EL CLIMA
jueves, 2 de octubre de 2014
MITOLOGIA ANTIGUA ANNUNAKIS
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Los Anunnaki son un grupo de deidades sumerias y acadias que están relacionadas con los Anunna (véase los cincuenta grandes dioses) y con los Igigi, los dioses menores.
Según un mito babilónico y sumerio, los Anunnaki fueron los hijos de Anu, el cielo. Anu, a su vez, era hijo de los hermanos Anshar y Kishar, dioses del cielo y la tierra respectivamente. Por tanto, Anu era nieto de los dioses fangosos Lahm y Lahmu, guardianes del templo en Eridu, en el cual tuvo lugar la Creación segun el mito. Lo que convierte a los Anunnaki en los bisnietos de los guardianes del templo de la Creación.
Enlil, señor del aire e hijo de Anu, sustituyó a su padre al frente del consejo de los Anunnaki y esta decisión provocó una disputa entre él y su hermanastro Enki, el señor de la tierra, dios triton del agua dulce, de la sabiduría, considerado por muchos como un alquimista.
Los Igigi, los dioses menores, rehusaron continuar trabajando para mantener la armonía del Universo y Enki, en el Shabbat o Shappatu, creó a la humanidad para que ésta asumiera la responsabilidad de realizar las tareas que los dioses menores habían abandonado. Los Anunnaki, el alto consejo de los dioses y de Anu, fueron distribuidos por el planeta Tierra y el mundo subterráneo. Algunos de ellos fueron el propio Enki, Asaru, Asarualim, Asarualimnunna, Asaruludu, Namru, Namtillaku o Tutu.
La reinvención del término los Anunnakis surgió en 1964, tras la publicación del libro Mesopotamia antigua: retrato de una civilización muerta, del asiriólogo Adolph Leo Oppenheim, quién popularizó este concepto que fue tomado por distintos blogs y personajes del mundo esotérico y de pseudociencias de Internet.1 Por otra parte, el escritor y conferenciante británico David Icke sostiene que los anunnaki son extraterrestres que continúan controlándonos a través de los gobiernos y las grandes fortunas.
Según esta creencia, los Anunnaki fueron extraterrestres que llegaron al planeta Tierra hace 445.000 años con un propósito claro: extraer oro. Al parecer, necesitaban este mineral para restaurar la atmósfera de su planeta y protegerse de los rayos ultravioleta. Con el paso del tiempo, los Igigi, la clase de los trabajadores se amotinaron y decidieron no seguir extrayendo oro, por lo que Enki decidió crear una nueva especie para que ésta extrajera dicho mineral. Decidió extraer un óvulo de una hembra neandertal, lo fecundó con esperma anunnaki y lo volvió a introducir en la neandertal. De esta unión nacieron unos seres con poco raciocinio y muy primitivos. En otras palabras: no eran útiles para el propósito por el que habían sido creados. Decidieron entonces repetir el proceso, pero, en vez de reintroducir el óvulo en la hembra neandertal, lo introdujeron en una hembra anunnaki. Y funcionó. De esa unión surgió la especie humana y durante miles de años fueron esclavos de los anunnaki, los cuales acabaron por enseñarles conocimientos para la supervivencia y el desarrollo.
Varios ufólogos postulan que los antiguos mitos sumerios narran esta experiencia real acerca de la intervención extraterrestre. Entre otros, para Zecharia Sitchin la intervención anunnaki explicaría el porqué no se ha encontrado al conocido eslabón perdido en la cadena evolutiva humana.
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