EL CLIMA

viernes, 21 de octubre de 2011

Un faena a la derecha por favor, un faena a la derechaaa.



Reproducimos fragmentado reportaje de laura santillan para clarin mujer
entre mujeres.

“Soy un hombre de acción”

Relajado y excéntrico, dice que se siente libre para hacer lo que quiere en un mundo al que juzga “hipócrita”. Aunque no lo parezca, es muy apegado a su familia. Y encuentra en su compañera el equilibrio que necesita.

¿Cómo se te ocurrieron las ideas que en los últimos años pusiste en práctica?

Siempre tuve esas ideas. Hubo un tiempo en que estuve sin trabajar y me dediqué a ser jardinero de mis flores. Eso me dio mucha visión. Esos momentos de calma y silencio alimentan el alma y el espíritu. Después uno hace las cosas con más tranquilidad.

¿Eso pasó cuando vendiste Via Vai (N. de R.: marca ícono de ropa de los 80 que creó junto a Paula Cahen D’anvers) y te fuiste a vivir al Uruguay?

Sí.

¿Cuánto tiempo estuviste sin hacer nada de nada?

Cuatro o cinco años.

¿Sin aburrirte?

(Risas). No, la verdad es que la pasé muy bien.

Cinco años es un número importante para tomarse vacaciones.

Bueno, no es que no hice nada, hice un montón de cosas. Primero, me desintoxiqué. Y después hice mi jardín. Viajaba, disfrutaba el día a día, ver el sol, el amanecer, la luna. ¿Cómo te desintoxicaste? A veces, cuando uno está saturado, necesita recopilar esa información, curarla, dejarla salir. Es una manera de evolucionar, de dejar ir cosas para que lleguen otras. Para serte sincero, pensé que nunca iba a volver. Estaba retirado de todo y acá en Buenos Aires la competencia seguía. ¿Y qué te hizo salir de esa comodidad? Quizás la necesidad de hacer cosas y no tener mi vida completa en muchos aspectos. Además, tenía que pensar de qué iba a vivir. Las ganas de empezar a hacer me hicieron pensar cuál podía ser mi creación para sacarme de ese momento, que ya era perfecto. Y ahí descubrí que lo peor que podía pasar era seguir en esa situación. O sea, que si no pasaba nada… Era lo mejor que podía pasar también (risas). Estaba en un lugar donde me sentía bien. Soy un hombre de acción. Eso me preparó para más acción. Estar en paz hace que tus acciones sean más concretas. Ese proceso que viví me dio mucha tranquilidad. Detenerse hace que la acción sea más perfecta. A veces, en el andar constante, uno se pierde en los caminos. ¿Y la inspiración cómo apareció? Quería hacer cosas nuevas. Había trabajado en la moda, donde todo es efímero, y quería una creación pero no tan temporal y superficial como la ropa. Esto era una visión. Y estar caminando hoy por acá y ver esto y decir puedo crear algo, es genial. Pensaba que para mí era imposible porque este edificio costaba 11 millones de dólares. Yo no tenía ninguna chance de comprarlo. Lo más difícil es el salto desde cero; después se transforma en una bola de nieve. Lo más importante es esa primera acción que hace que esto pueda convertirse en una idea que crece y florece.Para eso hay que vender la idea. Primero hay que sentirla, transformarla, hacerla superadora, hay que creérsela, vivirla, entenderla y vestirla de fiesta para después recién poder ser comentada y vendida. Igual, mis ideas nunca las vendí. La primera vez que me junté con Philippe Starck yo tenía este edificio abandonado (N. de R.: el Faena Hotel) y lo quería sumar porque es una persona brillante, inteligente, genial. Increíblemente, Puerto Madero parecía una zona de campo, del 1800, ni calles había y le conté lo que pensaba hacer. A Philippe todos querían contratarlo por millones de dólares. Y yo no los tenía. Fui con mi corazón a explicarle cómo iba a ser y me creyó, porque para mí era la verdad. Aprendí que todo tiene que ver con la forma en que presentás las ideas. La comunicación es la base de todo.En tu caso, ¿el ocio y el trabajo están juntos o tienen horario? (Piensa). Cuando estaba en moda, eso era trabajo. Hoy es un baile constante entre el ocio y la faena. ¿Estás más equilibrado que en otra época? Sí, mucho más. Siempre estoy relajado. ¿Siempre? No sé si la palabra es relajado. Tengo la mente libre para tomar la mejor decisión en cada momento. ¿Nunca te estresás? Sí, me estreso. Son momentos o cosas que pueden no salir de la manera que uno desea. Tu imagen es relajada. ¿Es tu naturaleza? Siempre estoy en contacto con mi cuerpo. Hago yoga, ejercicios eso es un buen cable a tierra. Te reconocés excéntrico, pero ¿cómo te llevás con las tradiciones? ¿Seguís alguna? No, nosotros somos una familia sefaradí. El respeto a mi pasado me llena de orgullo y lo acompaño. Uno no puede vivir sin eso. Nunca le di la espalda. ¿Por qué nunca te casaste legalmente ya que hablamos de tradiciones? Porque no lo creí necesario. Y pude estar con gente que lo tenía muy claro. ¿Te enamoraste muchas veces? Unas cuantas veces, pero enamorarte ¿qué significa? Lo que sí te puedo decir es que hubo unos cuantos corazones que me hicieron zambullirme en ellos. ¿Te pasó varias veces? Algunas. Por suerte, me pasó mucho más de una. De chico uno se enamora de la compañera de colegio, sentís el amor total. Y después te volvés a enamorar a los veintipico y después... ¿No existe entonces “la” mujer de la vida? Sí, seguramente que está, no sé, no te puedo contestar. Cuando el amor te frena, deja de ser el amor de la vida. Para mí tiene que ver con una evolución.

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