente Tiroxina-T4- y Triyodotironina-T3-, que regulan el metabolismo basal.
Las hormonas tiroideas tienen efectos sobre casi todos los tejidos del organismo. Aumentan la termogénesis (la capacidad de generar calor en el organismo debido a las reacciones metabólicas) y el consumo de oxígeno que son necesarios para la síntesis de muchas proteínas. También influye sobre el metabolismo de los hidratos de carbono y los lípidos
la sangre coagulada en un cristal porta adquiere diversas formas y colores, que interpretados debidamente nos ayudan a entender los caminos de la enfermedad.
Cuando alguien refiere un acontecimiento de miedo o terror emocional, suele usar una frase que lo define muy bien: “se me han puesto aquí”, echando la mano a la garganta; eso es porque en esa zona es donde está la tráquea, la faringe…y la tiroides.
De hecho hay una patología denominada Globus Hystericus que muchos autores lo achacan a reflujos gástricos que queman la garganta, pero un altísimo porcentaje está motivado por causas emocionales.
Cuando estamos afectados por una pena o melancolía, por no habernos sentido queridos o por vernos abandonados en algún momento de nuestra vida, se siente como una losa en el pecho (gota mística); nudo en la garganta que nos llevará al consumo excesivo de diversos alimentos no convenientes para nuestra salud (compensación y sedación por la comida), opresión o sensación de nudo en la garganta (globus hystericus) y deficiencia respiratoria ubicada en el pulmón izquierdo (asma emocional).
En todos estos cuadros la tiroides se verá afectada produciendo alteraciones en su función. Es decir, que en un hipo o hipertiroidismo, la mayor de las veces hay causas emocionales.
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