EL CLIMA

miércoles, 3 de octubre de 2012

MITOLOGIA AGAMENON

























Agamenón (en griego antiguo Ἀγαμέμνων Agamémnôn, ‘muy resuelto’, ‘obstinado’) es uno de los más distinguidos héroes de la mitología griega cuyas aventuras se narran en la Ilíada de Homero. Hijo del rey Atreo de Micenas y de la reina Aérope, y hermano de Menelao, no está claro debido a la antigüedad de las fuentes si es un personaje histórico o puramente mítico.

Homero y varios otros escritores llaman a Agamenón hijo de Atreo, nieto de Pélope y bisnieto de Tántalo,1 2 aunque otros autores le consideran hijo de Plístenes y nieto de Atreo, en cuya casa Menelao y él habrían sido educados tras la muerte de su padre.3 4 Su madre fue según la mayoría de las fuentes Aérope, pero algunas nombran a Erífile como esposa de Plístenes y madre de Agamenón. Aparte de su hermano Menelao, tenía una hermana llamada Anaxibia, Cindrágora o Astíoque.4 5
Agamenón y Menelao fueron criados junto con Egisto, el hijo de Tiestes, en la casa de Atreo. Cuando se hicieron adultos Atreo envió a Agamenón y Menelao a buscar a Tiestes. Le hallaron en Delfos y le llevaron ante Atreo, quien le arrojó a una mazmorra. Acto seguido se ordenó a Egisto que le matase, pero éste, reconociendo a su padre, se abstuvo de tan cruel acto, mató a Atreo y, tras haber expulsado a Agamenón y Menelao, ocupó junto con su padre el trono de Micenas.6 Los dos hermanos deambularon durante un tiempo hasta llegar al fin a Esparta, donde Agamenón se casó con Clitemnestra, la hija de Tindáreo, con quien fue padre de Ifianasa (Ifigenia), Crisótemis, Laódice (Electra) y Orestes,7 y Menelao con Helena.
La forma en la que Agamenón volvió al reino de Micenas difiere según las fuentes. En Homero parece que sucediese pacíficamente a Tiestes,8 9 mientras según otros le expulsó, usurpando su trono.10 Tras convertirse en rey de Micenas, conquistó Sición asumiendo su reinado y se convirtió en el príncipe más poderoso de Grecia.11 En la Ilíada se da un catálogo de sus dominios.12 13 14 Cuando Homero atribuye a Agamenón la soberanía sobre toda Argos,8 alude este nombre aquí al Peloponeso o a su mayor parte, pues la ciudad de Argos era gobernada por Diomedes.12 Estrabón también ha señalado que el nombre Argos era usado a veces por los poetas trágicos como sinónimo de MicenasCuando Paris, el hijo de Príamo, se llevó a Helena, todos los caudillos aqueos fueron convocados para organizar un ataque contra Troya.15 Los jefes se reunieron en el palacio de Diomedes en Argos, donde Agamenón fue elegido comandante en jefe, bien como consecuencia de su mayor poder,16 14 bien porque se ganó el favor de la asamblea mediante ricos presentes.17
Tras dos años de preparativos, el ejército y la flota griegas se reunieron en el puerto de Áulide en Beocia. Agamenón había consultado previamente el oráculo sobre el asunto de la empresa y la respuesta dada fue que la guerra se desataría en el momento en el que los más distinguidos entre los griegos (Aquiles y Odiseo) riñesen.18 Una profecía parecida provino de un acontecimiento maravilloso que ocurrió mientras los griegos estaban reunidos en Áulide: cuando se ofrecía un sacrificio bajo las ramas de un árbol, un dragón salió reptando de debajo y devoró un nido del árbol conteniendo ocho polluelos y su madre. Calcante interpretó la señal como indicativa de que los griegos debían partir a luchar contra Troya durante nueve años, pero al décimo la ciudad caería. Esquilo relata un milagro diferente presagiando lo mismo. Otro suceso interesante ocurrió mientras los griegos estaban reunidos en Áulide: se dice que Agamenón mató un ciervo que estaba consagrado a Artemisa, provocando además la cólera de la diosa con palabras irreverentes, por lo que ésta envió sobre el ejército griego una peste y produjo una calma absoluta, de forma que los griegos no podían abandonar el puerto por falta de viento. Cuando los videntes declararon que la ira de la diosa no podría ser aplacada a menos que Ifigenia, la hija de Agamenón, le fuese ofrecida como sacrificio compensatorio, Diomedes y Odiseo fueron enviados a buscarla al campamento con el pretexto de que debía desposar a Aquiles. Ella accedió a acompañarles, pero en el momento en que iba a ser sacrificada fue llevada por la propia Artemisa (según otras fuentes por Aquiles) a Táuride, y otra víctima ocupó su lugar. Tras esto cesó la calma y el ejército partió hacia la costa de Troya. Sólo Agamenón tenía un centenar de barcos, además de los sesenta que había prestado a los arcadios.
En el décimo año del sitio de Troya —que es en el que comienza La Ilíada— Agamenón se halla envuelto en una disputa con Aquiles por la posesión de Briseida, que éste fue obligado a ceder a Agamenón. Aquiles se retira del campo de batalla, y los griegos son víctimas de varios desastres. Zeus envió un sueño a Agamenón para persuadirle de liderar a los griegos en la batalla contra los troyanos. El rey, para poner a prueba a los griegos, les ordenó volver a casa, lo que cumplieron de buena gana, hasta que su coraje fue reavivado por Odiseo, quien los persuadió a prepararse para la batalla.A un combate individual entre Paris y Menelao siguió una batalla en la que Agamenón mató a varios de los troyanos. Cuando Héctor desafió al más bravo de los griegos, Agamenón se ofreció a luchar contra él, pero Áyax fue elegido en su lugar por sorteo. Poco después de esto tuvo lugar otra batalla en la que los griegos fueron derrotados y Agamenón, abatido, les aconsejó emprender la huida y regresar a casa, pero los demás héroes se opusieron. Un intento de reconciliación con Aquiles fracasó, y Agamenón convocó a los jefes por la noche para deliberar sobre las medidas a adoptar. Odiseo y Diomedes fueron enviados como espías, y al día siguiente se retomó la contienda con los troyanos. El propio Agamenón volvió a ser uno de los más bravos y mató muchos enemigos con sus mismas manos. Al final, sin embargo, fue herido por Coón y obligado a retirarse a su tienda. Héctor avanzó entonces victoriosamente, y Agamenón aconsejó de nuevo a los griegos que se salvasen huyendo. Pero Odiseo y Diomedes se resistieron otra vez, y el segundo le convenció para regresar a la batalla que se libraba cerca de los barcos. Poseidón también se apareció a Agamenón con la forma de un anciano y le inspiró nuevo coraje. El apremiante peligro de los griegos indujo al fin a Patroclo, el amigo de Aquiles, a tomar parte enérgicamente en la batalla, y su muerte provocó que éste volviese a la acción, llevando a su reconciliación con Agamenón. En los juegos en honor de Patroclo, Agamenón ganó el primer premio en el lanzamiento de lanza.
Agamenón, a pesar de ser el comandante en jefe de los griegos, no es el héroe de la Ilíada, y en espíritu caballeroso, bravura y carácter es en conjunto inferior a Aquiles. Pero a pesar de ello está por encima de todos los griegos por su dignidad, poder y majestad, y sus ojos y cabeza son como los de Zeus, su faja como la de Ares y su pecho el de Poseidón. Agamenón es entre los héroes griegos lo que Zeus entre los dioses del Olimpo. Esta idea parece haber guiado a los artistas griegos, pues en varias representaciones de Agamenón aún conservadas hay una reseñable parecido con las representaciones de Zeus. El emblema de su poder y majestad en Homero es un cetro, obra de Hefesto, que Zeus había dado a Hermes y éste a Pélope, de quien descendió hasta Agamenón. Su armadura se describe en la Ilíada.

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