EL CLIMA

miércoles, 13 de junio de 2012

NIAGARA FALLS

Las cataratas del Niágara (en inglés: 'Niagara Falls') son un pequeño grupo de cascadas situadas en el río Niágara en la zona oriental de América del Norte, en la frontera entre los Estados Unidos y Canadá. Situadas a unos 236 metros sobre el nivel del mar, su caída es de aproximadamente 52 metros.
Comprenden tres cataratas: las «cataratas canadienses» (Ontario), las «cataratas americanas» (Nueva York), y las «cataratas Velo de Novia» más pequeñas. Aunque no tienen una gran altura, son muy amplias y son las más voluminosas de América del Norte, ya que por ellas pasa toda el agua de los Grandes Lagos. Entre las cataratas canadienses y las americanas se encuentra la Isla de la Cabra, Goat Island.
Desde que fueron descubiertas por los colonizadores europeos se han hecho muy populares, no sólo por su belleza sino también por ser una fuente de energía y un desafiante proyecto de conservación medioambiental. Son un lugar de turismo compartido por las ciudades de Niagara Falls (Nueva York) y Niagara Falls (Ontario).
Las raíces históricas de las cataratas del Niágara se encuentran en la glaciación, la cual culminó hace unos 10.000 años. Tanto la región de los Grandes Lagos de Norteamérica como el Río Niágara son efectos de esta glaciación continental. Fue un enorme glaciar que avanzó sobre el área oriental de Canadá como una gran excavadora moliendo rocas y suelo, removiéndolos y profundizando algunos canales de ríos hasta convertirlos en lagos. De esta manera, aquel pequeño río se convirtió en las cataratas más conocidas del mundo.El nombre «Niágara» es originario de una palabra iroquesa que significa «trueno de agua». Los habitantes originarios de la región eran los ongiara, una tribu iroquesa llamada los neutrales por los conquistadores franceses, quienes encontraron en ellos ayuda como mediadores de disputas con otras tribus.
Existe controversia sobre quién fue el primer europeo en dar una descripción escrita sobre las cataratas. La zona fue visitada por Samuel de Champlain en 1604. Miembros de su grupo le informaron de la existencia de unas cataratas espectaculares, que fueron mencionadas en su diario de viaje, pero nunca vistas por él. Algunos afirman que el naturalista Pehr Kalm hizo la primera descripción de las cataratas durante una expedición al área a comienzos del siglo XVIII. Sin embargo, la mayoría de los historiadores concuerdan en que el padre Louis Hennepin las observó y describió mucho antes, en 1677, después de haber viajado a la zona con el explorador René Robert Cavelier de La Salle. Hennepin también fue el primero en describir las cataratas de San Antonio en Minnesota.
Durante el siglo XIX el turismo las popularizó y era el área más industrializada a mitad de siglo. La demanda por observarlas hizo que en 1848 se construyera un puente para peatones y luego el Puente de Suspensión del Niágara de Charles Ellet. Éste fue reemplazado por el Puente de Suspensión de las Cataratas del Niágara de John Augustus Roebling en 1855. En 1886 Leffert Buck reemplazó el puente de Roebling, construido en madera y piedra, por uno en donde predomina el acero, que aún hoy día lleva una línea férrea sobre las cataratas. El primer puente de acero cercano a las cataratas fue completado en 1897, hoy conocido como Whirlpool Rapids Bridge. Tiene paso para vehículos, trenes y peatones entre Canadá y los Estados Unidos justo por debajo de las cataratas. En 1941 se completó el tercer paso con el puente Rainbow Bridge, que permite el tránsito de vehículos y de peatones.
Especialmente después de la Primera Guerra Mundial, el turismo tuvo un crecimiento explosivo, ya que los automóviles hacían la llegada hasta las cataratas mucho más fácil. La historia de las cataratas del Niágara en el siglo XX es en gran parte la de los esfuerzos tendientes a aprovechar la energía de las cataratas para producir energía hidráulica y controlar el crecimiento descontrolado tanto del lado norteamericano como canadiense, que amenazan la belleza natural del lugar.Durante los dos primeros siglos posteriores al asentamiento europeo en la zona, las tierras a ambos lados de las cataratas eran de propiedad privada. El desarrollo de la región amenazaba la belleza natural del sitio y en ocasiones los visitantes debían pagar para poder ver las cataratas a través de un agujero en una cerca. En 1885 las autoridades de Canadá y los Estados Unidos comenzaron a adquirir las tierras adyacentes con vistas a la preservación del lugar. En Nueva York, el artista Frederick Church y el paisajista Frederic Law Olmsted encabezaron el movimiento "Free Niagara", el cual persuadió al estado de Nueva York para comprar las tierras bajo garantía de hacer una reserva estatal. Ese mismo año, la provincia canadiense en Ontario estableció el parque Queen Victoria Niagara Falls Park con los mismos propósitos. Ambas organizaciones han conseguido notables éxitos en operaciones para restringir el desarrollo en ambos márgenes de las cataratas y el río Niágara. En el lado canadiense, la Niagara Falls Commission regula el uso de las tierras a lo largo del curso del río Niágara, desde el lago Erie hasta el lago Ontario.


Las cataratas estadounidenses cuando se desvió el caudal del río Niágara en 1969.
Hasta el presente, las cataratas fueron retirándose hacia el sur con un ritmo de 0,6 a 3,0 metros por año, debido a la erosión. Este proceso se inició lentamente por el desvío de cantidades cada vez mayores del flujo del río Niágara hacia las plantas hidroeléctricas instaladas en ambos lados del río. El 2 de enero de 1929 Estados Unidos y Canadá llegaron a un acuerdo sobre el plan de acción para preservar las cataratas. En 1950 firmaron un tratado llamado Niagara River Water Diversion treaty, que considera el tema de la desviación del agua.
Además de los efectos por la desviación de agua, los esfuerzos para el control de la erosión han incluido la construcción de diques subacuáticos para redireccionar las corrientes más dañinas y la consolidación mecánica de la cima de las cataratas. El trabajo más complejo fue llevado a cabo en 1969, cuando el río Niágara fue desviado completamente de las cataratas estadounidenses durante varios meses, interrumpiendo una de las caídas de agua. Mientras que las cataratas canadienses absorbían el flujo de agua extra, un grupo de ingenieros estudiaron el lecho del río y trabajaron en él para retrasar la erosión. Un proyecto para quitar grandes cantidades de fragmentos de rocas depositados en 1954 fue abandonado debido al alto costo de la operación.
Las cataratas del Niágara de noche se admiran más desde el lado canadiense, pues luces artificiales iluminan ambos lados durante varias horas después del ocaso.
En el lado estadounidense, la Cueva de los Vientos conduce a los excursionistas a un punto debajo de la caída de agua Velo de Novia. El Niagara Scenic Trolley ofrece viajes guiados a través de las cataratas estadounidenses.
En el lado canadiense, el Parque Reina Victoria posee plataformas que ofrecen una espectacular vista a las cataratas estadounidenses y canadienses. También hay senderos que conducen a observatorios que producen la ilusión de estar bajo las cataratas. La cubierta de observación cercana a la Torre Skylon ofrece la vista más elevada sobre las cataratas y, hacia el otro lado, unas espectaculares vistas de la ciudad de Toronto.
Junto con la Konica Minolta Tower, es una de las dos torres en Canadá con vista a las cataratas. En el río Niágara, la empresa Niagara River Recreational Trail recorre 32 kilómetros, desde el fuerte Erie hasta el fuerte George, e incluye muchos sitios históricos relacionados con la Guerra de 1812. Los cruceros Maid of the Mist llevan pasajeros por debajo de las cataratas desde 1846. El Spanish Aerocar, construido en 1916 a partir del diseño del ingeniero español Leonardo Torres Quevedo es un cablecarril que lleva pasajeros desde el lado canadiense hasta debajo de las cataratas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario