EL CLIMA

miércoles, 22 de febrero de 2012

UN POCO DE HISTORIA



Durante los años de la colonia y de la independencia esta zona era parte del gran desierto, escenario de correrías de los indios en busca del ganado salvaje que en épocas de sequía se reunía en las aguadas permanentes. La laguna existente ya era conocida como “de las Polvaredas” por los exploradores de las tierras del sur del Salado desde los tiempos de los Virreyes.

Por 1827 la provincia otorgó campos a los enfiteutas Sres Arévalo, Galíndez y Portilla, en el paraje “Las Polvaredas” cuyas tierras pertenecían por ese entonces a los partidos de Lobos y Navarro.

En 1839 se creó el nuevo partido de Saladillo y comenzó el arraigo de la población blanca. La estancia “Polvaredas Grandes” de Ardoy y Frías fue adquirida por Salvador María del Carril y “Polvaredas Chicas” por Joaquín Cazón.

Hacia 1848, al ponerse en funcionamiento las alcaldías, esta zona correspondía al Cuartel 3º del partido comprendiendo los campos de los estancieros Galíndez, Cazón y Del Carril; el alcalde era don Antonio Bozán.

Desde el inicio, la estancia "Polvaredas Grandes" de la familia Del Carril fue símbolo de este paraje. En 1870 el Censo Nacional consideraba a esta estancia establecimiento modelo en el partido. Por 1876 en tiempos en que Víctor Del Carril fuera Juez de Paz allí funcionó la escuela municipal de lo que ya era el Cuartel 4º de Saladillo.

Los primeros pobladores

A fines del siglo XIX y principios del XX llegaron los primeros inmigrantes españoles e italianos y se afincaron en la zona que se conoce como Campo Renacco; apellidos como Reverté, Gilabert, Marsal, Velazco, Canta, Storti y Marinacci datan desde aquellos primeros tiempos.

El 17 de marzo de 1912 se inauguró la línez de trocha angosta del Ferrocarril Provincial Buenos Aires que desde La Plata llegaba al meridiano V en el límite con La Pampa. La Sra. Ofelia del Carril de Lagos, heredera de Víctor Del Carril, donó las tierras para la línea férrea y se llamó "Polvaredas" a la estación ferroviaria.

Circundaban la nueva estación las chacras ocupadas por colonos arrendatarios de los sucesores de la familia Del Carril: Luis y Antonio Storti, Nazareno y Pedro Valeriani, Francisco Mondragón, Víctor Reverté, Luis Marsal, Enrique Gilabert, Antonio Gutierrez, Pedro Giannoni, David, Luis y Nazareno Achilli; Enrique y Luis Rapanelli, José Cicaré, Gerónimo Forti, entre otros.

El advenimiento del ferrocarril transformó a la estación en el punto de partida de la producción agropecuaria y generó nuevos comercios. Donde actualmente está Agro Polvaredas existía un almacén de barro con techo de chapa que fue de Golisciani y Gutierrez y luego, con el nombre "El Recreo" pasó a propiedad de Felipe Gutierrez y Barone hnos.

Cuando pasó el tren Felix Gutierrez trasladó casi frente a la estación sobre la hoy calle El Ombú, el almacén de chapa que poseía ubicado en el camino a Del Carril y lo llamó "El Riojano". En 1916 fue adquirido por Ernesto V. Lopez quien lo nominó "La Argentina".

Hacia 1918 Antonio Storti trajo un auto Ford T.

El 16 de mayo de 1918 se iniciaron las clases en la Escuela Fiscal Nº 13, funcionando en un rancho de una sola habitación de barro, madera y cinc, cedido gratuitamente por la Sra. Ofelia del Carril de Lagos. La primera maestra fue Celina Rolando que atendía cincuenta y cinco alumnos de 1º a 3º grado.

Nace el pueblo

Hacia 1922 los servicios públicos existentes se concentraban en torno a la estación de ferrocarril: la estafeta de correos funcionaba allí, el destacamento de policía en un rancho a pocos metros y casi enfrente estaba la escuela; los comercios también se ubicaban cercanos a la estación: el almacén "La Argentina" de Ernesto V. Lopez (ramos generales, ferretería, tienda, acopio de cereales y frutos del país), el almacén y carnicería de Gregorio Vera, la fonda de Juan Blenghini, la herrería de Francisco Santía y el almacén "El Recreo" de Felipe Gutierrez.

Un 15 de julio de 1928 se creó el Club Atlético Pampero, institución destinada a brindar esparcimiento y a establecer vínculos con los poblados vecinos. Su nombre fue tomado del tren nocturno que venía desde Mirapampa y que se conocía como "Pampero". El club funcionó en el emplazamiento actual, construido en chapa en terreno que se alquilaba a Ofelia del Carril de Lagos.

La fonda de Blenghini pasó a llamarse Restaurante y Alojamiento "El Porvenir" de Francisco Moro, en 1929 fue adquirida por Esteban Gallerani y como "Hotel Polvaredas" ubicado frente a la estación sobre la que es hoy calle El Ombú, era el sitio obligado para los músicos, jugadores de fútbol y policías que llegaban para los eventos sociales o deportivos.

Hacia 1930 se vendieron los campos de Ramiro del Carril ubicados detrás de la estación. Los compradores fueron los primos Antonio y Luis Storti que tuvieron la visión de lotear lo que hoy corresponde a la planta urbana y vendieron "para que así comience a poblarse". Entre 1930 y 1940 comenzó a construirse el nuevo pueblo.

Los hijos de Luis Storti compraron el almacén "El Recreo" de Felipe Gutierrez y hacia 1933 construyeron una importante edificación de ladrillos que aún subsiste; se dedicaron a ramos generales, tienda, acopio de cereales, venta de combustible, panadería y fonda; en 1935 también tenían teléfono traido por línea física desde Del Carril.

Así fue como el ferrocarril, en pocos años, propició el nacimiento de los pueblos del interior que fueron alzándose a su vera junto a las estaciones y sacó del aislamiento a los habitantes de la campaña.



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