EL CLIMA

lunes, 18 de marzo de 2013

HOY, UN GALEGO NOS CUENTA COMO HACE EL ARROZ CON LEITE A LA ASTURIANA.


















www.recetasderechupete.com


200 gr de arroz redondo (tipo bomba)
200 ml de agua
2,5 l de leche entera (si encontráis de leche de vaca cruda mejor)
1 limón grande
1 rama de canela grande
150 g de azúcar blanquilla
1 pizca de sal generosa
Mezlca de 100 g de azúcar y 10 g de canela en polvo (para el requemado final de la presentación)
A este Arroz con leite que os presento hoy le tenía un montón de ganas, tanto de compartirlo con vosotros como de prepararlo en casa, pues es el postre que más recuerdos me trae de la niñez después de las filloas de mi abuela Lucrecia.

Para mí el mejor era el que preparaba mi tía Amelia, que lo bordaba en cada celebración de cualquier índole, cumpleaños, comidas de matanza o vendimia, o simplemente porque sí (que eran las mejores veces). Su secreto era la paciencia y utilizar leche de vaca de las de verdad, ordeñada de la mañana con su nata y un sabor a leche que poco a poco voy perdiendo en el tiempo. También usaba una gran cazuela de latón de las de antaño, una cocina de leña y muchas horas. El resultado: un arroz con leche cremoso en el que el grano quedaba algo suelto en una crema con sabor a canela y limón y que al día siguiente estaba incluso más bueno.

Este es un recuerdo que conservo de cuando no tenía ni diez años y que me ha surgido de nuevo hace unas semanas cuando me he atrevido a prepararlo en casa y degustarlo como se merece. Parece que aún veo a mi tío Manolo echándome la bronca por comer el arroz super caliente de la olla. Como su receta esta ya perdida en el tiempo le pedí consejo a Carlos Noceda, asturiano de pro y algún consejo que me ha dado mi madre. Os aseguro como podéis ver en la foto que el resultado es espectacular.

Al final esta es una receta que mezcla el mejor arroz con leche asturiano con los recuerdos del gallego. El acabado con esa caramelización de azúcar y canela es un puntazo que contrasta perfectamente con el poco azúcar que lleva la receta de Carlos. La receta asturiana a diferencia de la que yo conocía es la cremosidad y el requemado de azúcar y canela. La cremosidad se consigue añadiendo más leche y alargando la cocción hasta que el arroz casi se deshace. Espero que os guste y lo preparéis en casa, seguro que os traerá los mismos recuerdos golosos que a mí, gracias Amelia por este postre humilde y que puede llegar a ser un postre sublime. Y como dice Carlos: “en Asturias, como en ninguna parte”.


PREPARACIÓN DEL ARROZ CON LECHE:

El primer paso es preparar los ingredientes con los que vamos a aromatizar la leche. Lavamos muy bien el limón y pelamos su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego nos amargue el postre. Necesitamos también un palo de canela en rama, el más grande que encontréis.

Calentamos los dos litros de leche a fuego medio casi hasta el punto de ebullición. Bajamos la temperatura y retiramos del fuego, añadimos la piel del limón y por último la rama de canela. Dejamos todo en reposo durante 5 minutos (infusionando la leche).

En otra cazuela ponemos el arroz con el agua y una pizca de sal y lo llevamos a ebullición, la sal es importante porque le da un toque muy importante, casi el secreto fundamental para que sea un auténtico arroz con leche. En cuanto el arroz haya chupado todo el agua retiramos. 

Pensad que hemos añadido poco agua y el arroz aún estará un poco duro, con este proceso conseguimos ahorrar casi media hora. Carlos sigue en su receta añadiendo a esa cazuela la leche previamente infusionada, aunque mi madre me comentó que lo mejor era pasarlo a la cazuela de la leche y hervir a muy poca temperatura el arroz. Así que siguiendo el consejo de mi madre de 10 puntos de temperatura de mi placa de inducción lo he tenido al 3 en todo momento, removiendo cada 10 minutos para que no se vaya pegando a la cazuela y que se mezclen bien los sabores.

El proceso de evaporación de la leche y que el arroz suelte el almidón que le queda será de una hora más o menos. Cuando hemos llegado a ese punto añadimos el medio litro de leche que tenemos reservado. Seguimos con la temperatura baja otra hora más, siempre removiendo para conseguir ese punto deseado de cremosidad.

Cuando consigamos que el arroz esté cremoso, teniendo en cuenta que cuando se enfríe engordará un poco, añadimos el azúcar (yo he usado poca cantidad pues con el requemado queda bastante dulce y así se puede contrarrestar). El azúcar siempre lo añadimos al final para que no se pegue, además también engordará la crema un poco
.
Para la presentación llenamos unas cazuelas o cuencos chulos que tengáis por casa, como veréis en la foto yo empleé unas cazuelas de gres de Le Creuset preciosas especiales para crema catalana, sencillas y con el tamaño justo para un postre individual. Dejamos que reposen 15 minutos.

Cuando vayamos a servir el arroz con leche quemaremos la superficie. Echamos una cucharada de azúcar mezclado con canela en polvo en la parte superior y quemamos con un soplete de cocina. Se puede usar también una pala de quemar especial para este postre, pero no es fácil de conseguir y ocupa mucho en una cocina pequeña como la mía. Así que prefiero el soplete que mantiene el arroz con leche templadito y genera esa famosa placa de azúcar crujiente. Hay gente en Asturias que le pone corteza de limón e incluso algunas gotinas de anís.

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