EL CLIMA

lunes, 11 de junio de 2012

SCOUTISMO


El general Robert Stepbenson Smith BadenPowell comandante de una división de caballería, a fines del siglo XIX y comienzos del XX, fue uno de los más brillantes oficiales que la reina Victoria envió a luchar contra aquellos magníficos. guerrilleros que fueron. los “boers” de De Wet y de Botha, y que decididamente enfrentaron a los ingleses durante la conquista de la región de Transvaal y de Orange. La idea de los scouts inicia en el sitio a Mafeking, en África del sur, durante la Guerra de los Bóer (1899 - 1902), donde Baden-Powell servía como el oficial en jefe. Baden-Powell defendió el pueblo de los Boers holandeses (conocidos después como Afrikaners), quienes superaban a sus tropas en proporción de 8 a 1. El formó el "Cuerpo de Cadetes de Mafeking" para servir de soporte a sus tropas. El cuerpo consistía completamente en chicos voluntarios. Baden-Powell entrenó a los jóvenes en labores principalmente estratégicas más que bélicas, realizando labores como centinelas, rastreadores, ordenanzas y mensajeros en forma impecable, ayudando en la increíble defensa del pueblo durante varios meses. Y fue durante la fatigosa campaña sudafricana, que el valeroso general de caballería tuvo ocasión de mostrar los óptimos resultados que se pueden obtener, cuando al dirigirse a los jóvenes se apela a su instintiva generosidad y se demuestra tener absoluta fe en ellos, especialmente en su lealtad. Apenas terminó la guerra contra los “boers”, Baden-Powell retornó a su patria, Inglaterra, donde luego de recibir muchos honores, renunció a la vida militar y fundó, pocos años después, en 1907, un campo experimental en la isla de Brownsea. El núcleo de jóvenes que participaban en aquel campo constituyó él grupo inicial de la organización. que debían integrar, en poco tiempo, varios millones de jóvenes dispersos por todo el mundo. El mismo Eduardo VII, flamante .rey de Inglaterra, había aconsejado al fiel oficial a interrumpir la carrera militar y dedicarse totalmente a la organización de los “boy scouts”, es decir de los “muchachos exploradores”, para quienes el mismo Baden-Powell había dictado un reglamento en su libro Scouting for boys (Scoutismo para muchachos). La ley scout: El Scout ama a Dios y vive plenamente su fe. El Scout es leal y digno de toda confianza. El Scout es generoso, cortés y solidario. El Scout respetuoso y hermano de todos. El Scout defiende y valora la familia. El Scout ama y defiende la vida y la naturaleza. El Scout sabe obedecer, elige y actúa con responsabilidad. El Scout es optimista, aún en las dificultades. El Scout es económico, trabajador y respetuoso del bien ajeno. El Scout es puro y lleva una vida sana. Las normas contenidas en aquel libro, que forma parte de una obra más voluminosa intitulada Charlas de viva que, enseñan a los muchachos las reglas elementales para vivir alegre y gallardamente, en contacto con sus compañeros, formando “un carácter recto y honesto, un cuerpo sano y una conciencia siempre despierta”. Mientras los precedentes métodos de educación tenían, cual más cual menos, una forma de coacción; esta vez surgía un sistema con una base de voluntariedad por la educación, capaz de atraer a los jóvenes fuera de cualquier escuela, habituándolos a no tener en consideración un interés egoísta. Todo “boy scout” es diestro en el arte de hacer nudos, de cualquier clase que fueren. La tendencia a hacer travesuras, instintiva en todo muchacho, está orientada por las normas del “boy scout” hacia un fin de bien. Baden-Powell invita a los muchachos al gran fuego por él creado con estas palabras: “La aventura os espera en vuestra puerta, muchachos: no la dejéis escapar.” Esta innovación educativa encontró el favor de una gran cantidad de educadores, de pedagogos, de hombres políticos, y el cuerpo de “boy scouts” se convirtió pronto en una realidad efectiva con ramificaciones en Francia, Italia, Estados Unidos y otros países. En todas las naciones las manifestaciones de agrupaciones de este tipo se sucedieron de manera tal, que en poco tiempo los. “lobitos” (es decir, los niños de 8 a 12 años), los “exploradores” (los de 12 a 16 años) y los “pioneros” o rovers” (los de 17 a 21 años), se esparcieron por todos los caminos del mundo, instalando campamentos bajo la supervisión de instructores especializados que adiestraban y ayudaban a poner en práctica la “ley del explorador” que se compone de los siguientes diez artículos: 1°, el explorador considera un honor inspirar fe; 2°, es leal con la patria, con sus padres, con sus jefes y. con sus superiores en general; 3°, está siempre pronto a servir al prójimo; 4°, es amigo de todos y hermano de cada explorador; 5°, es cortés y caballero; 6°, es bondadoso con los animales; 7°, obedece inmediatamente las órdenes de sus padres y de sus superiores; , sonríe y canta aún en medio de las dificultades; 9°, es trabajador y económico; 10°, es puro de pensamientos, de palabras y de acciones. Es fácil deducir que, debido al completo respeto que se tiene por el decálogo, los exploradores formen un grupo homogéneo de jóvenes, habituados a afrontar cualquier situación y a comportarse con valor en cualquier momento por grave que fuere, y se comprende entonces el fervor que, siguiendo el ejemplo de su fundador Baden-Powell, ha armado y anima a todos aquellos que forman parte de esta hermosa realidad en el mundo entero. El desarrollo de esta organización ha sido maravilloso. Hoy en día, toda Europa, América y el Oriente cuentan con filiales importantísimas de este interesante movimiento juvenil, y el total de los “boy scouts” en todo el mundo llega a más de quince millones, quienes en el momento de inscribirse pronuncian el siguiente juramento: “Prometo por mi honor hacer todo cuanto esté a mi alcance: 1°, para cumplir mi deber para con Dios y con la patria; 2°, para ayudar a los demás en cualquier circunstancia; y 3° para observar fielmente la ley del explorador. En el año 1957 se celebró el centenario del nacimiento del general Baden-Powell.

A principios del siglo XX, en la línea Sur de los ferrocarriles del Gran Buenos Aires (hoy ex Ferrocarril Roca), trabajaban algunos ingenieros británicos que habían conocido el Movimiento Scout en Europa, o habían leído “Aids for Scouting” y los 15 fascículos de Baden-Powell de Scouting for boys” (Escultismo para Muchachos, publicado en 1908), que dieron origen al Movimiento Scout en el mundo. Estos inmigrantes, fueron quienes propiciaron la creación de Grupos Scouts en los colegios británicos, e inmediatamente se fueron abriendo grupos en colegios nacionales o en otros lugares como los cuarteles de bomberos y las comisarías.

En 1909 ya se realizaban campamentos scouts en Morón, Claypole, Gándara y en otras localidades de la provincia de Buenos Aires.

En abril de 1909 Baden-Powell, el fundador del Movimiento Scout, arribaba al país, de regreso de un viaje a Chile. Grande fue su sorpresa cuando a su arribo lo estaba esperando una Patrulla de Lomas de Zamora, precursora del actual Grupo Scout “General Galo Lavalle” de la localidad de Banfield del sur del Gran Buenos Aires. Baden-Powell se alojó como huésped de honor, en el Jockey Club de Buenos Aires. Hasta allí se acercó el secretario de la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA), Sr. Cristian Russel, y lo invitó a dar una conferencia sobre el Movimiento Scout en el salón de actos de la YMCA. Gracias a la conferencia de B-P se formó una Comisión Organizadora del Movimiento Scout en la Argentina constituida por: J.M. Dreysdale, R.F. Burney Wall, M.S. Fairlie, J. Wilson, A. Penny y C.C. Kennard.

En 1910, después de un viaje a Europa, donde se familiarizó con el método creado por Baden-Powell, Cristian Russel, acepta el cargo de Comisionado y organiza el primer Torneo Scout donde participaron jóvenes pertenecientes a Lomas de Zamora y al colegio Escocés. Rápidamente comenzaron a surgir grupos, llamados entonces “Compañías”, en los barrios de Barracas y Villa Devoto.

En septiembre de 1911, Arturo Penny, contactó al Perito Dr. Francisco Pascasio Moreno, importante personalidad del quehacer nacional, quien siendo presidente del Consejo Escolar Vº, deseaba introducir el Movimiento Scout en los colegios de Barracas. En tres meses la 3er Compañía de Barracas ( En la actualidad 3er Compañía Scout Coronel Pringles ) estaba funcionando.

Como un fenómeno incontenible empezaron a consolidarse las primeras compañías (muchas habían surgido en forma espontánea a partir de 1909), especialmente en colegios ingleses, y luego del patrocinio del Perito Moreno nacen la 1ª y 2ª Compañía de Barracas, Villa Devoto, Palermo, Belgrano, Caballito, Flores y el centro (Compañía Estrada), extendiéndose el Scoutismo en Buenos Aires y sus alrededores.

En 1912, surge la idea de crear una Asociación Nacional.

El 4 de julio de 1912, en la casa del Perito Moreno (en la calle Caseros 2841 de la ciudad de Buenos Aires donde hoy funciona el Instituto Félix Bernasconi de Parque Patricios), como medio de estimular en la vida de niños y jóvenes de la República, el gusto por las excursiones al aire libre, la observación de la naturaleza, el culto del honor, la lealtad y la honradez, el dominio y respeto de sí mismo y de los demás, el amor al prójimo, a la familia a la patria y a la humanidad, resuelven constituir la Comisión Organizadora del Movimiento Scout en el País, creando una institución que se denominará Asociación de Boy Scouts Argentinos, siendo sus autoridades :

Presidente, Dr. Francisco P. Moreno; vicepresidente: Gral. Rosendo Fraga; Tesorero: Sr. Montheit Dreysdale, Secretario: Dr. Modesto Quiroga, vocales: Gral. Angel P. Allaria, Sr. José Juan Biedma, Sr. Juan Canter, Dr. Manuel J. Corvalán, Gral. Luis Dellepiane, Sr. Ricardo Dowdall, Sr. Clemente Onelli, Gral. Pablo Richieri, Sr. Tomás Santa Coloma, Sr. Carlos Ripamonti, Cnel. Martín Rodríguez, Dr. Frank Soler, Arq. Carlos Thays, Ing. Arturo Young y Comisionado Nacional Sr. Russel Cristian.

Dos años después, el tiempo que tomó preparar el estatuto y los reglamentos, el Teniente General Ricchieri, reemplaza al Perito Moreno en la Presidencia de la Asociación. Se percibe en la sociedad un gran entusiasmo en los jóvenes por participar de las actividades.

En Noviembre de 1917 el Presidente de la Nación, el Dr. Hipólito Yrigoyen, firma el Decreto que declara a la Asociación Nacional de Boy Scouts Argentinos, como "Institución Nacional". En dicha norma se instruye a las fuerzas vivas de la comunidad, profesorado, la marina y el ejército a colaborar con dicha institución en la difusión del Movimiento Scout.

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