EL CLIMA

sábado, 11 de febrero de 2012

PASAJE DE LA PIEDAD



  • Bartolomé Mitre 1525 / 1573 - Barrio San Nicolás CIUDAD AUTONOMA


    El Pasaje La Piedad se extiende en tres cuadras que se abren en forma de U frente a la Iglesia que lleva su mismo nombre, y que era el de la calle donde ambas se encuentran. En 1901, la calle fue rebautizada como Bartolomé Mitre, nombre que mantiene en la actualidad. El pasaje fue construido en los últimos años del siglo XIX conjugando distintos estilos arquitectónicos donde se destacan las influencias francesa e italiana de "La generación del ´80" tan marcadas por el eclecticismo. El interior del pasaje está cubierto por jardines que son la antesala de una edificación cubierta de balcones, que se transforma en realidad en una especie de calle interior. Existen cuatro bloques de departamentos a los que puede accederse por las calles Mitre, Montevideo y Paraná. Mientras que las plantas bajas están comunicadas entre sí a través de un conjunto de locales. Forma parte de las Áreas de Protección Histórica del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

    Caminen por Bartolomé Mitre desde Montevideo hacia Paraná, por la vereda de los números impares.AI llegar el 1573, verán una calleja que se interna rumbo el corazón de la manzana, y que a los pocos metros parece terminar en un hermoso cantero, con un viejo edificio de fondo. Si recorren el pequeño sector, notarán que en realidad la arteria no finaliza allí, sino que dobla espectacularmente en ángulo de 90 grados y se continúa a lo largo de una recta bastante más larga que la anterior y que, como aquélla, aparentemente se estrella... pero ahora contra un cantero más modesto que el primero y una pared. Bien, ya dentro del callejón, la curiosidad y la sorpresa serán alicientes de sobra para seguir el viaje hasta el final. Cuando estén entre el cantarito y la pared, comprobarán nuevamente que las apariencias engañan, porque la vía vuelve a torcerse con la misma espectacularidad que antes y llega, mediante un segmento tan corto como el inicial, a la misma calle Bartotomé Mitre por la que ingresaran el pasaje. Anduvieron por una especie de U, formada por la angosta callecita.
    Ahora bien, no sólo la configuración del Pasaje y sus canteros merecen la atención de los viandantes. Ahí están las construcciones, que muestran una evidente unidad estilística en los topes de adoquín que se desprenden en las curvas del cordón de la acera, en el frente de jardines del edificio de la parte trasera, en la manzanita dentro de la manzana grande que forma el bloque delantero; y están también los problemas que ocasiona el estacionamiento, por mencionar los detalles más sobresalientes.
    INDAGANDO SU HISTORIA
    La curiosidad me llevó buscar los antecedentes, la historia del Pasaje.Traté de hallar pistas elementales que me sirviesen
    para comenzar a indagar. Ignorando que el Pasaje no es municipal sino privado, consulté textos referentes a la urbanización de la Capital Federal, sin éxito. En la excelente obra de Enrique Udaondo y Adrián Béccar Várela "Plazas y calles de Buenos Aires. Significación histórica de sus nombres", de 1910, ni siquiera se citaba a La Piedad. En la reedición y actualización de ese trabajo, que el primero de sus autores hizo hacia 1936, en homenaje al IV Centenario de la fundación de esta Capital, se llena en forma muy parcial el vacío de la publicación originaria, al decir simplemente que "El pasaje de la Piedad está situado frente a la iglesia de este nombre", con lo que, según puede apreciarse, apenas se ilustra acerca de la ubicación del mismo. No obstante, se señala en ese artículo una circunstancia que es fundamental tener en cuenta para evitar probables
    confusiones en cuanto a denominación de vías y es que de la Piedad es asimismo el "Nombre antiguo de la actual calle Bartolomé Mitre, que hasta el año 1901 era lo única del municipio que conservaba la nomenclatura, desde el año 1791 aunque con ligeras alternativas, en honor de la patraña del templo de Nuestra Señora de la Piedad..." Casi lo mismo se dice en el opúsculo recientemente aparecido, de Miguel lusem, Diccionario de las Calles de Buenos Aires.
    Me dirigí al Pasaje. Una vecina me orientó inmejorablemente al decirme que los datos que yo quería, me los podría dar don Alfredo Sanmartino, el copropietario más antiguo del consorcio.
    Efectivamente, de sus 79 años de edad, el señor Sanmartino, ha vivido 55 en el lugar. Por su gran lucidez y mentalidad moderna, nadie, diría que es casi octogenario. Con gran solicitud me transmitió sus conocimientos acerca de la calle en que mora.
    EL PASAJE Y EL TEMPLO
    Empieza diciéndome que el Pasaje es particular. Fue hecho construir para alquilar los departamentos que lo componen, hace aproximadamente 80 años, por don Arturo Gramajo, persona de abolengo y de una intensa actividad pública. Actuó en la diplomacia y el Presidente de la República Dr.Víctorino de la Plaza, lo llamó para que se hiciera cargo de la Intendencia de Buenos Aires, función que desempeñó desde 1914a 1916. Pero mucho antes de esto último el señor Gramajo había levantado el Pasaje de la Piedad, mas... ¿por qué lo hizo en ese lugar y con ese nombre?: porque su esposa, doña Adela Atucha, era una dama profundamente religiosa y fue su deseo que la obra se erigiera frente a la Parroquia de Nuestra Señora de la Piedad y con idéntica denominación. Con toda certeza pudo afirmarse que Arturo Gramajo habrá experimentado una gran satisfacción al acceder a la voluntad de su cónyuge, ya que él se encontraba muy vinculado a la añeja Iglesia, como lo prueba el que haya sido presidente de la comisión administradora de fondos destinados por ley pública N°2630, constituida en 1893. para la terminación del templo de La Piedad.


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