EL CLIMA

miércoles, 13 de julio de 2011

DE RIESGO

GRUPOS DE RIESGO
Un grupo o población de riesgo son aquellas personas que debido a ciertas características ya sea biológicas, física o sociales tienen mayor probabilidad de contraer determinadas intoxicaciones, enfermedades o accidentes, llamadas "factor de riesgo". El mismo debe existir antes de contraer la enfermedad.[1]
Existen numerosos grupos de riesgo en virtud de la causa del mismo.
  • Otro grupo de riesgo lo constituyen las personas que ingieren sustancias tóxicas adictivas y perniciosas como tabaco, alcohol, drogas, etc. Estas personas son propensas a sufrir problemas cardíacos
  • Según la OMS (Organización mundial de la Salud) las enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial, enfermedad cardíaca,..) son la primera causa de muerte en adultos.
    Existen ciertos factores que aumentan la probabilidad de que una persona padezca una enfermedad cardiovascular, se denominan "factores de riesgo".
    Los factores de riesgo se dividen en dos categorías: primarios y secundarios. Las causas llamadas primarias incluyen las alteraciones en determinados genes que controlan las vías de absorción, fabricación y eliminación de las grasas. Las llamadas causas secundarias son dislipemias debidas a ciertas enfermedades, al consumo de fármacos o a malos hábitos de vida como tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo y obesidad.
    Cuantos más factores de riesgo tenga una persona mayor es su probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular. Aún así, algunos factores de riesgo pueden modificarse o tratarse.
    Entre las causas primarias destaca:
    Sexo: los hombres, en general, tienen un riesgo mayor que las mujeres de sufrir un evento cardiovascular. Los estrógenos de la mujer protegen frente a enfermedades del corazón. Cuando el nivel de estrógenos disminuye con la menopausia el riesgo se iguala en ambos sexos.
    Herencia: la persona que tenga antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular, tiene aumentado el riesgo.
    Edad: con la edad las paredes de las arterias se endurecen y pierden flexibilidad aumentando el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Aproximadamente 4 de cada 5 muertes debidas a una enfermedad cardíaca se producen en personas mayores de 65 años de edad.
    Entre las causas secundarias destacan:
    Tensión arterial alta o hipertensión: mantener una tensión alta aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad vascular. Además, si la persona es obesa y/o fumadora el riesgo es mayor.
    Colesterol elevado: mantener el colesterol elevado en sangre es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. El colesterol puede estar elevado por varios motivos: consumo de una dieta rica en grasas de origen animal, consumo de algunos fármacos (por ejemplo, ciertos diuréticos) y por la presencia de algunas enfermedades: del tiroides (hipotiroidismo), del riñón (síndrome nefrótico) o del hígado (colestasis). Sin embargo, la hipercolesterolemia más frecuente, es la genética conocida como hipercolesterolemia familiar.
    Diabetes: mantener un nivel elevado de glucosa o azúcar sanguíneo aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular. La Asociación Americana del Corazón (AHA) confirma que el 65% de los pacientes diabéticos mueren por algún tipo de enfermedad cardiovascular.
    Obesidad y sobrepeso: un exceso de grasa corporal aumenta las probabilidades de adquirir otros factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, colesterol, diabetes,..)
    Tabaquismo: el tabaco contiene unas sustancias químicas que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular. El tabaco afecta especialmente al sistema vascular periférico produciendo un mal retorno venoso (vasos sanguíneos que riegan los brazos y las piernas).
    Sedentarismo: el ejercicio ayuda a controlar los niveles de colesterol y azúcar (glucemia) y, también, disminuye la presión arterial. Fortalece el músculo cardíaco y hace más flexibles las arterias. Por todo ello, el sedentarismo aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
    El estrés: es un factor contribuyente al riesgo cardiovascular pero cada persona se enfrenta al estrés de manera distinta. Aún así, se ha descubierto que mantener un nivel de estrés elevado y mantenido aumenta la frecuencia cardíaca, la tensión arterial, la adrenalina (hormona que aumenta la tensión arterial) y el riesgo de formación de coágulo (embolia).
    Alcohol: un consumo elevado de alcohol aumenta la tensión arterial y predispone al accidente cerebrovascular y a enfermedades del corazón.

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