FABULAS Y MORALEJAS

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Dos camellos van al cielo, uno totalmente agotado, y otro como si estuviera nuevo. El cansado inicia una charla, mientras esperan su turno para hablar con un guardia de entrada, el mismo que asigna eternidades:

_ Mi vida ha sido caminar y caminar por el desierto, sin treguas.
_ La mía, en cambio, ha sido tranquila, y el único común denominador que encuentro, es la buena suerte.
_ Pues sí, qué suerte...
_ Y qué haces aquí? No quieres intercambiar vidas?
_ Cómo es eso?
_ De lo más simple, si quieres, mientras esperamos, yo te doy mi vida, y tú me das la tuya, y cada uno es juzgado según los actos del otro. Y como yo siempre tengo buena suerte, pués, que te va a tocar aquí una buena estancia. Y creo además, que esto haría un bonito equilibrio...
_ Si a tí te parece bien, yo quisiera cambiarte de vida.
_Que así sea!

Los dos camellos cambian de vida, y esperan con la vida del otro el turno de ser juzgados. Al camello cansado, le dieron una eternidad de trabajo, y al camello de la suerte, una eternidad de descanso.

Moraleja: Nunca te quejes de tu suerte.