Nada de lo que hacemos agradará a los que no valoran la vida, la fe y la esperanza.
tú debes ser mejor cada día, nunca lograrás complacer a todos, eres una persona única y no hay otra que haga o piense como tú.
-Debemos pensar que si hacemos mal recibiremos lo mismo, más amor- Vive en armonía contigo mismo. Se feliz y deja que el mundo lo sea, perdona a todos y ama a los que están a tu lado. Es lo mejor que podemos hacer cada día que pasa. Todo cuanto ahoga hagamos por los demás, | |
Intentamos que todos y cada persona que componen nuestro mundo sean buenas personas, ya con eso debemos darnos por pagados.
La vida ya es demasiado complicada |
Algunas personas acostumbran esperar siempre lo peor, en un esfuerzo por evitar sentirse decepcionados. Pero esperando lo peor también te concentras en ello y lo visualizas, encaminándote de esa manera tú solito, en una dirección negativa.
Una estrategia más positiva y efectiva es la de esperar lo mejor. Y luego construir a partir de esa expectativa, basándote en una adecuada preparación y en acciones concretas.
Espera lo mejor y visualiza, con lujo de detalles, tu propia participación en ello. Eso te coloca en un estado mental fuerte y positivo, te orienta en dirección al éxito y da vida a tus expectativas.
Esperas lo mejor, y te preparas para reconocer y aprovechar al máximo las oportunidades que se crucen en tu camino. Espera lo mejor, mientras te preparas para arreglártelas con lo que sea que pueda llegar a suceder, y tomarás la delantera desde el mismísimo principio.
No, la vida no siempre estará a la altura de tus más altas expectativas. Pero cuando las decepciones lleguen decide, incluso entonces, esperar el mejor resultado posible y tendrás muchas más probabilidades de alcanzarlo.
Basa tus expectativas en lo mejor que puedas llegar a imaginar ante cada situación. Por lo general estarás encaminándote exactamente hacia allí donde esperabas ir.
Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar
Quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante
Sigmund Freud
Un presumido estudiante que se encontraba asistiendo a un juego de fútbol, se tomó la molestia de explicarle a un señor mayor sentado cerca suyo, por qué le es imposible a la vieja generación comprender a su generación.
“Usted creció en un mundo diferente, realmente casi uno primitivo”, dijo en voz lo suficientemente alta para que lo escucharan alrededor. Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, internet, aviones jet, viajes al espacio, el hombre caminando en la luna. Nuestras sondas espaciales han visitado Marte. Tenemos naves con energía nuclear y carros eléctricos y de hidrógeno. Computadoras con procesos de velocidad de la luz… y más”
Luego de un breve silencio el señor mayor respondió lo que sigue:
“Tienes razón, hijo mío. Nosotros no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes… así que las inventamos. Ahora, arrogante muchacho, ¿qué estás haciendo TÚ para la próxima generación?”
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida
Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.
Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quieras llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando
¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?
¿Ya no eres un niño?
Puede pasarse algún tiempo de su presente "repasando" los “porqués”, rebobinando el casette para tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste sería infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas, estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado.
Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
No ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar pertenencias cambiar de casa, tirar documentos, vender o regalar tus libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse.
En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente! El pasado ya pasó.
Por eso .... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte.
Hay tantas palabras para expresar esa salud esencial
Y cualquiera que sea la que escoja,
le ayudará definitivamente a seguir
para adelante con confianza.
¡Esa es la vida!
Paulo Coelho.
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