EL CLIMA

miércoles, 14 de diciembre de 2011

RELACIONES




MERLINA MELLER PARA ENTRE MUJERES.

¿Qué hacer cuando una persona se aleja de nuestra vida por decisión de él, pero no por deseo nuestro? Nos pesa mucho su falta, no sabemos qué pasos dar, de qué manera lidiar con la tristeza y la ausencia. Tal vez creas que lo mejor es no verse nunca más. No veo por qué hay que irse a los extremos, en todos los casos. No siempre se trata de todo o nada.


Ante una ruptura inesperada o que trataste de evitar durante un tiempo, es posible que te sientas desorientada en un principio, a la merced de estados emocionales variables: llanto, desasosiego y muchos "por qué". Después de la primera reacción, que es conveniente dejar fluir de la manera que se presente, verás que hay más opciones que se abren como un abanico, para hacerte sentir mejor (¡sí, claro que podés y te vas a sentir mejor!)


Una posibilidad es intentar una reconquista. Es tu derecho, si alguien decide algo contrario a tus deseos, podés tratar de lograr una reconciliación o un acercamiento, de manera suave, tratándote bien a vos misma y a la otra parte involucrada. Sin forzar situaciones ni presionar tiempos y manteniendo las expectativas en niveles reales.


Un intento de reconciliación tal vez te resulte, pero tal vez no. Si lo intentás, tenés el 50% de posibilidades en contra y 50% a tu favor. Si no lo intentás, las probabilidades a tu favor son significativamente menores. Lo que sí, yo intentaría una sola vez reconquistarlo. Después, será el momento de dar vuelta la hoja si no prospera.


Plantear una amistad o permanecer en contacto por email o de otra manera puede ser el inicio del camino que quizá los lleve a volver a estar juntos en algún momento. O a suavizar la separación, que no tiene por qué ser tan abrupta si necesitás otra cosa.


Tal vez no quieras volver a entablar una relación sentimental con esta persona, pero quizás te haya quedado un gusto amargo. Si una relación se termina por decisión absoluta de uno solo de los miembros, la ruptura probablemente quedará en los términos que esa persona haya dispuesto. Te hará sentir mejor tratar de llegar a un terreno neutral en el que la ruptura esté en los términos de los dos, en la medida que sea posible. Esto te dará una gran paz interna. No podemos obligar a alguien a que esté con nosotros si no quiere estarlo o si tiene dudas, pero sí podemos propiciar una "post relación" más amigable, que esté en sintonía con nuestros sentimientos, recuerdos e historia de vida en común, aunque no nos tratemos más.


Aceptar la situación presente abre un abanico de posibilidades, desde intentar volver a estar juntos, quedar en mejores términos y seguir cerca desde otra óptica, a comenzar a transitar el dolor de la separación y hallar nuevos rumbos, nuevos amores y nuevas historias para disfrutar.

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