EL CLIMA

domingo, 26 de junio de 2011

UN TOQUE DE HUMOR


Iba un viejo por el bosque cuando escuchó a sus pies una débil voz. Se agachó y descubrió que quien le hablaba era una ranita:

– Soy una princesa hermosa, erótica y sensual, diestra en todos los placeres de la carne y el amor. La reina mala, envidiosa de mis encantos, me convirtió en rana, pero si me das un beso, volveré a ser quien era y te daré todos los goces y deleites que mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia pueden producir.

El viejo levanta la rana y se la echa en el bolsillo. Esta asoma la cabeza y le pregunta muy desconcertada:

- ¿Qué? ¿No me vas a besar?

- A mi edad es más divertido tener una rana que habla, que una maniática sexual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario