EL CLIMA

lunes, 1 de octubre de 2012

CABILDO ALGUNA HISTORIA

















El 11 de junio de 1580, llega Juan de Garay, quien funda por segunda vez nuestra ciudad. Según las Leyes de Indias, alrededor de una plaza, llamada Plaza Mayor, clava un Palo o Picota de la Justicia, marcando el lugar en el que debía construirse el Cabildo. Luego, con una cruz, marca el lugar de la iglesia( que es nuestra Catedral, pero que en realidad, Garay había dispuesto que la iglesia estuviera más cerca de lo que hoy es la Casa Central del Banco Nación), y finalmente marca el lugar en donde se debía construir la sede del gobierno, llamado Fuerte( donde hoy está la Casa Rosada).
El Cabildo era una institución que tenía funciones administrativas, municipales, judiciales, y de policía. La palabra “Cabildo” viene del latín “Capitulum” que significa “a la cabeza” de una región o ciudad. Nuestro Cabildo estaba a la cabeza del Virreynato del Río de la Plata, y como todos los cabildos de importancia, tenía torre ( los cabildos menos importantes, como el de Luján, no tenían torre). Se dice que el Cabildo como institución, proviene de los Moros, quienes estuvieron dominando España muchos años.
Antes de tener edificio propio, la institución del Cabildo se reunía en casa de los cabildantes, hasta que en el año 1725 empieza su construcción, bajo los planos del Padre Jesuita Andrés Bianqui. El Cabildo termina de construirse en 1752.
Durante las Invasiones Inglesas, y la Revolución de Mayo, el Cabildo es testigo importante de los mencionados hechos. Dicho Cabildo, que hemos visto hasta el cansancio en las láminas del Billiken, tenía 11 arcos con su respectiva galería, una torre y un reloj español. Con respecto a las galería, a la misma se la llamaba “Callejón de Ibáñez: según cuenta la historia, dicho callejón se encontraba en la actual Av. Cabildo, en camino del Alto a San Isidro, en donde había un tramo sinuoso con matorrales y arboles que cruzaban los terrenos de un tal Ibáñez, y más tarde de la señora de Laprida. Ese callejón era peligroso por la inseguridad que había allí en esos tiempos. De manera que, haciendo un paralelo, a la galería del Cabildo se la llamaba “Callejón de Ibáñez”, porque al tener esta institución funciones de justicia, en la galería transitaban muchos abogados con malas intenciones, los cuales ya en esa epoca eran mal mirados por sus acciones. Anteriormente, en dicha galería, se exhibían los muertos, para que fueran sus cuerpos reclamados por sus deudos: el lector se imaginará el olor fétido y la suciedad que había por la zona. Dicha costumbre fue abolida en la epoca de Rivadavia.  El primer reloj del Cabildo, paradójicamente, fue comprado por contrabando, y el vendedor de dicho reloj, tardó años en cobrarlo( menos mal que en el Cabildo se practicaba justicia!).
El Cabildo como institución, cesa sus funciones en 1821, durante el gobierno de Martín Rodríguez, y pasa a ser Casa de Justicia.
Años después, nuestro Cabildo sería víctima de varios daños y destrozos, los que detallaré a continuación.

Las reformas edilicias: la vejación de la historia

Increíblemente, todos los arquitectos que tuvieron que ver con el Cabildo, tenían apellidos que empezaban con “B”:
Andrés Bianqui( en 1725), Pedro Benoit( en 1880), Mario Buschiazzo( en 1940), y Alejandro Bustillo (1960).
Se puede decir que la primera gran reforma del Cabildo tiene que ver con su reloj: la Municipalidad de Buenos Aires, adquiere en 1860 un reloj inglés de la casa “Twaites and Reed” de Londres. Se saca el reloj español, y se lo coloca en la actual iglesia de Balvanera (actualmente se ignora su paradero). Lo curioso, es que este reloj español fue comprado en su momento de contrabando, y el que lo vendió tardó años en cobrarlo: importante paradoja, teniendo en cuenta que en el Cabildo se impartía justicia. El reloj inglés es colocado en 1861, reformando la torre del Cabildo, pues dicho reloj tenía tres esferas.
En 1879 hubo epidemia de reformas de edificios históricos, y por ley, el Cabildo no será la excepción. Se invierten 2.000.000 de pesos, y se designa al arquitecto Pedro Benoit para reformar al Cabildo en forma importante: se le agregan pisos a la torre, se le azuleja la cúpula, se reforman columnas y balcones al estilo renacentista, se ponen pisos de parquet, y se empapelan las paredes: el resultado es un verdadero adefesio.
En 1884 se aprueba una ley para iniciar la construcción de la Avenida de Mayo, y se mutila al Cabildo: se le sacan 3 arcos para que pase dicha avenida, y se demuele la torre porque al estar asimétrico el edificio había peligro de derrumbe. Al demolerse la torre, se saca el reloj inglés y se lo coloca en una de las torres de la Iglesia de san Ignacio donde se lo puede ver actualmente.
En 1931, a causa de empezar a construirse el trazado de la Av Hipólito Yrigoyen , se lo vuelve a mutilar y se le sacan otros 3 arcos del ala derecha. De esta manera, el Cabildo mutilado queda como una gran “caja de zapatos” en medio de la ciudad
Finalmente en 1933 se lo declara monumento nacional por Ley 11.688, y se le encarga al arquitecto Mario Buschiazzo remodelar el edificio y dejarlo parecido al original. Se hace una réplica de la torre original y se le pone un reloj. Lo demás, incluyendo la sala capitular y las galerías, son ambientes originales del edificio.Se reinaugura en 1940.
En 1960, el arquitecto Alejandro Bustillo remodela la Plazoleta del Cabildo y amplía el edificio construyendo la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos( ala norte).

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