Guillermo Brizuela Mendez
Guillermo asomo en la pantalla el 17 de octubre de 1951, el dia que nacio la TV en la Argentina.
Brizuela Méndez fue una de las caras más populares de la televisión argentina en blanco y negro. Que ofició como locutor en exteriores durante la primera transmisión oficial de TV, el 17 de octubre de 1951. Ni que en marzo de este año, después de más de veintitantos de convivencia, se había decidido a llevar al altar a Pierina Pironini, una de sus primeras novias.
Guillermo Brizuela Méndez nació en General Pirán, provincia de Buenos Aires, en noviembre de 1922. Pero era demasiado coqueto como para reconocerlo abiertamente y sorteaba la pregunta bromeando: "Hace muchísimos años que soy joven". Se crió en Mar del Plata y fue mensajero del correo antes de llegar, casi por casualidad, a probarse en una radio marplatense en 1946.
Un día faltó un compañero y él tuvo que relatar una carrera de Fórmula Uno en la que corría Juan Manuel Fangio. Pocos meses después Jaime Yankelevich, pionero de la radiotelefonía local, lo llevaba a trabajar a Radio Belgrano de Buenos Aires. El paso a la TV fue algo natural: "Conducía El gran té danzante de Palmolive en el aire, y un día al final del programa Yankelevich se acercó y me pidió: Mañana venite con corbata". Corría 1950 y se estaban ensayando las primeras transmisiones experimentales de TV. Por eso cuando el Día de la Lealtad lo destinaron a cubrir desde un móvil en el Banco Nación el acto presidido por Eva Perón, Brizuela era todo un experto en ese asunto del video.
Las estrellas de aquella televisión chiquita e intuitiva, a la que los actores serios miraban todavía con recelo, eran los locutores. Y si tenían un poco de pinta, gracia, desfachatez y bigote anchoíta como El Negro Brizuela Méndez, mejor. Bailaban, cantaban, animaban los programas, decían las noticias y los avisos en vivo. Ellos eran la tele.
Entre 1950 y 1960, su época dorada, condujo el legendario Tropicana Club con Beba Bidart, Angel Eleta y Osvaldo Miranda. Actuó con Tato Bores y Dringue Farías en La familia Gesa. Con Nelly Prince dieron vida a los dos memorables payasos en Ahí viene el circo, de Hugo Moser. Y desde 1962 animó con Colomba La feria de la alegría. Dicen que en su programa Escuela de locutores Alberto Olmedo se inspiró para inventar a Rucucu.
En ese período también filmó junto a los más grandes del cine nacional: Vida nocturna con José Marrone, De noche también se duerme, con Olga Zubarry y Roberto Escalada, y Luces de candilejas, con Amelita Vargas y Alberto Castillo.
Entre los 70 y 80, aunque integraba elencos humorísticos como Matrimonios y algo más o Porcelandia, su figura se iba alejando de la masividad. Trabajó en las FM Santa Rita de Boulogne, FM 88 de Vicente López y FM Convivencia de Ciudadela hasta que volvió a Radio El Mundo en 1996, al frente del ciclo El mundo del chamamé (durante la semana había grabado la emisión que salió al aire este sábado).
Hacía una década que no frecuentaba la televisión (en 1986 animó El gran baile, ciclo auspiciado por Johnny Allon que se anticipó a la moda de las bailantas) cuando volvió en abril de este año con Teleganas, junto a Andrés Percivale y Gisella Barreto. El ciclo, que iba por ATC, se levantó a los pocos meses.
"Estuve en televisión durante 30 años sin parar, hasta que no me llamaron más", decía en su última nota a Clarín. "Cada vez que voy de invitado a algún programa me dicen que soy el maestro, y cuando me voy salgo convencido de que lo soy porque vivo con el presupuesto de un maestro".
El parte médico, redactado poco después de las 3 de la madrugada del domingo 31 de agosto de 1997, dice simplemente que Guillermo Brizuela Méndez, que había ingresado a la 1.45 a la guardia del Hospital Alemán, "sufrió un infarto agudo de miocardio que le provocó la muerte".
Fuente: Diario Clarín
Pinky
Pinky
Figura en la guía Guiness de récords mundiales por las 34.000 horas de permanencia frente a cámaras.
Pinky o según su documento Lidia Elsa Satragno, es periodista, actriz, locutora y productora. Es un referente obligado si se quiere hablar de la creación e historia de la televisión argentina. Figura en la guía Guiness de récords mundiales por las 34.000 horas de permanencia frente a cámaras, pero eso como toda estadística no dice mucho. Pinky fue precursora en todo sentido. Comenzó haciendo una publicidad y pasó a ser protagonista total de la televisión argentina cuando todo estaba por inventarse.
En agosto del 56 comenzó su historia en los medios haciendo una publicidad de vinagre Alcázar. Había visto televisión sólo una vez en su vida y ni siquiera tenía un aparato en su casa. De un día para el otro se convirtió en la mujer más famosa del país. Aparecía en la pantalla 22 veces por día. En los comienzos todo iba en vivo, hasta los comerciales que ella también interpretaba, lo que la sumergía en una carrera loca entre distintos estudios y cambios de vestuario y peinados. En el 58 ya tenía su propio programa Buenos días Pinky. Llegó a ser la estrella mejor paga de la televisión argentina. En el 61 debuta haciendo entrevistas en el periodístico Nosotros con Bernardo Neustadt. También condujo noticieros en distintos canales.
En el 79 inauguró las transmisiones en color con un programa especial por Canal 13. Entre el 73 y el 78 no estuvo en pantalla. El regreso fue con Con sabor a Pinky y luego Pinky y las noticias.
En octubre del 74 las huestes de López Rega llegaron al entonces Canal 11, ametralladoras en mano. Era la intervención del gobierno a los canales de televisión. La censura caía una vez más asfixiando a los medios de comunicación del país, ése fue el último día en el noticiero para Pinky. En otra ocasión cuando estaba en Canal 13 haciendo el informativo, Adolfo Pérez Esquivel ganó el Premio Nobel de la Paz, pero no podía decirse, Pinky comenzó el noticiero dando la noticia del galardón, bajo la amenza de que sería su último día y así lo fue.
Ganó un Martín Fierro por su programa La década del 60 que iba por el antiguo Canal 2 en el 88. Cuatro años más tarde vuelve a la TV con Parece que fue ayer junto a Enrique Llamas de Madariaga.
Fuente: Famosos conectados a Clarín
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