EL CLIMA

sábado, 23 de julio de 2011

INSOPORTABLES



http://static.latercera.com/200904/338748_400.jpg



LOS INSOPORTABLES DE SIEMPRE


Personas tóxicas: las hay y contaminan

Son hirientes, agresivos, pesimistas, quejumbrosos y depresivos, lo que genera rechazo en su entorno. Para peor, a menudo logran contagiar su estado de ánimo. Son esa clase de conocidos que, si uno los encuentra por la calle, lo único que desea interiormente es "que no me vea", "que no me reconozca" y, sobre todo, "que no se me acerque". Si la suerte no está de su lado y hace que se lo choque de frente, dejándolo sin escapatoria, sólo queda respirar hondo y afrontar la catarata de quejas, desgracias y vicisitudes que componen el discurso eterno del susodicho con su mejor sonrisa. Y en la despedida, tras las habituales frases de compasión -"no te puedo creer", "qué horrible", "un espanto, me imagino"-, con el alivio que le provoca ver a su conocido alejarse, intentar que el día continúe como si ese nubarrón negro nunca hubiera pasado. En ocasiones, el comportamiento de personas que encajan en esa antipática descripción (y cuya caricatura más conocida aparece en el personaje de Gasalla "Soledad" obedece a trastornos psiquiátricos -depresivos, melancólicos, perversos, entre otros-, pero no siempre. Por eso, en Estados Unidos, un país que cataloga todo cuanto puede, les encontraron una etiqueta común: "gente tóxica". El concepto fue popularizado hace más de diez años por una psicóloga llamada Lillian Glass, quien en 1995 escribió el libro Gente Tóxica. Diez maneras de lidiar con gente que hace tu vida miserable, que rápidamente llegó a los primeros puestos en los rankings de ventas. Y el mismo término eligió el famoso terapeuta argentino Bernardo Stamateas para titular una publicación editada este año que ya es best seller en su país. Su libro se llama: Gente Tóxica. Cómo identificar y tratar a las personas que te complican la vida para relacionarte sanamente.
¿De qué hablan? Pues básicamente de eso: personas con tal carga negativa que son capaces de "contagiar" a quienes se los cruzan. Son hirientes, agresivos, pesimistas, quejumbrosos, envidiosos, malhumorados. Ocasionalmente, estas conductas se pueden soportar. Pero hasta cierto punto. Los comportamientos destructivos son tolerados si aparecen de manera esporádica. Cuando se repiten con frecuencia, contaminan las relaciones interpersonales. Así es que los tóxicos andan por la vida como rociados con repelente: su entorno hace lo posible por evitarlos. La buena noticia es que se puede cambiar.
MELANCÓLICOS.
Cualquiera puede reconocer a un ser "tóxico". Son personas sin humor. Son dramáticos, no tienen conciencia de su entorno, son quejumbrosos, siempre van a ser exagerados, van a ir sacando la madre en todos lados. No se toleran ni ellos, se complican por todo. A priori, lo más fácil es confundir un "tóxico" con un depresivo. Sin embargo, en tanto patología, el concepto se ajusta más a los melancólicos. Estos son personas que sufren un trastorno grave y no logran salir de un estado peor que la depresión. "A veces uno puede entender a un depresivo porque tiene una causa visible, como estar atravesando un duelo. Ser melancólico es más un rasgo de personalidad, la persona queda fijada en la queja. Es alguien que no sale de lo oscuro, de la desesperanza y no hay una causa que pueda compartir. Ni la persona sabe bien lo que le pasa", describe la psicóloga Giovana Garelo como una de las patologías que encaja con la definición de "tóxico". Pero esa es tan sólo una de las personalidades compatibles con este término, el rasgo dominante de la toxicidad es señalado en las personas monologadoras y autorreferenciales y a aquellos que nos aplastan. Otros especialistas van más allá y se refieren a "relaciones tóxicas". Son las desgastantes, agotadoras y dañinas, y se pueden dar tanto en una pareja como en lo laboral o en la familia. Un detalle que delata al tóxico es el clásico comentario de un envidioso cuando sospecha del éxito ajeno. Molesta que el otro triunfe. Es mejor atribuirlo a que se lo ganó coimeando, que no se lo merecía, que es un ladrón o un chupamedias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario