EL CLIMA

miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL VINO DE MISA




El vino de misa tiene raíces en Mendoza

En la provincia dos bodegas elaboran este vino que se utiliza en las celebraciones religiosas de todo el país. Los sacerdotes salesianos están ligados a la historia de este producto que para la tradición Católica representa la sangre de Cristo. La primera elaboración se hizo en la Bodega Don Bosco en 1901.

El vino de misa tiene raíces en Mendoza

El licoroso de Don Bosco se utiliza para las fiestas religiosas.

Don Juan Bosco fundó en 1858 la Congregación Salesiana. En Mendoza, la escuela Don Bosco se estableció en Rodeo del Medio. El padre Pablo Robotti fue quien montó el laboratorio enológico y creó las bases enológicas de la escuela.

Las crónicas de la época cuentan que el primer vino de misa se filtró el 17 de abril de 1901. El 5 de mayo de ese año, el mismo Robotti le escribe al padre inspector José Vespignani sobre las tareas que se cumplen en la bodega-escuela: "Viñas, plantas y bodega... gracias a Dios y a las almas del Purgatorio el vino salió perfectamente". Era el primer caldo hecho en Rodeo del Medio.

En estos días de Semana Santa el vino de misa vuelve a cobrar protagonismo. En principio es el más pedido por los turistas en las bodegas que lo elaboran María Laura Perigrinelli, encargada de turismo de la casa de los salesianos, explica que cuando los sacerdotes comenzaron a trabajar en Rodeo del Medio, Lucila Bombal quien les donó el edificio, les pidió que educaran a los chicos de la zona a cambio. Es por eso que se envió a Mendoza gente con título de técnico agropecuario.

Con los años, fueron estos mismos alumnos formados por aquellos sacerdotes quienes elaboraron el famoso vino de misa. José Ricardo Hidalgo técnico de la firma, explica que la forma de elaboración se ha conservado.

Elaboración convencional

El vino de misa pertenece a la familia de los fortificados, porque lleva una alcoholización. Don Bosco lo hace a partir de uvas Torrontés y Moscatel de Alejandría, estas se muelen, se prensan y el mosto comienza una fermentación normal; luego se le hace una adición de alcohol de origen vínico, que eleva el tenor alcohólico a los 16 grados. "Este paraliza la fermentación y deja un remanente de 100 gramos de azúcar por litro. Este vino luego comienza un periodo de conservación que favorece que el blanco original pase a anaranjado por la oxidación de los polifenoles. El vino termina con aromas característicos de cáscara de naranja y miel. Lo criamos algunos meses en barricas de madera, para la oxidación", detalló el enólogo.

Hidalgo apunta que la elección de las uvas es a gusto y piaccere del elaborador. En Italia, de donde el vino de misa es originario, éste se elabora como un blanco al que le frenan la fermentación con frío, "un vino dulce con poco alcohol, un vino joven que se bebe rápido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario