Cuando la piel es el órgano sexual más grande del cuerpo
EMOLCuando se piensa en los placeres que produce el sexo aparece la excitación genital, la erección, la lubricación vaginal, el orgasmo. Sin embargo, una de las partes más placenteras en la intimidad sexual es la experiencia de tocar y ser tocado por todas partes.
“La exploración sutil y profunda de la piel de tu compañero es una herramienta poderosa para descubrir y acceder a una relación más profunda que tiene efectos emocionales y biológicos”, explica Silvia Quevedo, antropóloga, terapeuta y consultora en Tantra (www.terapiaholistica.cl)
A través del tacto consciente, agrega, se produce un viaje en los puntos de tensión del cuerpo dónde se encuentran ciertas problemáticas atascadas y por tanto, ayuda también a que las personas se sientan amadas, felices, aceptadas, tranquilas.
En el sexo, se da la oportunidad poco común de tocar y ser tocado en todo el cuerpo. Cuando dos personas están desnudas y abrazan sus cuerpos uno contra el otro y se besan, es posible llegar a experimentar una enorme cercanía en contacto de piel a piel.
Se pueden tocar los labios, pechos, piernas y sentir la mano de su pareja a lo largo de la espalda, los muslos o el estómago. “Hay algo cualitativamente diferente en pulsar dos pechos desnudos uno contra el otro, en comparación con un abrazo con cantidades pequeñas o moderadas de ropa, que pueden sentirse como una barrera para la intimidad”, escribe Debby Herbenick, PhD, de la Universidad de Indiana, en su blog personal MySexProfessor.com
La importancia del tacto estará en que genera plenitud y posibilita una forma especial de sentir que traslada la conciencia de la cabeza y el pensamiento para llevarla a todo el cuerpo. Silvia Quevedo, añade que la experiencia permite vivenciar un estado de entrega total, viajando interiormente más allá de la vigilia común. “Posibilita el despertar de la conciencia hacia profundos estados de fusión con el ser interno y la energía universal. Es una invitación para dejar muy atrás la personalidad, el carácter y la mente, y para dejarte acunar dulcemente por las manos amorosas de otro ser”.
Para vivenciar placer a través de la piel, lo principal será tocar con lentitud. “Casi todos los movimientos son envolventes, suaves largos y lentos acompañados de una respiración consciente que permite descomprimir los músculos contraídos que darán paso al placer”.
Tacto erótico
La piel recubre toda la superficie del cuerpo y lo delimita, es el órgano más grande y el vehículo sensible que lleva a consagrar el acto sexual. Para entrar en contacto con la piel del otro a través de la propia piel, hay que tener en cuenta que la energía de dar y recibir es circular y “se necesita una actitud de amor, servicio y deseo por dar a la otra persona una experiencia que ella sola no puede lograr”, dice la experta en Tantra.
Entonces, ¿cómo explorar los cuerpos de manera que promuevan la cercanía, el disfrute o la excitación? Existirán múltiples instancias, solo hay que probar y experimentar el placer que aportan las caricias, los roces, besos, cosquillas y los masajes. Acá van algunas ideas.
Baños de tina: Dese un baño con su compañero, utilizando un gel de baño suave que agregará una nueva textura a la sensación del tacto de la pareja. Sienta y permita las sensaciones de ser bañada por alguien, y cuando sea su turno, trate de lavar su pareja con un sentimiento de amor o afecto.
Abrazos: Lo simpático de los abrazos es que pueden ser dados en cualquier momento y lugar, al hacerlo, deje que las manos queden libres para tocar uno al otro en la espalda, las caderas o en las mejillas, como un beso.
Durante el sexo: Pruebe acariciar con ternura o con la lujuria cada parte del cuerpo y después quedarse un tiempo desnudos, tocándose aunque sea solo con los pies y concéntrese en lo que siente al estar conectados a través de la piel y la energía que se generó en el acto amoroso.
Al dormir: Con el calor del verano vea la posibilidad de dormir sin ropa o en ropa interior, para sentir la piel de su compañero durante toda la noche.
Masajes y besos: Los masajes en el cuerpo con la yema de los dedos y besar a su pareja desde los dedos de los pies hasta sus labios son interesantes juegos previos que dados lentamente y con pasión, puede ser una experiencia incomparablemente deliciosa.
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